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31 marzo 2009
Boloniawood
(Cortesía de Xavier Villalba y Júlia Rosell)

La verdad es que el exceso de información visual que se tiene estos días puede distorsionar la realidad. Es por lo que creo interesante hacer una recopilación de los videos que pueden encontrarse en la red, que demuestran a las claras lo que acontece estos días en Barcelona. Verán que no es nada espontáneo. Más bien parece responder a un plan bien diseñado de elevar la violencia callejera para crear un clima de inseguridad y protesta similar al de Grecia en diciembre de 2008.

Hechos destacables. Un grupo de estudiantes asalta la Facultad de Letras de la UAB y el Rectorado. De estos hechos se deducen expedientes sancionadores que acaban con la sanción de varios de los participantes. Durante un tiempo las imágenes se podían ver en http://sites.google.com/site/coacciouab/. Hoy este enlace es impracticable (si bien las “pacíficas” actuaciones de los estudiantes eran de traca).

Este enlace nos lleva al desalojo producido la madrugada del 14 de marzo de 2009 en la Universidad Pompeu Fabra. El desalojo es tranquilo y ya empiezan lanzamientos de objetos contras los agentes en la comisaría de les Corts.

El rector de la UB ordena el desalojo de los que estaban encerrados en la Universidad (como se puede ver en las imágenes la indignación estudiantil provoca el extraño efecto de hacer volar sillas).



Finalmente se produce el desalojo (tranquilo por lo que se puede ver), y los primeros incidentes
:

Video 1

Video 2

Video 3

Video 4 (Menos bonitos le dicen de todo a los agentes)

Video 5

Video 6 (Vía Layetana –observen qué uso se le hace a los palos de las banderas; los fotógrafos al pie de la noticia-)


Video de los incidentes, que se producen como a dos kilómetros de dónde se ejecutó el desalojo
:



Debate en TV3 sobre la denominada “Carga Policial” (Observen el nivel Maribel de los autodenominados representantes de los estudiantes)




En fin, saquen sus conclusiones.

(Escrito por Cateto de Pacifistán)

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30 marzo 2009
Tres libros
Es claro que si el marxismo es cierto, y si hay una lógica de la historia, el realismo político es legítimo. Es igualmente claro que si los valores morales preconizados por el partido socialista están fundados en derecho, entonces el marxismo es absolutamente falso, puesto que pretende ser absolutamente cierto. Desde este punto de vista, la famosa superación del marxismo en un sentido idealista e humanitario no es más que una broma y un sueño sin consecuencias. Marx no puede ser superado, puesto que ha llegado hasta el final de la consecuencia.

Albert Camus, “El socialismo mistificado

*

Aun a riesgo de que se me echen encima, me voy a permitir la presunción de recomendarles tres libros. Nada de novelas, nada de poesías, nada de memorias; sólo meros ensayos de ciencia política, aunque no sé por qué se le antepone lo de ciencia a tal disciplina. Pareciera como si nada que no fuera científico tuviera rigor alguno. Ya esto último es error y no pocas veces el supuesto cientifismo ha abocado a errores descomunales. Pero ése es otro cantar, aunque algo tiene que ver con la sustancia de los tres libros de que les voy a hablar.

La razón de que se los cite a la vez, los tres a un tiempo, es porque todos ellos guardan relación con lo que cada vez creo más evidente, a saber, que en el siglo XIX se gestaron las bases de un error descomunal cuyas consecuencias aún hoy duran, y lo que te rondaré, morena. También los cito juntos porque son tres piececillas de mi errática biblioteca que mucho me gustaron y más aún me dieron a entender ciertas aparentes paradojas que nunca supe hasta entonces explicarme. Uno de ellos muy especialmente me abrió los ojos.


Empecemos por el que trata del tiempo más antiguo: Las raíces de la libertad, de Jacques de Saint-Victor. Éste trata acerca del tránsito que desde 1689 hasta 1789 llevó a Inglaterra y a Francia a gestar las dos corrientes del liberalismo. Del lado anglosajón, el –permítanme la licencia- individualista; y del francés, el republicano o jacobino. Siendo el autor francés, en realidad se ocupa de la gestación de las ideas que animaron la Revolución Francesa y de la influencia que la experiencia inglesa tuvo en aquéllas. Cuenta cómo paralelamente a las unificaciones de armas que Richelieu acomete en Francia se empieza a poner en duda la legitimidad y la eficacia de los poderes tradicionales ligados a la corona. En cierto modo, el modelo absolutista de Luis XIV empieza a hacer agua porque es incapaz de gestionar una economía moderna, rodada a caballo de las ambiciones de la burguesía comercial y que, además, provoca muchos descontentos en el vulgo por los desabastecimientos debidos a la falta de fluidez del comercio interior y otros motivos no menores. Luis XV intenta una solución de compromiso mediante una monarquía polisinódica, en que por sectores se crean consejos que lo dirigen sobre cada categoría de asuntos. La solución fracasa porque no aborda el problema principal de los poderes locales y los derechos históricos que lastran la actividad del reino, por lo que el descontento no se mitiga, ya que ni la burguesía ni el vulgo ven satisfechas sus reivindicaciones y necesidades. Alalimón, los pensadores empiezan a plantearse la legitimidad de origen del poder real y se conforman dos bandos generales: los que hablan de la tradición germánica como fuente legítima del poder y los que lo legitiman a partir de la tradición romana. En uno y otro casos, ninguno aborda como posible la autocracia real y, de un modo u otro, ambos abogan por la raíz popular de la legitimidad del poder. Y de ahí surge principalmente Montesquieu, que, al elaborar sus teorías de la separación de poderes y la necesidad de los cuerpos intermedios, quiere por un lado evitar el abuso del poder fraccionándolo y sometiendo cada una de sus patas al equilibrio junto con las demás, por contraposición mutua. Pero los cuerpos intermedios tienen también la intención de servir de estructura que relacione la cúspide del poder con el pueblo “ciudadano”, evitando los asamblearismos y lo que, por desgracia, sucedería tiempo más tarde: el triunfo de la voluntad. En definitiva, habla el libro sobre la gestación de las ideas que llevaron al mundo contemporáneo, centrándose en la experiencia francesa.


El siguiente también es francés: El pasado de una ilusión, de François Furet. Éste es excelente. Es un ensayo político-histórico acerca del comunismo en el siglo XX. El título es ya muy indicativo, atendiendo a la polisemia de ilusión. Relata en secuencia temporal el devenir del comunismo ligándolo a las maniobras ideológicas y tácticas para la consecución o el mantenimiento del poder. Especialmente relevante es la parte dedicada a la alianza con los nazis y su identidad total con ellos, fuera ideológica como, circunstancialmente, táctica. A partir de ahí explica una interesante teoría que denomina “de los polos magnéticos”, haciendo ver cómo la polarización de derecha e izquierda se llevó a cabo –en su descripción pública, que no en la realidad- como conglomerados en torno al comunismo o al fascismo-nazismo. La maniobra magistral del comunismo de identificar con fascismo todo lo que fuera no-comunismo se consigue imponer a pesar de la realidad de que comunistas y fascistas fueron largo trecho de la mano –recuerda el colaboracionismo en Francia- y de que los únicos opositores absolutos desde el principio al fascismo fueron precisamente los liberales en todas sus formas. Se puede encontrar también en este libro una magnífica explicación del porqué de la alianza sistemática del socialismo mítico, o real, o revolucionario, o comunismo, con el nacionalismo, acudiendo al subterfugio de que la solidaridad humana ya encuentra su expresión en las comunidades tribales e identitarias, lo que obvia la cuestión de que tales uniones “solidarias” lo son por atraso social y económico y por mera incapacidad de perseverar sin la actuación conjunta, o bien por falta de desarrollo político o cívico, como es el caso de los nacionalismos modernos. Esto se liga con la estrategia seguida en la SGM y su tiempo posterior, donde las democracias populares son nada más que una añagaza revestida de léxico conveniente para acaparar el poder y, muy importante, haciendo equivaler el sentido patriótico de las naciones contra la ocupación y la falta de libertad con la contraposición bélica de la URSS y la Alemania nazi. Especialmente indignante resulta el caso de Polonia, donde, tras haber accedido a un reparto con los enemigos fingidos, ahora se arrogan ser los salvadores de la dignidad nacional y del espíritu de resurgimiento de los polacos frente al invasor liberticida. Tampoco es desdeñable el análisis que se hace de los últimos años de la URSS, evidenciando lo imposible de la tarea de Gorbachov, pues es estructuralmente imposible la existencia de un socialismo real con libertad de pensamiento o de obra.

