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04 mayo 2009
Fleurs d’Espagne

Señor de Talleyrand:

Quiero que compre una bella tierra, que allí reciba brillantemente al cuerpo diplomático y a los extranjeros sobresalientes, que se desee ser recibido por usted allí, y que tal cosa sea una recompensa para los embajadores de los soberanos, de lo que estaré yo contento.


Con estas palabras Napoleón Bonaparte, ya primer Cónsul de la República Francesa, instaba a su ministro de Asuntos Exteriores, Charles-Maurice de Talleyrand, a comprar el castillo de Valençay, en la región del Berry, en el centro de Francia. Era 1803. Algo caro para sus posibilidades, el futuro dueño de Europa ayudó al que le sirvió siempre y acabaría por traicionarlo a comprar aquellas tierras con su palacio. Una construcción que fuera castillo feudal, rehecha y ampliada al estilo renacentista y con múltiples retoques posteriores, fue lugar preferente de retiro –estratégico o de reposo- y de meditación para Talleyrand.

Embarcado Napoleón en la aventura española, llegado el momento de situar a su hermano José en el trono de la tierra reaccionaria, obligó aquél a Talleyrand, ya sólo chambelán de la corte, a hospedar a la familia real traidora, traicionada y depuesta:


El Príncipe de Asturias, el infante Don Alfonso, su tío, el infante Don Carlos, su hermano, parten desde aquí y llegarán el martes a Valençay. […] Deseo que los príncipes sean recibidos sin estridencia aparente pero con honestidad y con interés, y que haga todo lo posible por divertirlos.


De mala gana, Talleyrand asumió el encargo y hospedó a los Borbones de España en su castillo. Tal cual se le dijo, los recibió si
n alharacas pero dignamente y proveyó lo necesario para su divertimento, mientras la policía se hacía cuenta de su vigilancia. Era esfuerzo innecesario, porque nunca tuvieron intención de escapar. La vida que les placía era aquélla, holgada, estúpida y ajena al ejercicio real del poder. En España hubieran querido otro tanto, pero un pueblo hosco y encrespado a cada paso les impedía dedicarse al solaz de vacas pastantes bien vestidas. En Valençay eran tratados como reyes y príncipes, formalmente mantenían sus títulos y podían desprenderse de la molestia de gobernar.

Catherine Grand, la mujer de Talleyrand, tuvo que ocuparse de aposentar a los españoles, de organizar su vida y de serles de compañía, mientras Talleyrand iba y venía para seguir cumpliendo como chambelán de Napoleón en París. El pianista Dussek hubo de incorporar a su repertorio fandangos y boleros, dejando bastante de lado aires más refinados, que hacían poca gracia a la caterva ibérica. Algunos platos de cocina se vulgarizaron y se incorporó la caza recia a la dieta. Juegos de bolos de madera, partidas de caza brutales y otros entretenimientos más o menos gañanes se añadieron a la vida del palacio. Talleyrand hervía al ver la laya bajuna de la realeza española, su querencia por la brutalidad, su asco y su desprecio hacia el refinamiento y su desapego hacia todo aprendizaje. Algo que se previó durara no más de dos meses acabó por ser una estancia de casi seis años.

Tanto Talleyrand como Napoleón deseaban asaltar España e incorporarla al Imperio. El segundo tenía
una razón de más que el primero. Sentado sobre el trono de un Borbón, consideraba que le correspondían los demás tronos de la familia tanto como temía que, de no ser así, los todavía en ejercicio hubieran de retomárselo para restituirlo a la familia legítima. Nápoles ya había sido asaltado, pero España, todavía grande y bastante poderosa, se le escapaba. Desde la paz de Basilea era aliada fiel y sumisa, tanto que sus mejores ejércitos estaban dispersos por Europa bajo mando francés. La complicación era evidente porque se debía asaltar a un aliado. En el fondo era cosa sencilla porque estaba totalmente a merced política y militar de la Francia consular. El desprecio de Napoleón por los pueblos y las personas no era tan estúpido como para no valorar acertadamente el poder de la opinión pública. Barruntaba con acierto que tomar a las bravas y sin más el poder sobre un pueblo que había demostrado ser bravío y levantisco, tanto como servil e indolente, era una maniobra arriesgada. A los españoles se los puede humillar y condenar a la indignidad todos los días si se los encarrila por la liturgia que recuerda que en su sumisión al señor reside su esperanza de mudar las tornas y cambiar cuello por pie, abusar. Nadie más refractario a la libertad y a la dignidad que un español. Por tanto, no era fácil la tarea, porque suponer que los españoles aceptarían de buen grado la ocupación a cambio de implantar las nuevas ideas que los encarrilarían sobre la libertad y el progreso era un contrasentido. En Talleyrand pesaban dos recuerdos de la historia de España como prueba: la revuelta de Cataluña de 1640 y el motín de Esquilache. Parecía imposible, pero España era el único pueblo de Europa que se había levantado sistemáticamente contra sus propios intereses, en defensa del atraso, de la indignidad y de la injusticia. Pervivía en los españoles el orgullo de hidalguía con harapos y de semejante despropósito había que valerse para tomarlos bajo la capa imperial.

