¿Los hombres no lloran? "Alomejó". El caso es que los tenistas sí. Pruebe a meter en Google las búsquedas "llorando", "lloros" o "crying" y verá principalmente a tenistas como Federer ó Nadal llorando.
El caso es que todavía hay un cierto pudor al respecto. Lo único que encontrará en la red del minuto largo que el de Manacor se pasó llorando envuelto en su toalla roja al ganar su quinto Roland Garros es el recuadrito marcado en azul en la portada del Marca.
Más evidente son las lagrimas de Rafael al perder el Master Series de Madrid 2009.
Aunque el que se lleva la palma ( de oro de Cannes ) al mejor y más continuo lacrimeo es Roger Federer, por su performance al ser derrotado en el Open de Australia de 2009. De hecho es Federer llorando el resultado más recurrente en las búsquedas de Google antedichas.
La explicación de tanta lágrima para mi es sencilla. Y el que mejor la ha retratado en el cine es alguién, en principio tan ajeno al tenis, como Woody Allen en Match Point. El tenis tiene en comun con muchos deportes los finales de infarto, pero con un sentido totalmente diferente. En deportes como el fútbol y el baloncesto un gol ó una canasta en el último minuto lo puede cambiar todo. Pero es que en esos dos deportes hay un último minuto tasado por el reglamento. En el tenis no. Un jugador puede estar ganando en la final de un Gran Slam 6-0, 6-0. 5-0 y 40-0 - un caso extremo - y a un asi el otro jugador tiene la posibilidad de ganar el partido dos o tres horas después.
En el caso de finales apretados los jugadores pueden tener alternativamente bolas de partido ó estar muy cerca de ganarlos - veáse la final de Wimbledon 2008 - y eso desencadena tormentas emocionales al llegar al climax. Aunque en el caso de las fotos que ilustran el post los motivos eran más estructurales. Federer venía de perder el citado Wimbledon, ya no era número 1 y con esa derrota había perdido la oportunidad de conseguir un record de Gran Slams. En el caso de Nadal en Roland Garros era la rabia contenida durante un año en el que además de todo lo que ha sufrido lo más bonito que le han dicho es que estaba acabado.
(Escrito por pangloss)
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