Resulta un libro muy interesante, donde todo se explica con mucha amenidad y con orden, con gran profusión de datos, pero sin atragantar y, sobre todo, con una gran lucidez en los análisis, para defender la tesis principal del ensayo: el comunismo es un sistema de creencias que se impuso gracias a la negación de la condición moral del ser humano, haciendo válido cualquier medio si llevaba al “buen” fin.

El tercero y último es El culto del Littorio, de Emilio Gentile. Trata del sistema ideológico del fascismo italiano, de su impronta innegablemente socialista, de su gestación en las trincheras de la PGM y en los movimientos intelectuales y artísticos italianos desde el Risorgimento. Explica también su propia debilidad política por la falta de visión estratégica al conformarse con ser un régimen y no haberse dedicado a asentar un estado fascista, permitiendo al rey sabaudo la deposición de Mussolini. Es de hacer notar la estrategia fascista de acaparar y reproponer toda la liturgia y el simbolismo católicos dentro del sistema de credos propios, para así atraerse a la gran masa de los italianos, católicos en su gran mayoría. En paralelo, sólo consigue aposentarse gracias al miedo que provoca en las clases medias –en principio, totalmente refractarias al fascismo- la posibilidad de una revolución de signo soviético, sin contar nunca con el beneplácito de las clases altas y más ilustradas, aunque llegaran las primeras a una relación simbiótica con el régimen.


Casualidades de la vida, hace poco hablaba Juaristi sobre Gentile en uno de sus artículos. Demuestra el artículo que menciono, por un lado, lo muy informado que anda este hombre, porque Gentile es un tipo poco conocido en España –prácticamente nada- pero, por otro, que no ha entendido lo que Gentile dice, en mi opinión. Dice Juaristi que Gentile sigue la tradición de la izquierda clásica al afirmar que el fascismo es el estadio último de los grupos tradicionales italianos, liberales incluidos. Es decir, que el fascismo es consecuencia ineludible del proceso de la burguesía liberal italiana. A mi juicio, Gentile no dice tal cosa, sino que sólo cuando el fascismo es capaz de atraerse la connivencia y la participación de la burguesía liberal es cuando realmente puede afirmar su régimen y gobernar Italia plenamente, lo que es muy distinto a lo que Juaristi dice. De hecho, en la conformación de la estructura de poder del fascismo, en la redacción de la “Ley de Corporaciones” se incluye una gran cantidad de medidas que permiten una economía “liberal”, dejando de lado ciertas exigencias de socialización del fascismo de base, lo que causó no pocos problemas al régimen. Pero esto no se hace desde un principio, sino sólo cuando Mussolini comprende que sin la participación de las clases medias de comerciantes e industriales, su poder no será tal y las empresas que pretende serán sólo una quimera. Esto es lo que Gentile afirma, no lo que Juaristi dice que afirma.

Siguiendo con el libro en cuestión, acaba por concluir que el fascismo fue un culto, un sistema de creencias que necesariamente demandaba una liturgia permanente, una recreación (perversión) sistemática del lenguaje y la anulación de las contradicciones por establecimiento previo e incuestionable del “bien”, transfiriendo el sentido de lo sacro de la religión a la política. Especialmente interesante es el último capítulo, en que, extrapolando lo dicho para el fascismo, aúna en un solo grupo el anterior, el nazismo, el comunismo y el nacionalismo como sistemas de pensamiento que, tras una veladura de apariencia racional, no son más que un sistema de creencias, uno de cuyos defectos estructurales es, indefectiblemente, la violencia.

Después de haber leído estos tres libros –aparte de otros- empecé a dudar de que lo que hasta ese momento creía que sabía fuera cierto, o que siquiera lo supiera. Al final, como decía al empezar, tengo cada vez más la duda de si, en el tránsito que va desde el arranque de las ideas ilustradas hasta la formalización de la política como un asunto de movilización general, tras la PGM, no habrá sucedido que las ideologías hayan sustituido, o recubierto para ocultarlas, las bases morales del hombre. Tanto de lo del siglo XX coincide con esta afirmación que me parece razonable la duda.

Espero que si mi sinopsis no les ha gustado, al menos los libros que cito sí. Tengan ustedes un buen día.

(Escrito por Dragut)

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29 marzo 2009
Desengañados
Journal de ma vie, Marqués de Bassompierre:

"El domingo 28 de marzo del año de Nuestro Señor de 1621 se hizo una solemne procesión para llevar la imagen de nuestra Señora de Atocha a las Descalzas reales. Gran número de penitentes se azotaban por la salud del rey. Se llevó el cuerpo del beato Isidro a Palacio, a la Cámara de su majestad, y se expuso el Santísimo en todas las Iglesias de Madrid. El lunes 29, le aparecieron úlceras en los riñones y en el vientre, y habiéndole tomando el pulso los médicos, desesperaron de su vida. Por lo que el rey llamó a su confesor, el Padre Aliaga, al Presidente del Consejo de Castilla y al Duque de Uceda, y ante ellos firmó su testamento. Hizo entrar al Príncipe, al Infante Don Carlos y al Infante Cardenal, a quienes dio su bendición. Los médicos de Cámara, lejos de aplicar los remedios oportunos, sangraron al pacientes seis veces, con lo que se fue extenuando su vida, hasta finalizar el último día de marzo de 1621."



Fue acabada la política de paz y quedaba expedito el camino para Olivares, mientras los Infantes pasaban la mayor parte de su tiempo en el Real Sitio de Aceda, a cinco leguas de Toledo, a merced de la amargura de la Infanta doña María, la novia frustrada de un Estuardo, que abrigaba rencor infinito contra el ya omnipotente valido y que dicen quiso usar de sus reales hermanos para otra política.

El Infante cardenal, ordenado in undecimo suae aetatis anno, un 11 de marzo de 1620, por bula de Paulo V, no llegaría a cantar misa, para mayor gloria de las armas de la Monarquía y desventura de los muertos de sus compañías. La Gobernadora de Flandes, la Archiduquesa Isabel Clara Eugenia, la sagaz hija del Rey Prudente, tenía al Infante Don Fernando como sucesor designado, pero era de rigor entrenarle en el gobierno de alguna de las provincias de la Monarquía. Cataluña es la elegida, descontenta y ya rebelde frente a la política del Conde Duque y su Gran Memorial, y con Cortes sin cerrar desde las frustradas de 1626.

Por inopinado camino, Aranjuez, Almenara, Villar de cañas, Campillo de Altobuey y Requena, antes de girar hacia el norte, pasó el Infante en su ruta hacia el Principado, y le fue jurada obediencia el 3 de mayo de 1632, como Virrey y Capitán General del Principado y de los territorios del Rosellón y la Cerdaña.


Sin embargo, permanece poco tiempo en Barcelona, pues, al mando de diez galeras españolas, siete de Sicilia y una de Génova, con datación completa de armas y hombres, parte de Cadaqués rumbo a la fiel aliada Señoría genovesa. El asunto: las guerras de Alemania y su próximo nombramiento como Gobernador de Flandes, pues se sabe de la salud decrépita de la Archiduquesa. Entretanto, el gobierno de Milán, el patio de armas de los Tercios de la Monarquía. Enrique de Aedo y Gallart lo narró con fidelidad en su "Viaje, sucesos y guerras del Infante Cardenal Don Fernando de Austria" publicado en Madrid y en Amberes en 1637.


