Proclamación de la Emancipación
Lincoln contribuyó decisivamente al primero con el llamado Pronunciamiento de Gettysburg, unas palabras de homenaje a los soldados de la Unión que habían muerto en la batalla del lugar. Tenía que dar sentido al sacrificio de esas vidas y moral a unas tropas mermadas ante el incierto derrotero que tomaba la guerra, con victorias alternativas de ambos bandos y más dudas en la adscripción de efectivos al Norte. La leva de nuevos soldados y el riesgo económico para los estados norteños pedían una movilización de la retórica a la altura de los tiempos y sus intereses. A pesar de sus declaraciones, en vísperas de la declaración de la Guerra Civil, de que la abolición de la esclavitud no sería motivo de división entre el Norte y el Sur al quedar al arbitrio de cada estado y asegurar que no se opondría a las decisiones correspondientes, su Proclamación de la Emancipación convirtió la liberación en un objetivo oficial de la guerra. Un pequeño museo en el sótano del ahora reabierto Teatro Ford de Washington, escenario del asesinato de Lincoln, da fe del liberalismo inicial del presidente respecto a la esclavitud. Los verdaderos motivos de la guerra no son tan conocidos como los legendarios: una política comercial proteccionista y una política monetaria inflacionista que favorecían los intereses de la industria, la banca y los puertos del Norte frente a la agricultura del Sur. Una política económica que promovía infraestructuras públicas en los estados del Norte con los dineros del arancel y la impresión de papel moneda y que era en realidad el último episodio de la emancipación de los británicos y de su hegemonía comercial.
En su tarea de vestir la historia y trascender partidismos y banderías territoriales, Lincoln efectúa el Pronunciamiento de Gettysburg el 19 de noviembre de 1863, durante la inauguración del Cementerio Nacional del Soldado. En él sobrepasa la unidad del país como objetivo central de la guerra y justifica ésta apelando a la defensa de la democracia, la abolición de la esclavitud y la expansión y garantía de la libertad y los derechos civiles, todo ello durante el periodo de suspensión del habeas corpus. La consagración de la causa se revela en la solemnidad de sus palabras: Nos corresponde ocuparnos de la gran tarea que nos aguarda: inspirarnos en estos venerados muertos para aumentar nuestra devoción por la causa a la cual ellos ofrendaron todo su fervor; declarar aquí solemnemente que quienes han perecido no lo han hecho en vano; que esta nación, bajo la guía de Dios, vea renacer la libertad, y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparezca de la faz de la tierra.
Poco antes y ya en plena guerra civil, tiene lugar la Proclamación de la Emancipación el 1 de enero de 1863. Esta sucesión de discursos para la historia que completan los textos de los Padres Fundadores levanta acta de un cambio en esos años: que la legislación sobre el proceso y garantía de los derechos civiles pasa de ser competencia estatal a federal. Fruto de ellos son las conocidas como Enmiendas de la Reconstrucción: la XIII Enmienda a la Constitución, prohibiendo la esclavitud y la servidumbre involuntaria (salvo para los penados), ratificada en diciembre de 1865, la XIV, sobre protección y garantía de los derechos civiles, de 1868, y la XV, de 1870, garantizando el voto igualitario. Como curiosidad, la XIII fue ratificada por Kentucky en 1971 y por Misisipi en 1995.
Con el mismo aire de tradición pero menos pretensiones de trascendencia se celebra el festival de bluegrass, un subgénero del country popular en las zonas rurales de los estados de alrededor, aunque con raíces que llegan a New Brunswick y Nueva Escocia, en Canadá. El festival sucede de viernes a domingo, con sol o lluvia y en comunión familiar. Si se asiste el día del señor y en hora de oficios predominan los himnos religiosos, siempre a petición de los asistentes. Un presentador saca de un sombrero vaquero papeles doblados con meticulosa esperanza por los espectadores. Perfectamente alineados en sillas plegables con artilugios adaptados a sus bebidas gigantes, los más fervorosos se levantan, enlazan sus manos y corean los sones más conocidos. Vista la concurrencia con perspectiva trasera (nada caballera), destacan algunos cuellos rotundos y rojizos, una honestidad sencilla que empotra al forastero contra sus prejuicios y muchas variantes humanas a prueba de taxonomía. Una somera inspección a fiambreras modestas delata recetas de white trash como el guiso inland beef stew, de olor contundente. Pero el fervor es más nacional que religioso, por lo que el mayor éxito lo cosecha la banda de la Navy, ataviados con una mezcla ecléctica de uniforme y lazo a modo de corbata. Es música tradicional de inmigrantes y blancos pobres, sin más enmiendas ni números romanos que las múltiples raíces e influencias, entre ellas la africana, el blues y el jazz. Sin sorpresa, no se divisa un negro en lontananza.
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Reto a cualquiera a que me cite un solo caso de corrupción del PP en Cataluña... incluso a que me cite un solo ayuntamiento en donde gobierne.