Cuando escribí ese post hice constar que había 70.000 páginas web que hablaban de ella. Ahora ya son más de 230.000. Hace unos días le entregaron una plaqueta en homenaje a sus cuatro meses de trayectoria profesional entre otros tantos reconocimientos que ha recibido.
Y cada vez obtiene más atención por parte de los medios: La revista Maxim, una especie de Play Boy nacional, dedicó su número aniversario a publicar fotos en las que Zulma despliega todo su erotismo.
Creo que la causa de esa actitud está en el hecho de que en España siguen sufriendo el desfasaje cultural que les provocó el franquismo. Recuerdo que en las reuniones que teníamos los intelectuales en ese tiempo nos dolía saber que en España no tuvieran la más mínima idea de las doctrinas freudianas mientras que en Buenos Aires había todo un barrio dedicado a analizar el inconsciente, el yo, el ello y el superello de los porteños.
Esa situación determinó una enorme brecha, tanto en profundidad como en extensión, entre los intelectuales argentinos y quienes pretendían serlo en España.
Por ese motivo estuve bregando en este nickjournal para conseguir que se superen esos desfasajes. Fue la razón por la cual publiqué un post en el cual traté de explicar a los lectores españoles que en el arte podía válidamente representarse la fealdad.
Y Zulma es fea, no sabe actuar, ni cantar ni bailar. Sin embargo la suma de todos esos elementos es positiva en el deletéreo mundo del hecho artístico y así lo entiende el público argentino, que llena a reventar los locales donde ella despliega su rutina artística. Se ha llegado al punto de que está de moda bailar a los saltitos y sin contoneo, tal como hace ella.
Los ataques que Zulma ha recibido por quienes no pueden soportar su éxito me ha hecho recordar a la “insumergible Molly Brown”. Zulma ha sobrevivido a la pelea en cámara con un psicólogo que la trató de “señor”, siendo que ella es una señora, al hecho de que se le cayera un moco que le colgaba de la nariz cuando la entrevistaban o a su última caída de bruces mientras desfilaba exhibiendo su figura en una discoteca.
Mientras tanto, ¿qué ha ocurrido en España? ¿Han olvidado que hubo tiempos en los cuales había artistas como Zulma que divertían a la corte de los reyes de España? Veamos dos preclaros ejemplos ilustrados por Velásquez.
Por ese motivo he tomado con seriedad esta cuestión. Para saber si mi presencia sirve para elevar o no el nivel intelectual y moral de este nickjournal intimo a los administradores a fin de que incorporen una franja permanente en apoyo de Zulma, tal como se ha hecho en multiplicidad de blogs del mundo:
En caso de que no se haga lugar a esta intimación sabré qué actitud tomar en lo sucesivo.
Etiquetas: Hércor
el mundo freaki está sobrevalorado...