La marcha hacia Flandes no fue fácil y aunque el difunto Duque de Feria había andado todo el año anterior acosando a alemanes y suecos desde la Renania ocupada, su muerte fue un aldabonazo que nadie preveía iba a ser vencido con la pericia del marqués de Leganés y del propio Infante. Además había que abrir otra ruta hacia Flandes, cerrada la más occidental por las maniobras y sucesos en los Ducados de la frontera oriental de Francia y por una de las habituales defecciones de los saboyanos. Así que las tropas que vienen desde Milán se unen a las del Duque de Feria, ya muerto, en agosto de 1634, en la Baja Baviera, para abrirse paso a brazo partido hasta Flandes. En Donauwörth encuentran además a las tropas austríacas de su primo el futuro Fernando III y para ventura de ambos cuentan con Leganés como Maestre General y con los tercios de Fuenclara, Idiáquez y Toralto con apoyo de los caballos corazas de Ottavio Piccolomini y Geraldo de Gambacorta. En septiembre de 1634 Horn y Oxenstierna, los suecos, y Bernardo, el sajón, son batidos en toda regla, en Nördlingen. Será la última vez que un ejército numeroso de la Monarquía llegue por tierra a Flandes, para que Rubens pueda diseñar los fastos del triunfo.




El rey Planeta escribió a su hermano, con motivo de la noticia de aquella jornada:

"Después de esta hazaña, vuestra reputación y valor estarán en tal estima ante el Mundo, que os debo formalmente mandar esta cautela para no exponer la vida, como Rey, como hermano y como amigo".

Se cuidó el primogénito de que esa reputación mermara cuando dejó sin recursos a su hermano a partir de 1636. Pero antes de esas jornadas agrias, el Triunfo, la entrada en Bruselas en noviembre de 1634, sin capelo, símbolo del aciago recuerdo de Granvela o De la Cueva para los naturales de las provincias leales del sur, y con la espada de su bisabuelo el Emperador. Luego la ofensiva contra rebeldes y franceses y el pánico francés de Corbie, antes del fracaso de la ofensiva por Navarra de Valparaíso y los tercios de Sarmiento y los primeros conatos de rebelión catalana que impidieron el ataque por el otro lado de la raya. Luego todo acaba en marchas y contramarchas que agotan las energías del último gobierno estratégico de Flandes, hasta la muerte del Infante en 1641, que termina al último Austria digno. Ni la caída de Olivares en 1643, Rocroi mediado, evitará la deriva de la Monarquía Hispánica, que aun despreciaría, en un alarde suicida de reputación, las paces ofrecidas por Francia en 1656. Un inglés de estricta observancia religiosa, seducido por las promesas de un cardenal de la Iglesia Católica, dos años después, en una playa flamenca y desde las cubiertas de sus navíos, iba a dar fin las quiméricas andanzas del cuarto Felipe por esa secuela de la Guerra de los Treinta Años que acabaría con la Paz de los Pirineos.

(Escrito por Phil Blakeway)

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28 marzo 2009
Maestros
Hoy, siguiendo –mutatis mutandis– el proverbio que habla de dar un pez a un hombre o enseñarle a pescar, no les traeré receta alguna pero sí les diré dónde pueden encontrarlas. Mucho mejores que las mías, claro, y perfectamente explicadas. Con sus fotografías y todo.

El primer maestro al que me referiré se hace llamar Apicius y tiene un magnífico blog con un nombre tan sencillo como real: La cocina, paso a paso. Desde Mayo de 2006, este vitoriano sabio nos lleva regalando recetas y técnicas culinarias de todo tipo.

Marmitako. Fotografía: Apicius

He probado alguna de sus recetas (por ejemplo, el conejo en escabeche o el marmitako) y, además de salir, no presentan ninguna complicación que no esté explicada. Se trata, en general, de recetas españolas clásicas si bien se incluyen algunas novedades orientales, curries o cocina cajún. Para los amateurs del asunto, la sección dedicada a la casquería es abundante y más que sugerente. Mollejas, callos, hígado, entrañas (diafragma) de ternera, asadurilla de cordero… En fin: toda una colección de delicias tradicionales para estómagos generosos.

El segundo maestro en blogofogones es Carlos Dube que gestiona el blog Mercado Calabajío. Con la misma antigüedad que el blog anterior, éste incluye no sólo recetas de cocina –perfectamente descritas y fotografiadas– sino información sobre productos del mercado, vinos, técnicas culinarias, crítica gastronómica… Gusta Carlos Dube de maridar sus recetas con interesantes referencias al producto a cocinar. Por ejemplo, el post dedicado a la calçotada es digno de leerse. Si después de leerlo no sabe tanto del cultivo del calçot como el mismísimo Montilla (es un decir), es que usted no sabe leer. También hemos probado diversas recetas de las muchas que ha ido escribiendo Carlos Dube. Muchas, muchísimas son muy recomendables. Pero para hoy, o mañana que es domingo, me permitiría sugerirles la Fideuá de Bacalao. Que les aproveche.

Fideuá de bacalao. Fotografía: Carlos Dube

(Escrito por Protactínio)

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27 marzo 2009
Fidelidad


Sólo 45 minutos para redactar un correo, veinte minutos de autonomía e irrompible. Pero sobre todo, "I'll buy anything that is shiny and made by apple".

Las antiguas leyes de marketing, según me las enseñaron, describen esta disciplina como "una filosofía encaminada a identificar, satisfacer y crear necesidades" para el consumidor. Esto fue dictado cuando la globalización era prehistoria, la comunicación instantánea una utopía y nuestras redes de información eran, desde nuestro actual punto de vista, francamente precarias. El acceso de las marcas a todos los territorios -la universalización del modelo Coca-Cola, impecable porque su establecimiento no disfrutó de los multicanales actuales- y por las vías más directas imaginables -el anuncio de Vodafone que te cuelan mientras escuchas música en Spotify- presenta en la actualidad un panorama fascinante. En concreto, la difusión de los logos en una serie de carreteras paralelas: vallas publicitarias que trascienden el anuncio puro y que en ocasiones ni siquiera idea o financia la propia compañía. Más que nunca, una Filosofía. Lo etéreo o sentimental gobernando hábitos frente a lo que en la práctica es un hecho concreto (el consumo, la adquisición). Como esos anuncios de vehículos que no anuncian el coche sino un estilo, un aire, una ecología.

A mediados de esta década fueron identificados una serie de sitios web focalizados en compañías y marcas. La Iglesia del Consumidor dividió estos sitios en cuatro categorías, The 4 F's, y como siempre Vicente Verdú se hizo eco. La nomenclatura eclesiástica no es gratuita, pues el fenómeno se articula en claves muy similares a las del seguimiento religioso, con la fe predominando sobre la razón. Aquí otra muesca.

La primera F son los Filtros y un ejemplo de filtro sería esta página sobre los cafés de todas las esquinas modernas y participación estelar del mítico Juan Valdez (se lo arrebataron a Saimaza pagando la espectacular cláusula). Los Filtros se caracterizan por recopilar información sobre una marca concreta, reuniendo observaciones de clientes, sucesos cotidianos y actualidad.
La segunda F son los Fanáticos y una referencia fundamental la encontramos aquí. Está claramente especificado: un blog sobre McDonald's pero no afiliado a McDonald's. Seguimiento diario de la cadena y la marca; publicidad voluntaria de quien ha trascendido la fidelidad para situar la marca en el eje de su existencia. En este punto uno se pregunta, ingenuo, si la campaña que le están haciendo nuestros medios a Florentino Pérez es también "no afiliada" y gratuita.

A continuación la Iglesia nos cita los Facilitadores, que crean comunidades y constituyen un ejemplo literal de 'citizen marketers'. Como Fernández Mallo no los difundió todavía, nos permitiremos referir aquí la experiencia de Mini2, emplazamiento de seguidores y usuarios de este legendario diseño automovilístico. Siendo ajena a la marca y la empresa, esta F también es atribuible a los cientos de blogs no oficiales sobre artistas, partidos políticos y otras especies exóticas.

La última F corresponde a los Firecrackers, autores de llamativos y a menudo fugaces chispazos que sitúan un producto o marca en el ojo del huracán consumista. Un vídeo, una animación o una canción (o las tres cosas juntas) componen la artesanía más elemental de esta F, al alcance de cualquiera. El D.I.Y. postmoderno y a menudo colindante con el referido Fanatismo que procede de la Fidelidad incondicional a una marca. Algo no tan nuevo, desde los partidarios de Adidas frente a Nike y los adscritos a BMW antes que a Mercedes. Cerrando el círculo, nuestro ejemplo de Firecracker sería este spot casero de ipod.

Que los Follen.

