GAZA
(Previa: que alguien lo suba para que se lea mejor y funcionen los enlaces)
El texto de Bart tiene 223 adjetivos y ni un solo dato. Consta de dos partes. Una primera, plañidera, en la que denuncia la marginación económica y social del presunto “guetto” de Gaza y se aflige con los mil muertos, los cuales le resultan especialmente dolorosos por la desproporción puesto que no han muerto 1000 israelíes para compensar la cuenta. La segunda parte adivina el pensamiento de los israelíes para conseguir lo anterior con saña.
El presunto Guetto
Israel ocupa el puesto 23 en el IDH (justo después de Alemania) y la Franja de Gaza (junto a Cisjordania) el puesto 106, el primero es, por tanto, uno de los países más civilizados del mundo y los segundos están en la zona media.
La diferencia es muy grande. En esperanza de vida, 8 años, (80,3 frente a 72,9). En educación no sería justo comparar cifras porque la ONU mide sólo el nivel de alfabetización, es decir, algo tan básico que no permite comprender bien las diferencias (es lo peor que tiene el informe del IDH). En renta per cápita los israelís son 12,5 veces más ricos (25.684 dólares frente a 2.056).
Cuando esa diferencia se encuentra pegada geográficamente, se convierte en una diferencia brutal. Basta atravesar la discutida línea fronteriza para viajar a otra época. El único lugar del mundo con una diferencia mayor creo que es España(puesto13)-Marruecos (puesto 126), los países que separan la Comunidad Europea (la mejor región del mundo) de África (el peor continente). Pero en este caso hay un mar que constituye una salvaguarda fronteriza.
Se aprecia mejor con esta imagen:
http://1.bp.blogspot.com/_iiN-SAQeNFw/SW-FqEYbt-I/AAAAAAAAAWA/7pKRzwlwpAc/s1600-h/Del+lado+de+la+civilización.JPG
Los países islámicos del entorno (Líbano, Jordania, Siria, Egipto) están en una situación parecida, ni mucho peor ni mucho mejor (concretamente, Siria y Egipto están incluso peor). Los únicos países musulmanes que descuellan son los petrolíferos por razones obvias.
Datos sacados de aquí:
http://hdr.undp.org/en/media/HDR_20072008_SP_Complete.pdf
De estos primeros datos, obtenemos la primera conclusión objetiva:
La situación económica y social de los palestinos es idéntica a la de sus vecinos culturalmente más próximos y, por tanto, es procedente atribuirles a ellos mismos la responsabilidad exclusiva de su situación, la correspondiente al grado de desarrollo alcanzado con los reducidos esfuerzos y capacidades de todos los países musulmanes del entorno sin excepciones.
Luego no es correcto definirlo como “guetto (condición marginal en que vive un pueblo) con restricciones a una vida medianamente digna”.
La imagen que impregna el texto de Bart de pobres palestinos frente a ricos judíos, de débiles coheteros contra poderosos tanques blindados es una falacia. La comparación no hay que hacerla frente al civilizado Israel sino frente a los incivilizados vecinos musulmanes.
La situación de desarrollo en los países musulmanes está descrita por Marvin Harris en numerosos trabajos. En el este del Sinaí, cuna de las tres religiones monoteístas dominantes en el mundo faltan bosques, faltan cerdos, falta ganadería, falta riqueza y faltan condiciones para el desarrollo. Estas condiciones de pobreza favorecen el refugio espiritual en la religión que, a su vez, supone un lastre para la educación y para evolución económica, creando un círculo vicioso del que es prácticamente imposible escapar. Israel es la excepción, es el único país que ha conseguido superar las adversas condiciones gracias a su laboriosidad y a su laicismo. Esto es sencillamente admirable, aunque los tarugos envidiosos suelen ocultar sus fracasos maldiciendo el éxito ajeno.
Algunos datos más respecto a Gaza. Aunque dispone del mismo nivel que sus países vecinos lo hace trabajando ¡la mitad! Con estos cálculos: el 45% de la población son niños, es el segundo país del mundo en población menor de 16 años, frente a las tasas de sus vecinos cuya media es 30%. Tiene una tasa de desempleo del 35%, más del doble que el 14% de media de sus vecinos.
