En episodios anteriores hemos aprendido a mirar a la Meca mirando al Sol o a saber desde dónde nace el Sol. Ambos episodios han sido respondidos, sucintamente, por Dragut con: es el problema del reloj de Sol. Ciertamente es así y déjenme un tiempo para mostrarlo.
La posición del Sol en el cielo es 'única' cada día y cada momento del año. Aunque todos los días pase siempre por el meridiano local, momento de máxima altura local, momento del medidodía local y momento en el que en el hemisferio norte (sur) apunta el Sol hacia el sur (norte); aunque todos los días haga eso, cada día ese momento se verifica a una altura sobre el horizonte diferente; mínima en el solsticio hiemal, media en los equinoccios y máxima en el solsticio estival. Con dos matices: primero, en los solsticios (Sol quieto) la altura del Sol a mediodía prácticamente se repite de un día a otro; segundo, realmente una altura se repite dos veces al año: en una el Sol asciende camino del soslticio estival y en la otra desciente camino del solsticio hiemal. El hecho de que el Sol pase una vez al día por el meridiano está relacionado con la rotación de la Tierra. El hecho de que sube y baje por la bóveda celeste está asociado a la traslación de la Tierra. El movimiento completo del Sol sobre la bóveda está asociado a la acción de ambos.
Lo relojes solares al uso, tanto verticales como horizontales o ecuatiorales, únicamente decodifican el moviento de rotación y, ayudados por la sombra del gnomón, son capaces de determinar el momento del tránsito (el paso del Sol por el meridiano local) y la hora solar local.
Sin embargo hay relojes solares que permiten establecer la hora (decodifican el movimiento de rotación) y, también, la fecha (decodifican el movimiento de traslación) jugando simplemente con la posición del Sol en el cielo y conocida la longitud y latitud del lugar donde se posa el reloj.
De la misma forma (es un problema absolutamente equivalente) este reloj es capaz de decodificar y proyectar sobre un mapa de la Tierra sobre qué posición terrestre está en cada momento el Sol y observar su tránsito diario (de este a oeste) y anual (del trópico de Capricornio al trópico de Cáncer), incluidos sus dos pasos por la Meca.
Incluso hay relojes solares de 'bolsillo' casi capaces de lo mismo:
Todo aquí. Todo por módico precio.
Ahora, reparen en lo siguiente. Durante milenios nos han hablado de la posición del Sol en el cielo; su entrada en piscis, su salida por aries y toda la parafernalia de ascendentes o descendentes. Imagínese los beneficios de algún charlantán si supiera que fulanito de tal nació cuando el Sol estaba sobre Rio de Janeiro, Meca o Bangkog. En el mismo sentido, se sabe de gente reunida para ver salir el Sol justamente alineado por cierta piedra o cierta rendija, vestigio de una antigua civilización sapientísima; imagínese la sapientituz de dicha civilización si hubiera sido capaz de codificar la latitud y longitud del lugar por donde sale el Sol. O, dada la efeméride, el dato: que durante la toma de la Bastilla el Sol, probablemente, transitaba por las costas meridionales de Cuba, precisamente; cerquita de Cienfuegos y de los cayos Largo y Rosario.
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...me ha parecido ver unas hermosas tetas...