(Escrito por sickofitall)

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26 marzo 2009
La monja lince

Que Josep-Lluís Carod Rovira debe ser hombre con extrema facilidad para el trato, la charleta y hasta la amistad se deduce fácilmente de sus muy diversas reuniones y fraternales contactos. Ayer Josu Ternera, hoy un indio ecuatoriano, mañana una monja Dominica Contemplativa… En fin: de todo, como en la viña del Señor/Senyor. Ahora bien, no sé si todos sus interlocutores calan a Carod como lo ha hecho Sor Lucía Caram. Es que lo ha desnudado, vamos. Talmente como si fuese una psicoanalista argentina, que lo es. Argentina, digo. De Tucumán, concretamente. Y lo de psicoanalista, va por añadidura, en el mismo lote. ¿A qué se creen ustedes que se dedican las Dominicas Contemplativas? Pues a analizar, claro. Rezan y analizan. Todo el día. O, por mejor decirlo, todo el santo día. Y Sor Lucía, a quien no hace falta que su santa le conserve la vista porque es una lince, ha calado, como digo, a Josep-Lluís. Sostiene Sor Lucía que Carod, de agnóstico, nada. Que eso lo dice por una especie de necesidad (o moda) social. Pero nada más. Que Josep-Lluís es un gran creyente y mantiene una actitud apostólica con respecto a sus creencias que ya la quisieran para sí muchos que se llaman cristianos. Ahí le ha dado, Sor Lucía. Carod, como cualquier nacionalista, es un creyente. Sólo un creyente, añadiría yo.

Todo viene a cuento de una pregunta que, en tono pretendidamente irónico, le hace Josep Cuní, el presentador de TV3:
-Entonces, puede decirse que Carod la ha convertido a usted a la fe del catalanismo…
-En gran parte, sí… contesta, sincera, Sor Lucía.

El sintagma, claro, es la fe del catalanismo. Y no admite agnosticismos, evidentemente. Es esa fe la responsable de los más de mil comentarios a la entrevista de Arcadi Espada en Avui que se repasaban aquí días pasados. Porque, vamos a ver, ¿qué puñetas dijo A.E. para soliviantar de tal forma a la iglesia independentista? Pues nada: que Cataluña no existe como nación. Que o estado, o nada. Filfa. Ficción. Y por ahí los creyentes no pasan. ¿Quién es Arcadi para decirles a ellos que la nación catalana no existe? ¿Quién? Es una cuestión de fe, hombre. ¿Es que no se da cuenta? Y como el dios catalanista no parece haberle regalado con la fe, senyor Espasa, ya puede ir usted dándose por jodido. O emigrando de aquí, como prefiera. O ambas cosas, que es lo que preferimos nosotros. Y todo esto, bien rociado, regado incluso, de los más de ciento cincuenta insultos, insultejos y maldades que el propio Espada extrajo de los comentarios con precisión de entomólogo.

Religiosos. Eso es lo que son. Lo que únicamente son. Como antiguamente, ¿no? Me recuerdan a mis padres, pero sin excitarme para nada la ternura. Son felices así, con sus pequeñas creencias, sus pequeños dogmas, su pequeña fe y su pequeño país. Y eso estaría muy bien si no pasase de ser una actividad meramente privada, íntima, personal. Pero no. Al igual que los antiguos misioneros, quieren imponer, catequizar, convertir. Labor apostólica, como dice la monja independentista. Será por eso de que la fe sin obras es una fe muerta. Eso sí que lo han entendido bien los amigos de Sor Lucía. Lo de las obras, digo. Con su tresporciento incluido, claro.

(Escrito por Protactínio)

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25 marzo 2009
Viva la Pepa










¿Se puede reír de todo?


> Del tiempo que se aleja.


> Del rabo entre las piernas.


















¿Se puede reír de todo?


> Ese tipo es negro, homosexual, minusválido y belga.

> ¡Jajajá!

> ¡Belga!

> ¡Qué gracioso!

¿Se puede reír de todo?

> Chantal Biya, primera dama de Camerún: No.













¿Se puede reír de todo?

> Del impresario italiano, el discjockey malgache, el portero de discoteca israelí.

> Las dictaduras utilizan bombas lacrimógenas y gases hilarantes. Las democracias sólo los echan por la tele.

¿Se puede reír de todo?

> De nuestros sucesores. De aquellos que nos sobrevivirán. TM apostaba por los cefalópodos. Los pulpos viven en el fondo del mar, tienen la suerte de contar con ocho brazos coordinados por un cerebro. Bastarán cien millones de años para que salgan del agua.

¿Se puede reír de todo?


> La risa de las muchachas es una fuerza física, un trance. No importa saber de qué se ríen. De nada en particular y de todo en general. La risa de los viejos, en cambio, es un jadeo alambicado. MTP, sin ir más lejos, sólo se ríe cuando corresponde con su vieja amiga desde lugares distantes que se llaman Bukavú o Teresina (o Pelotas, o Bobo Diulasso). Lo que consiguen las palabras entonces es la ligera vibración de una recóndita membrana que aún no tiene nombre. Él la llama Pepa (a la membrana, y también a su amiga).

> Viva la Pepa.


> El chiste más viejo del mundo, según NP, es bíblico: ‘En un comienzo fue el verbo’. Luego vino un chiste precolombino, el Descubrimiento de América, y así hasta llegar al bombardeo de La Moneda, que sería un chiste metafísico.


¿Se puede reír de todo?


> Los mejores chistes son los no simultáneos. Esos son los imprescindibles, como diría BB.

> Me río con algunos pero confieso que desconfío de los chistes. Me pasa así desde el día en que un compañero y amigo, en contra de su reputación y para sorpresa de todos, se decidió a contar un chiste delante de la clase. Contó uno bastante malo, todo hay que decirlo. Mientras lo iba contando, el silencio se hacía más y más espeso. Cuando terminó, la clase estalló en unas risotadas tan estrepitosas como desproporcionadas. No tardó mi amigo en entender que no nos reíamos del chiste sino de él. Años más tarde se quitó la vida, por cierto que por otras razones. Con todo, cuando supe la triste noticia no pude dejar de acordarme del maldito chiste. Y no me hizo ninguna gracia.

¿Se puede reír de todo?


> A condición de que sea divertido.


¿Se puede reír de todo?

> ¿Puede repetirme la pregunta?

____________________________
TM: Théodore Monod
MTP: Mi Tío Pepe

NP: Nicanor Parra

BB: Bertold Brecht
La foto del Time es de Weegee

La caricatura es de Philippe Geluck

La foto de las primeras madamas es de NN

(Escrito por Josepepe)

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[0] Editado por Bartleby a las 8:00:00 | Todos los comentarios 280 comentarios // Año IV
24 marzo 2009
Inobservario



Esto es insoportable. Es medianoche (ejem, es un decir) y aún no he escrito. Y el bizcocho este de arriba mirándome fíjamente a los ojos. A ver si se me ocurre algo; como si pareceria que lo haya hecho tsevanrabtan y su torpe prosa. Esto último es lo más fácil.



«Siempre he pensado que lo correcto era transmitirlo en persona a los soldados.» Con esa sintaxis de culpa se expresó ayer la ministra Carmen Chacó. No sólo quería decir que aquí está ella para dar las malas noticias; también que no le va a pasar como al general del celebrado chiste de Eugenio, el eclipse y la tropa.



Aún pudo ser peor. La ministra pudo haber pensado siempre que lo correcto era transmitirlo en persona a todos los españoles. E interrumpir las emisiones de las televisiones (sin que pareciera un golpe de estado), poner voz grave y anunciar: misión cumplida.



Una propuesta correctamente moderna y alternativa sería vía SMS a la lista de distribución fuerzaDestacadaEnKosovo: «ns retiramos. misión kmplida. k n s ntere l enimigo. Ni ls aliados. Mtro Defensa. Gob d Ñ.» Era una idea maliciosa... pero, al menos, una lista de distribución de un servidor de correos con un mayordomo eficiente... que estamos en el siglo vigésimo primero.



José Luis a Sonsoles en la intimidad de la noche: «no te imaginas lo que cuesta ser (casi) todo el gobierno.» Sonsoles a José Luis: «zzzzzzzzzz...p».



Ministro sin cartera pero con tarjeta visa oro.