La única explicación para esa situación privilegiada (en la que viven al mismo nivel que sus vecinos pero trabajando la mitad) es el contacto con la riqueza de Israel. Esto lo he comprobado en mis aventuras antropológicas y está relacionado con la ley de rendimientos decrecientes. En resumen, dadas unas condiciones económicas en un determinado entorno cultural, la masa laboral moda dejará de trabajar en cuanto alcance el nivel medio (y con el diezmo islámico, un segundo antes para no repartir).
Pasando a análisis más sentimentales, los territorios palestinos tienen la menor tasa de mortalidad infantil, un 30% menor a sus países semejantes.
La tasa de fertilidad es de 5,19 niños por mujer, una de las más altas del mundo y un auténtico misterio. Sólo los países africanísimos, con alfabetizaciones del 25% y no del 92,4% como la que tiene Gaza, tienen este tipo de tasas, es decir, países en los que ni conocen lo de la ovulación. En los países alfabetizados, la regulación demográfica mediante contraceptivos obedece a criterios de presión económica (que pueden ser de comodidad económica), es decir, por el motivo que sea, no es incómodo económicamente cargar con niños en Gaza.
Los datos están sacados de aquí:
https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/gz.html
En resumen, las condiciones de vida de la Franja de Gaza son similares al resto de culturas de su entorno, con ligeras mejoras y menos sacrificio laboral para conseguirlas. La presencia israelí es la única causa justificativa de las mejoras por la transmisión de excedentes de riqueza que, aun siendo minúsculos, representan una cantidad significativa para culturas de supervivencia con baja laboriosidad.
Los mil muertos
Israel está en guerra con los palestinos y siempre lo ha estado. Una cosa es que no haya batallas permanentemente y otra diferente que no haya una situación de guerra. Gente con más conocimientos de historia ya ha contado que la división de 1.948 no fue aceptada por los palestinos provocando una guerra que perdieron y el consecuente establecimiento de nuevas fronteras en busca de la seguridad del bando agredido aunque vencedor. Es normal, en derecho internacional el vencedor siempre impone las condiciones y con más motivo para un caso donde ha sido agredido y donde la seguridad de su población está fehacientemente amenazada.
Por tanto, ante la guerra, hay que emplear datos y criterios bélicos más que evocar pensamientos *fervientes* basados en imágenes bauluzianas (niño enrollado en sábana, apedreamiento a tanque, etc).
Marvin Harris analizó la guerra entre tribus de unos 20 miembros que a los primeros etnógrafos les parecía de lo más civilizada por el escaso número de muertes y la manera ingenua de celebración de los combates. Se colocaban los bandos frente a frente y tras una fase de enardecimiento con insultos, pasaban a arrojarse piedras y lanzas de forma caótica. La pelea terminaba en cuanto los grupos apreciaban que había heridos o víctimas graves, hecho que maravillaba a los antropólogos. Sin embargo, el análisis de los datos era revelador. Aunque el efecto visual de combatientes que abandonan la lucha ante la aparición de la sangre parezca muy humanitario, las mediciones no dejaban lugar a dudas. Para cuando se daban cuenta ya habían caído un par de muertos por cada bando y otro tanto de heridos graves que, ante las carencias hospitalarias, morían en los siguientes días. Las cuentas indicaban que la media de muertos era de 4 por grupo y eso representa el 20% de la población. Es decir, un resultado mucho más aniquilador que cualquiera de las guerras modernas. Pero analizando los muertos el análisis era más cruel. Morían los individuos que peor esquivaban los proyectiles: ancianos, niños y mujeres, mientras que los ágiles guerreros casi siempre se salvaban. La reducción de estos grupos de población era precisamente la adecuada para aliviar la presión demográfica, que junto a la escasez de recursos era la base material de la guerra. En efecto, los ancianos y los niños son consumidores improductivos y las mujeres son las únicas que determinan el crecimiento de la población, pues está comprobado que en ausencia de machos, la poligamia aparece en todas las culturas.
