Según el sesudo intelectual Salvador Sostres, el doctor Carretero (como gusta de llamarle) cuando habla “tiene el sentido de la verticalidad de Laudrup, va directo al asunto sin miedos ni dramas y posee una determinación insólita en la política catalana”. A mí me llama la atención que se acuerde de Laudrup estando Iniesta o Xavi de moda y en activo, pero Sostres es así. Así de burro. Aún recuerdo como al pobre danés le deseaban la muerte en el Camp Nou en un partido Barça-Madrid cuando éste se había pasado al enemigo. Si no me falla la memoria en la pancarta ponía algo así como: “Juanito, Fernando Martín, Petrovic, …¿Laudrup?”. La pantarca no fue retirada. En fin. Sostres siempre ha estado en la órbita de CiU, pero, sin duda, un partido independentista, excluyente y xenófobo le pone.
Por de pronto a Carretero parece que los independentistas más furibundos le han perdonado ese apellido ordinario y “español”, lo cual no es poca cosa. Más de uno se lo ha cambiado de forma chapucera, verbigracia, Miquel Calzada, alias “Mikimoto”, uno de los famosos (al menos en Cataluña) que estuvo en la Asamblea General de Reagrupament del pasado 3 de octubre y que hace tiempo pasó a llamarse Calçada, una ridiculez. Este pobre hombre, Mikimoto, ha estado hace poco nada menos que en Corea del Norte haciéndole regalos a Kim Jong-il.
Pero Carretero ya empieza a mosquear al personal. En la asamblea en la que se le nombró presidente de Reagrupament consiguió llenar el Palacio de Congresos de Barcelona y fue aclamado por unos seguidores que consideran a los actuales dirigentes de ERC como traidores a la causa.
Por lo que respecta a la ponencia política, ésta indica que Reagrupament apuesta como estrategia por la declaración unilateral de independencia de Cataluña por parte del Parlament y no por un referéndum de autodeterminación previo.
Según Reagrupament, a diferencia de lo que ocurre en estados con una larga tradición democrática, en España no es factible convocar referendos de este tipo porque la Constitución española no reconoce al pueblo catalán como un sujeto con soberanía propia.
En consecuencia, "es imposible resolver el conflicto entre Cataluña y España de forma gradual, y, en un momento dado, hay que romper con la legalidad española acogiéndonos a la legalidad internacional".
O sea, como ya ha declarado en más de una ocasión, Cataluña debe declararse estado independiente y punto. Luego ya se verá qué pasa.
Para Carretero la Generalitat es un mojón, aunque no opinaba lo mismo cuando formaba parte del gobierno de la misma. Lo dice después de sentirse como un amante despechado al ser destituido por imposición del PSC, y ahora, una vez repuesto, se cabrea y suelta cosas como que ser presidente de la Generalitat no es nada y que es mucho más importante ser presidente del Barça. Su historia de amor con Joan Laporta es enternecedora. Se cruzan mensajitos de adolescentes enamorados a través de la prensa pero aún no han llegado a morrearse. El lunático presidente del Barça fue el gran ausente en la Asamblea constitutiva, era demasiado arriesgado, pero está claro que se gustan. Si, como dicen algunos, Laporta se pasa a la política cuando deje el Barça, su partido sólo puede ser el de Carretero. Luego salta el lince Montilla y le pregunta a Carretero que, por coherencia, por qué no se presenta a las elecciones a la presidencia del FC. Barcelona y no a la Generalitat. Pues sí.
De momento, el daño que puede hacer Reagrupament no es fácil de evaluar. A Carretero se le ha metido entre ceja y ceja acabar con el tripartito y ya ha manifestado que prefiere a Mas antes que a Montilla. Con la demagogia y el populismo por bandera, puede conseguir unos resultados más que aceptables en las futuras elecciones autonómicas y es cierto que cada vez tiene más adhesiones.
De Carretero se sabe que es soberanista pero poca cosa más. No se sabe si es de derechas o de izquierdas (Puigcercós dice que representa a la derecha pura y dura) y algunos, creo que con acierto, lo comparan con Umberto Bossi.
El fulano es capaz de explicar sin sonrojarse que su primera actuación cuando proclame la independencia será llamar a la Secretaria de Estado norteamericana (igual espera que le conteste Hillary Clinton), para notificarle que la libertad ha llegado finalmente a Cataluña y declarar que se pone a su disposición para lo que considere. Es más, dice que en la Secretaria de Estado ya saben que tarde o temprano acabarán telefoneando.
En el acto de proclamación del nuevo guía espiritual de Cataluña había una buena representación de políticos caídos en desgracia en el PSC y CiU, aparte de “intelectuales” de por aquí como Isabel Clara-Simó (gran amiga de Desierto Polaco), Miquel Calçada, Salvador Cardús, Salvador Sostres, Víctor Alexandre, etc. A su derecha estaba el histórico y xenófobo expresidente de ERC, Heribert Barrera.
Una última cosa. Carretero es un fanático pero no es tonto. Empezaron ninguneándolo pero ya empiezan a preocuparse. Según él, sus seguidores no provienen exclusivamente de votantes de ERC decepcionados sino que el 70% de los nuevos asociados pertenecía o simpatizaba con otras formaciones políticas. Uno de los hombres fuertes del clan Carretero es el ex dirigente de ERC Jaume Renyer. Igual el nombre no les dice nada, pero fue el tipo que acompañó a Carod-Rovira al sur de Francia a entrevistarse con ETA.
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Cuanto más hubiera ganado su entrada, querido Barley, con este encabezamiento: "Bueno, pues ya tenemos en Cataluña otro tonto. Parecía que no cabían más, pero ha debido fallecer uno en los últimos meses". Por lo demás, y quitando que luego usted le conceda la victoria a quien decidió llamarse Calçada (de estar calzado, expresión popular que denota viva borrachera), bien.