No sé porqué me he acordado de Moratinos. Una fuente cercana (juran y perjuran lo periodistas) asegura que no sabía nada. Él, que lo sabía todo. Joder cuántos circunloquios para seguir siendo ministro.



No dejen de ver, los que puedan, Saturday Night Live. La versión americana, claro; que, ay, sólo dan por lo plus.

Now, live from nowhere; broadcasting 24/7, it is NJA.

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23 marzo 2009
Rubianes
Disculpen el vocabulario e incluso el tono pero soy incapaz de escribir sobre Pepe Rubianes de otra manera. No concibo una entrada con Pepe de protagonista con un fondo de música celestial, me parece una falta de respeto, una impostura. Por otro lado, me he permitido la licencia de entrecomillar frases que recuerdo de memoria, o sea, que no son textuales. En todo caso la variación es mínima, algún “coño” en vez de algún “cojones” quizás.

Pepe Rubianes Alegret era un tío de puta madre, empecemos por aquí. Ya sé que para muchos quedará el recuerdo de la famosa entrevista en TV3 en la que envió a tomar pol culo a “la puta España y a la madre que la parió”. Sí, a Rubianes se le iba la olla, se encendía y enviaba a la mierda a todo lo que se le ponía por delante, pero era así, siempre decía lo que pensaba y se la sudaba quien tuviera enfrente. Recuerdo en una entrevista que le hicieron paseando por la Barceloneta cuando atravesó por detrás suyo un chaval echando leches con un monopatín y Pepe pasó de la entrevista y soltó a grito pelado: “nene, cojones, te vas a dar una hostia que te vas a cagar” y luego continuó hablando sin inmutarse.

Es cierto que a Pepe se la sudaba España, como se la sudaba Cataluña, Galicia (su tierra natal) y Occidente en general. Nunca soportó la vida acomodada que llevamos por estos pagos y el tío se cabreaba de verdad y no se cortaba. Tenía espíritu africano, cada vez pasaba temporadas más largas en Kenya o Etiopía y se sentía mejor con ellos que con nosotros.

Su humor se basaba en mofarse de la vida acomodadiza y aburguesada que llevamos, y nosotros nos reíamos un poco de nosotros mismos a veces sin darnos cuenta. No entendía cómo es posible que aquí la gente se cabreara porque no le funcionaba el ascensor o la lavadora cuando en África no funcionaba absolutamente nada y los etíopes, decía, siempre andaban con una sonrisa en la cara. Contaba la anécdota de que, estando en las cataratas Victoria, un africano le dijo: “joder, la de años que llevamos con las cataratas aquí a un palmo de nuestras narices y tuvo que venir un blanco (Livingstone) a descubrirlas. Si no llega a ser por él todavía no nos habríamos dado cuenta, manda cojones”. Era imposible distinguir a Pepe cuando hablaba en serio o en broma pero daba igual.

Rubianes había encontrado la formula perfecta. Se tiraba 7 u 8 meses en el Capitol con “Rubianes solamente” hasta que hacía la pasta suficiente para largarse cuanto más tiempo mejor. Cuando se le acababa el dinero volvía al Capitol y llenaba otra vez el teatro y, de paso, la hucha, y vuelta otra vez a África.

El mérito de Rubianes, como decía, es que hacía reír a la gente descojonándose de su forma de vida. Abominaba del matrimonio pero explicaba que Dios todopoderoso no tuvo a bien ponerle a una mujer en su camino y el pobre tenía que arreglarse solo en su piso de la Barceloneta, ya fuera pelándosela (una afición reconocida) o, cuando tenía suerte, llevándose a alguna amiguita a casa. “Cuánto envidio a los casados, coño, con los niños y toda la parentela y, encima, follando cada noche con la mujer impaciente esperando en la cama”. El cabrón sabía que los casados follamos poco, y menos con la mujer, y nos reíamos con un punto de envidia.

Estaba especialmente inspirado cuando se descojonaba de los planes de pensiones de La Caixa: “es cojonudo, pagas toda la vida y cuando te jubilas, sobre los 70 años, a vivir: viajes, fiesta y a follar como un loco. Esto es vida, coño.” Cabrón.

Entre sus objetivos se encontraban también los intelectuales de salón. Siempre mencionaba sesudos estudios de filósofos y demás, que pontificaban teorías absurdas y pretendían arreglar el mundo desde el sofá de su casa. ¡Cuánto se habría descojonado Pepe con la “mujer ctónica” de Horrach! (con todos los respetos) de haber conocido el asunto. “El profesor Eisenwerber (se inventaba los nombres) está estudiando la relación entre el diámetro craneal de los etíopes y el tamaño de su polla. Los tíos elaboran unas teorías cojonudas que si sirvieran para algo ya serían la hostia.”

Y Rubianes no era precisamente un analfabeto ni mucho menos, tenía un bagaje cultural notable. Conocía el mundo del teatro a la perfección y le entusiasmaban Lorca y Pla, entre muchos otros. No sé si era pensando en los clásicos cuando se le ocurrían estas cosas: “Ustedes no saben lo que es estar solo en la sabana, tumbado en la hierba, contemplando el cielo azul, oyendo el rugir de los leones a lo lejos y el galope de las gacelas. A mí me entra una tranquilidad espiritual y una emoción que me provoca unas ganas irrefrenables de pelármela” decía el tío.

Pepe tenía en el punto de mira a la Iglesia, con especial predilección por los obispos, les daba una caña brutal, pero no dudaba en colaborar con los sacerdotes de buena fe que se dejaban la piel en África. El padre Manel cuenta que Rubianes estaba metido en muchos proyectos de ayuda a los más desfavorecidos, sobre todo en Kenya y Etiopía, sin hacer ninguna publicidad. En Kenya se está acabando de construir un dispensario que llevará su nombre y que en buena parte sufragó él de su bolsillo.

Como dice Carles Flavià: “Pepe ha sido un triunfador en el escenario, en la cama y en la vida, porque ha hecho siempre lo que ha querido o, dicho en su argot, lo que le ha salido de los cojones”.

Mi admirado Pepe tiene crédito para que no le tenga en cuenta sus salidas de tono (incluyendo el de la puta España) que habrían hecho sonrojar al mismísimo Makinavaja, pero no sería justo que no le echara en cara un tema.

Criado en el Chino y viviendo en la Barceloneta, Pepe se conocía la Barcelona profunda como nadie. Era un tipo listo y también un superviviente. Su chiringuito o su cuartel general lo tenía montado en Barcelona y sabía que no podía cagarse en los muertos de Maragall, Pujol o Montilla y salir indemne, aunque tuviera ganas de hacerlo. Es quizás el peaje, el pedazo de libertad que tuvo que conceder, para llevar la vida que le gustaba.

En el funeral de Pepe, otro Pepe, Montilla, dijo algo así como que “había muerto uno de los grandes referentes de la cultura catalana”. Joder, para un tío que ha hecho todos sus espectáculos en castellano ya tiene huevos. ¿Se acordaba Montilla de la Feria de Frankfurt, por ejemplo?

Lo que nunca hizo Pepe lo voy a hacer yo, humildemente: anda, vete a la mierda Montilla.

(Escrito por Barley)

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22 marzo 2009
Mapas y pinturas
Me gustan los mapas, soy incapaz de estar delante de uno sin acercarme a echarle al menos un vistazo, no me pregunten por qué, no entiendo gran cosa de topografía ni de escalas, aunque es cierto que siempre se me dio bien la Geografía.

Otra de mis aficiones tiene que ver con la pintura, fundamentalmente con aquellos cuadros que recogen un espacio más o menos pequeño, con unos personajes sorprendidos en un momento concreto. En un primer momento, me los tomo como si fueran verdad, como si se tratara de fotografías robadas a la realidad. ¿Quiénes son aquellos hombres?, ¿qué estaban haciendo un momento antes?; lo que en realidad significa, ¿qué pretende el artista que pensemos?

En buena parte del arte, esa interpretación requiere de ciertos conocimientos de simbolismo, el significado de un color, de un árbol concreto, de un animal aparentemente neutro. Cuestiones que hemos olvidado y que enriquecían enormemente las obras.

Las Meninas, por supuesto, “pero, ¿dónde está el cuadro?”, el misterio por excelencia, un cuadro que muestra a su autor pintando un cuadro que tendemos a pensar que es el que estamos viendo.