El criterio de proporcionalidad está pésimamente expresado. Según parece (porque es la única alusión al concepto de proporcionalidad) Bart hubiese deseado que murieran un número parecido de israelíes. Está confundiendo proporcionalidad con eficacia. No se le puede reprochar a Israel su mejor capacidad de defensa. Y las cifras hay que compararlas respecto a algo con sentido, en este caso la cifra de población, 1.500.000, es decir, un 0,07%, ridícula, muchísimo menor que la de los civilizados salvajes. Se puede comparar con otro dato, ya que se ha hablado tanto de los niños. Anualmente mueren el triple de niños en la Franja de Gaza por una pésima gestión de la sanidad palestina que los niños muertos en los ataques (19/1.000 de mortalidad infantil con una tasa de natalidad de 37,75/1000). También se puede comparar con la reciente guerra de Iraq, donde las cifras bailan de 100.000 a más de 1.000.000, grosso modo, 0,5%-5% de la población. Sólo en el primer ataque, 30.000 víctimas reconocidas por los americanos, es decir, algo más del 0,1% de la población. Otro dato a valorar es la densidad de población, la ciudad de Gaza (no la Franja completa) tiene aproximadamente 50.000 h/km2, los lugares desde donde coheteaban eran públicos: escuelas, hospitales, etc. Considerando estas circunstancias (bombardeos a lugares públicos de ciudades pobladas), el ataque ha sido muy selectivo y, desgraciadamente, dadas estas condiciones, era imposible evitar los daños colaterales (según expresión inventada por un socialista español).
Los putos cohetes caseros. Esta expresión eufemística es la mayor perversión literaria. Se está defendiendo que es mejor atentar sin rigor que defenderse con precisión. Es decir, se considera más ético que un terrorista dispare al tuntún contra la población civil israelí que el guiado civilizado de los misiles con que los israelíes han atacado los puntos desde donde se disparaban los putos cohetes caseros. No parece riguroso clasificar, mediante sutiles eufemismos, la maldad del empleo de las armas por la repercusión que tienen en las noticias o por el menor daño causado debido exclusivamente a la incompetencia. Son bombas volantes sin capacidad de ser apuntadas civilizadamente. Han sido 10.000 en 8 años y nos acabamos de enterar. Ningún pacifista nos ha informado de los putos 10.000 cohetes caseros que iban dejando cadáveres como miguitas insignificantes para los espectadores amantes del bulto, aquéllos que sólo les entra el prurito moral con cifras de 3 dígitos en adelante.
Pero la cifra cohetera indica más cosas si llevamos las palabras a la realidad. 10.000 cohetes en 8 años son muchas actividades: el paso por los túneles, transportes, escondrijos provisionales para sortear a la vigilancia israelí, montaje, nuevos transportes, etc. Todo eso se tiene que ver, no sólo por la policía palestina sino por la población. No ha habido ni una sola detención ni con Fatah ni con Hamas (con estos últimos es lógico porque ellos mismos son los que los arrojan). Hay una connivencia total entre la población y el poder para practicar el terrorismo. Pero es justo con esta cifra con lo que hay que ponderar la proporcionalidad. 10.000 impactos en tierras israelíes son muchos impactos. Hay que tener mucha paciencia para dejar expuestos a los compatriotas a la macabra lotería de que le caiga una bomba encima en cualquier momento y, por supuesto, ha habido muertos civiles en Israel (en la manifestación del otro día vi una pancarta de cientoveintipico niños muertos). Si unimos esto a los lugares desde donde ejecutaban los lanzamientos, es imposible no concluir que, efectivamente, había escudos humanos porque los civilizados israelíes tenían escrúpulos para atacar a los civiles. Naturalmente todo tiene un límite, recuerdo que nosotros desplegamos un ejército por la excursión de unos marroquíes a la isla de Perejil, 8 años soportando cohetes evidencia una paciencia, ahora sí, desproporcionada. Hice una captura de la manifestación del otro día que refleja perfectamente la diferencia entre los combatientes.
http://1.bp.blogspot.com/_iiN-SAQeNFw/SXM9MHY3ruI/AAAAAAAAAWI/DniYC3mCl1Y/s1600-h/La+gran+diferencia.JPG
La última parte del texto, no merece ser comentada porque trata del why, esa adivinación contra la que tanto previene Arcadi. Además, puesto que las afirmaciones han resultado falsas, las causas atribuidas sólo pueden ser fantasiosas.
Por último, Bart, repito lo que quedó ayer perdido en el UHF. Es muy feo que un administrador que acaba de expulsar a la única judía de este foro por defenderse de los ataques de un zoquete contra su pueblo escriba un texto contra Israel.
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