No me voy a meter en este jardín: he leído todo lo que he encontrado sobre el tema, desde Foucault hasta Nooteboom, pasando por Miller o Gauthier y no he podido resistirme a citarlo, pero la obra que me llamó la atención es mucho más sencilla.

Allí, Frick Collection, New York, calle 70 o así, entre la Quinta y Madison, está este cuadro de Vermeer, Soldado y muchacha sonriendo, un cuadro con mapa y escena aparentemente sencilla de interpretar.

Un soldado, de espaldas, conversa con una muchacha. Entre ellos, una mesa y junto a las manos de ella, una jarra. De los detalles pictóricos no me atrevo a hablar: es evidente que el efecto de luz es magnífico: desde la ventana hasta el rostro inocente de la joven, que recoge inmediatamente nuestra mirada.




¿Pero qué estamos viendo?

La interpretación canónica habla de la seducción por el vino. Esto exige admitir que la jarra es de dicha bebida. Bueno está y además explica el rictus de la boca de la joven: el comienzo del efecto del alcohol, que la hace sonreír un tanto bobalicona. Entonces, el gesto del soldado puede encajar, ligeramente agazapado, en sombra, esperando que el vino haga sus efectos. Pero no sé hasta que punto en la Holanda de la época era natural que en una conversación entre un hombre y una joven sea ésta la única que bebe, salvo, claro está, que el cuerpo del hombre impida ver su propia jarra.

Pero no parece que estemos en una taberna, sino en una estancia de una vivienda, aquellas personas se conocen, eso permite aceptar mejor el hecho de que sólo a ella la veamos beber (aunque no la vemos beber, sólo vemos la jarra ante sus manos). Quizás hay una relación familiar.

¿Y el mapa?, ¿por qué pinta Vermeer este mapa?

De entrada, es un mapa auténtico, concreto, el artista se ha preocupado de pintarlo con la suficiente precisión como para que sea identificado, algo que se antoja complicado si no se posee un ejemplar. Recoge a las provincias de Holanda y Frisia Occidental, lo que incluye Delft, cuna de Vermeer, y fue elaborado por Balthasar Florisz van Berckenrode hacia 1620.

El cuadro es unos treinta o cuarenta años posterior, al menos, algo que se puede observar por sus colores ajados y su aspecto algo desgastado.

A Vermeer le gustaba colocar mapas en sus cuadros, hay seis al menos documentados y parece que tenía cierto interés por la geografía, algo bastante normal en la Holanda de la época, promotora del comercio marítimo y de los viajes en general.

De manera que incluir un mapa es señal de conocimiento y poseerlo de cierto prestigio, al menos en aquel lugar y en aquella época.

El mapa, por otra parte, puede tener relación con el soldado, puede constituir una referencia política. La época de Vermeer fue época de guerras, primero contra los españoles, luego contra los franceses.

Podemos pensar que el soldado ha vuelto de luchar por la libertad de esas provincias y cuenta sus historias, sus batallitas, a una joven de su familia o de su círculo de amistades y entonces la sonrisa de la joven, que primero pareció ingenua, puede resultar también escéptica.

En un principio se pensó que los rostros femeninos de Vermeer eran de mujeres de su familia, algo que hoy se descarta, vaya usted a saber por qué.

Lo cierto es que familia tuvo de sobra, quince hijos, de los que le sobrevivieron once. Esto da idea de una vida desahogada y así fue en un principio, pintaba para sus mecenas y era también vendedor y reconocido experto en pintura, pero las guerras nunca fueron buenas para las Artes y finalmente tuvo que malvender algún cuadro. A su muerte, las deudas superaban la herencia y su viuda tuvo que renunciar a la misma y dar los cuadros a los acreedores.

Hoy está unánimemente considerado entre los mejores de su época e incluso como precursor del impresionismo en algunos aspectos.

A mí lo que de verdad me sigue gustando es su facilidad para componer esas pequeñas escenas, de pocos personajes en actitudes casi domésticas.
(Escrito por Schultz)

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21 marzo 2009
Está el horno para arroces

Mi querido y respetado Protactínio:

Se supone que el NJ, un blog de tanta alcurnia cuya corte está compuesta de nobles como el Marqués, juglares como Jamón Tano, trovadores como Belaborda y bufones como el contrahecho Federmico que chapotea feliz en la sentina, debería exigir un total cientifismo en sus colaboradores gastronómicos sabatinos.

Obligado por la memoria que le debo a mi abuela Luisa (Valencia, 1885-1969) y al arròs al forn que en tantas ocasiones cocinó para mi y forzado por el rodillo con el que mi esposa Pepa (Valencia, 1946) me amenaza si no escribo estas líneas, he de hacerle, gourmet Protactínio, unas precisiones sobre la receta de ayer con el ruego de que se las transmita al Traca Visente:

En primer lugar este cuiner afisionat ha olvidado que junto con los garbanzos y el tomate hay que cortar unas patatas en rodajas y sofreirlas; así mismo debe precisar el concepto “hasta que el arroz esté amarillento”: Si se refiere al color que la gramínea adquiere al sofreirla, la denominación tradicional es “hasta que esté doradito”, si, por el contrario, se refiere al color que debe tener el grano para no parecer arroz con leche, se ha de indicar que debe añadirse colorante Carmencita (o mucho mejor azafrán si, como es nuestro caso, se posee algunos estigmas tostados de Crocus sativus recolectados en la estepa de Calamocha). Esto hay que advertirlo, pues si algún berzas –v. gr. Aldeans– se le ocurre cocinar el plato sin poner colorante le puede salir como arroz a la cubana y odiar in aeternum a Visantet y con él a todos los valencianos y valencianas (sería un honor).

Por último: ¿qué mariconada es esa de “la media cabeza de ajos”? Lo que toca es colocar en mitad de la cazuela la cabeza de ajos entera, también llamada “perdiú”. Es cierto que Horacio (Ep. III, 19), como refinada tortura, desea que Mecenas tras haber comido ajos yazga con su chica y que ésta le rechace, pero no hay que olvidar que el ajo está en la base de la cocina mediterránea y su ingestión alarga la vida: yo, anciano vetusto y cascarrabias, soy buena prueba de ello.

En lo que ya me doy por vencido es en la lucha contra la recomendación de beber vino blanco con platos que contienen morcilla, recomendación que incluso Vd., malandrín, hace. ¡Allá cada cual con sus preferencias, pero sépase que de modelnos el infierno está empedrado!

PS: Mi parienta, que ha leído lo anterior, tras otorgar el nihil obstat y el imprimatur, ha sentenciado: “Puedes decirle a tus amigotes Protac y Visantico que quedan invitados el día de nuestro santo a probar este arròs al forn* de la abuela Pepa”.

Saludos.

Logseno

(*) Vide afotos.



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20 marzo 2009
Ayer
Ayer, como todos sin duda recuerdan, se celebró San José, día del presunto padre. No día del padre, no: San José, de biopadre tuvo poco si nos atenemos al dogma (que, claro está, es a lo que hay que atenerse). Presunto o putativo no más. Y, sin embargo, ahí está, hermosamente pintado por Rafael, casándose de penalti (avant la léttre). Un precioso ejemplo de credulidad y optimismo. Estoy, por ello, muy orgulloso de mi nombre.


Pasé una parte del día buscando personajes en el cuadro que El Mundo ha contribuido a popularizar. En realidad, el juego está entre lo obvio y lo frustrante porque hay bastantes chinos absolutamente irreconocibles. Además, el valor de los autores como retratistas es –como San José– meramente presunto o putativo. Por ejemplo, donde claramente se adivina a Julio Anguita saludando detrás de Picasso, los autores dicen que el retratado es… (¡tachán, tachánnnnn!) ¡Steven Spielberg! Quiá. Si fuese el director de cine no lo miraría Marx (Karl) tan aviesamente.


Directordecine, en mi región, es Pedroalmodóvar. Términos sinagogos (del tránsito). También descubrí ayer que Pedro (tenemos cierta confianza) se parece cada vez más a su madre. No a su padre, no: a su madre. Jesús y Pedro se asemejan en eso: el padre de ambos es meramente putativo. Al revés que muchos otros que, con la edad, van siendo cada vez más parecidos a su biopadre (ese es mi caso, por ejemplo), el gordito de Calzada se desliza irremisiblemente hacia su señora madre, que en paz descanse. Vean, sino, la foto. Vale: concedo que tiene –también– algo de Raphael hormonado. Pero ¿recuerdan ustedes a su madre haciendo de televisiva presentadora en “Mujeres…”?

(Escrito por Protactínio)

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19 marzo 2009
Fumar no es fashion

Número 201 de la revista YO DONA. 7 de marzo de 2009. La citada revista es la publicación más feminista de EL MUNDO. Su directora gusta de acabar sus editoriales haciendo referencia al sumatorio anual de mujeres maltratadas fallecidas. También detalla el número de hombres. En la portada de ese día, Adriana Ugarte. En páginas interiores, concretamente en la 27, aparece la susodicha a toda página con la guisa que ilustra la foto de este post y el video que hay detrás de este link.

La ley Antitabaco entró en vigor en España el 1 de enero de 2006. A partir del 31 de julio de 2005 las tabaqueras no pueden anunciarse en la Fórmula 1 cuando esta se disputa en Europa. La LEY 34/1988, DE 11 DE NOVIEMBRE de 1988, GENERAL DE PUBLICIDAD, prohibió la publicidad del tabaco en las televisiones españolas. Al menos, dos de los hombres Marlboro, marca que según Microsiervos fue creada inicialmente para mujeres, David McLean y Wayne McLaren, están criando malvas hace años, víctimas de cáncer de pulmón. La relación directa entre tabaco y muchos cánceres de pulmón está científicamente demostrada. Pero pese a todo, la Revista YO DONA y Pedro J. Ramírez siguen creyendo en 2009 que fumar es fashion.

(Escrito por pangloss)

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18 marzo 2009
Revolución (con perdón) digital
La revolución digital que comenzó hace nada promete acabar, o dejar como mero recuerdo arqueológico, algunas costumbres arraigadas y que nos han hecho como somos.

Entre las que están en peligro está la de la lectura tal y como la conocemos hoy, con todo lo que lleva aparejado. Hasta ahora leíamos los libros comenzando por la primera página y acabando en la última (si el libro no era un tostonazo, pues entonces nos permitíamos abandonarlo a la decimoquinta página; tampoco si era Rayuela, que había que leer dando brincos al acabar cada capítulo). Logramos adquirir el hábito de la abstracción, del juicio, de la meditación intelectual, y así, desde que se inventó la escritura hemos ido viviendo. La posibilidad real de leer en red, es decir, de leer textos que incluyen enlaces y nos permiten, incluso nos incitan, a saltar de uno a otro, sin haberlos acabado, de leer de manera arborescente, está creando otros hábitos de pensamiento, sobre todo en aquellos jóvenes no moldeados por lo anterior. ¿Es esto bueno?, ¿es intrínsecamente malo? ¿Se perderán algo por no estar acostumbrados a leer Moby-Dick, o La Ilíada? ¿Esa lectura saltarina les hará más llevadera la lectura de obras con gran aparato de notas y comentarios?

***

Desde hace un tiempo, tampoco mucho, la verdad sea dicha, nos muestran los libros digitales: esos utensilios que nos permitirían leer textos digitales sin cansar la vista pues han logrado imitar digitalmente la tinta utilizada en los libros. Eso sí, en España aún no se comercializan, así que nos tenemos que aguantar con ver a los extranjeros disfrutando de la lectura.

A mí esto de los libros digitales me parece bien. He de confesar que soy un fetichista y que el libro de papel, con su cubierta, el olor. En fin, todo lo que convierte a un objeto en fetiche, pero no soy tan obsesivo como para no darme cuenta de las inmensas posibilidades de una biblioteca electrónica que apenas ocupe espacio y la puedas llevar contigo a todos lados. Ya me sueño viajando por quién sabe qué lugar perdido del mundo y con mi lector de libros digitales (de gran capacidad de almacenamiento) leyendo el Quijote y saltando a otras lecturas cada vez que d. Quijote, Sancho, el Bachiller o el cura mencionen un título. Apretaría una tecla y me pasaría al otro texto, y cuando lo acabase volvería al Quijote, si es que ese otro libro no me llevaba a otro distinto.

Además ¡qué descanso sería vivir en un apartamento no muy grande, con las paredes desnudas, o casi, saber que no se acumulará tanto polvo, o que el techo de los vecinos del piso de abajo no corre el peligro de derrumbarse!

***

La digitalización de los textos, como antes de la música, vuelve obsoleta la ley de los derechos de propiedad intelectual al igual que le ha ocurrido a la Ley del Libro, que no incluye la definición de libro digital.

No hay más que ver la obras huérfanas, huérfanas de autor no porque haya fallecido sino porque se han ido escribiendo en la red, y como toda obra escrita es propiedad, nos dicen, de un sujeto escritor, al que no se logra encontrar. Por eso son huérfanas, claro. Pero al no poder encontrarse al autor no se puede tampoco vender ni utilizar la obra, por falta de sujeto creador a quien pagar unos derechos en los que él no ha reparado. En realidad, Internet, los blogs y todo lo que rodea ese mundo aumenta porque no hacemos casos de tales restricciones. Imagínense que nos vinieran ahora con el cuento de que cada vez que copiamos un texto de una página de Internet o directamente enlazamos la página tuviéramos que pagar derechos de autor.

Por lo demás si el préstamo entre amigos de un libro no es ilegal, ¿por qué ha de serlo el de una copia del mismo en formato digital?

***

Google se ha lanzado a la digitalización de libros, con derechos de autor vigentes y otros ya vencidos. Para ello tuvo que abonar a los editores una buena cantidad de dinero. Microsoft, que también había iniciado el proceso, a última hora se ha descolgado. Queda solo Google, y probablemente nadie más se lance pues el dinero que hay que desembolsar en concepto de silenciamiento de protestas es tan elevado que nadie quiere arriesgar. Hasta ahora Google se ha portado razonablemente bien en lo que se refiere a las descargas, pero puede que un día cambie su política sobre el tema y comience a cobrar. Al existir solo ella, tendría el servicio en régimen de monopolio, y ya sabemos lo que eso significa: tarifas abusivas.

Lo mismo ocurre con Amazon y su Kindle. Solo puedes descargarte contenidos a través de Amazon: libros, periódicos, y solo si vives en Estados Unidos. Hasta ahora Amazon era partidaria del precio libre en la venta de libros, pero con Kindle, sin embargo, lo incumple. Los vende casi todos a 9.99, pero solo los vende ella, con lo que otras librerías no pueden ofrecer otro precio.

***

Hay un blog muy bueno sobre el tema, y que me ha dado toda la información para la entrada: Los futuros del libro.

Lo más curioso es que aun disponiendo de toda la información en el blog, y aun habiéndolo seguido durante varios años, me he comprado los dos libros que Joaquín Rodríguez ha sacado: Edición 2.0 Los futuros del libro y Edición 2.0 Sócrates en el hiperespacio, que reproduce lo que ya había escrito en el blog. Les advertí que era un fetichista.

(Escrito por Garven)

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17 marzo 2009
Esperando el tren de Corumbá
(Un viaje circular por Los Llanos, segunda parte)


El mal estado del camino hasta San Matías, en la frontera oriental de Bolivia con Brasil, nos obligó a virar hacia el sur en nuestro viaje por los Llanos del Departamento de Santa Cruz. En vista de las penalidades sufridas entre Santa Cruz de la Sierra y San Javier de Velasco no era aconsejable regresar siguiendo el mismo camino. Nuestra única esperanza era llegar a San José de Chuiquitos, capital de la Chuiquitania, y abordar allí el tren que procedente de la brasileira ciudad de Corumbá se dirige a la capital departamental. El camino, por suerte era cuesta abajo y presentaba un estado bastante transitable debido a que el terreno era menos permeable que los que habíamos dejado atrás. A San José llegamos a la hora de comer y lo hicimos en una fonda en la que pudimos descabezar un sueño en el corralón porticado que tenía justo a la entrada. El tren de Corumbá no llegaba hasta media noche.


Después de una siesta reparadora hicimos caso a la señora de la fonda y fuimos a conocer lo que queda de la primera fundación de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra por el conquistador extremeño Ñuflo de Chávez después de llegar a los llanos chiquitanos el 26 de febrero de 1561. El nombre que le dio fue el de su tierra natal. Veinte años más tarde, el gobernador Lorenzo Suárez Figueroa recibió la orden de trasladar la nueva ciudad hacia el oeste para defenderla de los fieros ataques de los indios chiriguanos y también para tener un control más eficaz sobre sus inquietos habitantes. Por esta razón Santa Cruz es conocida como la ciudad errante. La verdad es que pronto se nos acabó la diversión porque allí queda muy poquito más que el sitio.


Vueltos a San José mi contraparte, su sobrino y el chofer se dispusieron a realizar los trámites en la estación del ferrocarril para contratar los servicios de una plataforma en la que transportar la movilidad y asegurarla con las cuerdas que adquirieron en un comercio. Mi compañera y yo nos quedamos en la fonda tomando un matesito de coca y matando el tiempo con una partida de cartas con la dueña de la fonda. Fue entonces cuando sentí que perdía la visión repentinamente. Mi hipocondría irredimible me llevó a encontrar la explicación en la herida en el pie que me hice buscando palmas para calzar la movilidad atascada poco después de abandonar el curichi en el quedamos atrapados toda una noche. Nos habían recomendado no beber agua de los pauros que encontráramos por el camino a pesar de la sed que estuviéramos pasando. El peligro de hacerlo era sufrir una peligrosa y pertinaz amebiasis. Yo no había bebido agua pero sí me había herido en una zona pantanosa y por ahí me había agarrado la temida amebiasis. La dueña de la fonda me recomendó que fuera al hospital ferroviario que había cerca de la estación y a ella me fui solo. Sonia no le dio importancia porque como médica que era estaba convencida de que todo era psicológico.

Carmelo Flores, el sanitario del hospital me puso una dosis de suero antetánico y de repente me preguntó a bocajarro:

-¿Usted cree?

Juro que lo que menos podía esperar era una pregunta así y, con el fin de no complicar las cosas le dije que sí.

-Me lo temía, comentó con cierta sorna Carmelo Flores. Y continuó sin dejar que me repusiera de la sorpresa:

-Tengo la obligación de informarle que nosotros no procedemos de los Monos ni del barro sino que estamos aquí porque procedemos de los astronautas.

Por un momento pensé que me hablaba de los antepasados de los habitantes de aquel pueblo perdido en la selva chiquitana, pero no, Carmelo Flores quería decir que él y yo y todo el género humano teníamos nuestro origen en los seres de otros planetas. En una de sus muchas exploraciones cósmicas hubo algunos que se extraviaron en el espacio y lograron llegar a la tierra y se vieron obligados a iniciar desde cero el mismo proceso que les había llevado a alcanzar el progreso que en su planeta habían logrado.

-Recién ahora, afirmó Carmelo Flores envalentonado por mi mutismo, es que estamos consiguiendo algunos de los grandes adelantos de los que ellos disfrutaron miles de años antes de su naufragio. Si no te importa, ahorita, cuando venga mi compañero para hacer el turno de noche, te llevo a mi casa. Allí te voy a enseñar los libros en los que se demuestra lo que acabo de decirte, dijo abandonando el usteo para pasar sin transición al tuteo. Lo demás no son más que cuentos infantiles que nos contaron los misioneros jesuitas que nos adoctrinaron hace ya cuatro siglos.

Hecho el relevo, nos disponíamos a subir a su motocicleta para ir al cercano pueblo cuando ví aparecer entre las sombras la figura de Sonia. Cuando se acercó pude leer en su rostro la preocupación que parecía haber tenido por mi tardanza en regresar. El sanitario se deshizo en atenciones con Sonia y muy cortésmente se ofreció a llevarla a ella antes que a mí. Y se perdieron entre la bruma. Cuando dejó de oírse el metálico sonido de la movilidad me dije que lo mejor era volver caminando hasta el pueblo con lo que si el sanitario volvía me cruzaría con él y así ahorraría tiempo. No fue así y me dio tiempo de llegar hasta la fonda, le pregunté a la dueña y me dijo que aun no habían llegado. Esperé, pero inútilmente. La ansiedad iba subiendo grados y en pocos minutos ya estaba imaginándome todo tipo de desgracias, que habrían tenido un accidente en la moto, que la moto se había descacharrado, que el sanitario había raptado a Sonia que tal vez la estuviera violando. No me llegaba la camisa al cuerpo. Las preocupaciones por mi supuesta enfermedad habían dejado paso a otras, éstas mucho más acuciantes. ¿Cómo puede dejar a Sonia con ese loco de Carmelo, porque ahora lo veía aun más claro, Carmelo era un loco, un violador tal vez. De repente alguien me puso una mano en el hombro al tiempo que oía:

-¿Pero donde te metés? Tres veces he hecho el camino de la estación al pueblo y no te encontré.

-¿Dónde está mi esposa?

-En mi casa, ¿no te dije que era allí donde iríamos a enseñarte mis libros?

En casa de Carmelo Flores nos esperaban su mujer y Sonia sentadas en un abigarrado zaguán que parecía hacer de sala de visitas y también de dormitorio. Silvería, la tercera esposa de Carmelo como luego supe, me saludó con una mirada ausente. La cara de Sonia mostraba que la preocupación por mí estaba dando paso a un malestar de esos en los que caen las mujeres y que tan dificultosamente podemos gestionar con una mínima eficacia. Poco después llegó un amigo de Carmelo que él nos presentó como Cecilio Monteagudo dejando entrever que su visita le había chafado el plan de demostrarme el origen cósmico de la humanidad. En su lugar tuvimos que oír la narración de las andanzas por Sao Paulo de Cecilio Monteagudo con una amante bastantes años mayor que él dedicados a un negocio que él nunca entendió. A él le bastaba según decía con conocer el ancho mundo y hacer el amor con Ceomar de Oliveira, que así se llamaba su amiga y compañera, hasta que un día, pelo sim e pelo nao, así dijo, lo abandonó sin más explicaciones y tuvo que regresar a San José.

La tarde iba cayendo y la tertulia dejando de tener sentido si es que alguna vez lo tuvo. Así que en un receso de la conversa dije que había que regresar a la fonda para recoger el equipaje para ir a la estación a esperar la llegada del tren de Corumbá. Pero el tren, debido al fuerte surazo que estaba azotando la región no llegó hasta las tres de la mañana. Por fin nos encontrábamos instalados en nuestros duros asientos de madera. Carmelo Flores y Cecilio Monteagudo, que habían subido con nosotros para despedirse a bordo del tren nos abrazaron efusivamente y descendieron para situarse bajo nuestra ventanilla. Cuando el tres se puso en marcha, por fin, y me atreví a mirar a Sonia presentía con claridad que me siba a ser casi imposible disolver su fastidio y que tardaría mucho tiempo en romper la fría y dura máscara con la que había revestido su rostro, preparado sin duda para rechazar mis previsibles ataques, dirigidos a poner en marcha la averiada comunicación de la que siempre habíamos disfrutado.

El viaje se nos hizo muy largo. Y muy incómodo, no sólo físicamente. El tren resoplaba como falto de fuerza para avanzar contra el fuerte viento que lo azotaba. A las siete de la mañana llegamos a la estación de Santa Cruz de la Sierra y acudimos prestos a encontrarnos con el resto de la expedición ya que ellos habían tomado la decisión de viajar dentro de la movilidad con el fin de evitar lo que ellos sabían que podía suceder. Nos contaron que pasaron una noche infernal pero no de calor sino de frió. La plataforma se había ido llenando de polizones en cada una de sus muchas paradas. El frío que traía el viento del sur era tan insoportable que los polizones intentaron forzar las puertas de la movilidad para entrar en ella. Hasta trataron de romper los vidrios de las puertas. Si no lo consiguieron fue porque el sobrino de mi contraparte y el chofer llevaban armas de fuego. Pensaba que tendrían oportunidad de cazar algún pejichi durante el viaje.

El viaje circular por los Llanos había terminado al cumplirse una semana de nuestra salida del origen y destino del mismo: la más brasileira que boliviana ciudad de Santa Cruz de la Sierra.


(Escrito por Desdeluego)

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[0] Editado por Mercutio a las 8:00:00 | Todos los comentarios 285 comentarios // Año IV