La situa
ción francesa en Europa era casi perfecta y sólo le faltaba aminorar la beligerancia inglesa para que todo anduviera en orden. Pero, aliada con Portugal, Inglaterra seguía causando problemas, sobre todo al comercio con América. A pesar de que España estaba del lado francés, Inglaterra confiaba en que, de cualquier modo, España seguía siendo territorio libre y salvaguarda territorial de Portugal.

Con todos los ingredientes anteriores, Talleyrand comenzó a planear el modo de asaltar España, desechando la simple toma del país aprovechando su indefensión militar y su sumisión a Francia. Como primera medida planeó invadir Cataluña. Por un lado, recordando lo sucedido en 1640, sabía que los gobernantes catalanes estarían dispuestos a traicionar a su rey sin problema alguno si en ello llevaban provecho. Tanto más al Borbón, que era el contrario al que desearon. Pero
también con la reserva de que si el Borbón les era de más provecho, Francia sería la traicionada de igual modo. Pero ocupar militarmente Cataluña tenía la ventaja de poderse hacer rápidamente, de poderse retirar sin riesgo, de poder exhibir ante Inglaterra una presa que les hiciera pensar que España –junto con su Imperio- podría caer fácilmente, dejando Portugal a merced de Francia y también, caso de proseguir la conquista de España entera, tener ya una cabeza de puente y sometido precisamente el territorio que Talleyrand juzgaba, junto con Navarra y el País Vasco, el más reaccionario y antiliberal de toda España. Suponer que se podía invadir Cataluña por la fuerza con todo un pueblo refractario a las ideas ilustradas ya en armas, con la cruz en vanguardia, se le antojaba un baño de sangre y un gasto desmedido. No en vano, en la Guerra de la Convención en 1795, los republicanos franceses forzaron la paz invadiendo estos tres territorios, precisamente por saberlos el reducto más fiel a la reacción contrarrevolucionaria. De cualquier modo, la historia posterior demostraría que Talleyrand tenía toda la razón.

Al mismo tiempo que se preparaban los planes militares, se jugaba la partida política y personal en dos frentes simultáneos, adulando tanto a Godoy como al príncipe Fernando por separado. El único que andaba en ambas jugadas era Talleyrand. Por un lado, sin aparecer expresamente, a través de Izquierdo –mandado de Godoy- negociaba el acuerdo secreto de Fontain
ebleau, que condenaba a Portugal y daba al propio Príncipe de la Paz un territorio de la nueva conquista. Por otro, a través de Escoiquiz, se encargaba de advertir al príncipe Fernando de las maniobras de Godoy, haciéndole creer estar de su lado y proponiéndole, a través de Beauharnais, embajador francés en Madrid, el matrimonio con una francesa de la familia imperial, hija de Lucien Bonaparte. Evidentemente, se encargaba de que cada parte supiese lo que hacía la contraria adornando las comunicaciones con secretismo. Godoy, tan ambicioso como el príncipe Fernando pero mucho menos imbécil, estaba en disposición de aceptar cualquier cosa con tal de acercarse a un trono. Y ya que el español habría de tardar más, sin dejar de mirarlo de rondón, se conformaba por el momento con un pedazo de Portugal. Fernando, no oliéndose en absoluto la jugada, lejos de mejorar su posición, se cavaba la tumba ante sus propios padres, porque Godoy aprovechó perfectamente para plantar públicamente las evidencias de que el príncipe se vendía a Napoleón a espaldas de Carlos IV, y así provocar la reacción violenta en su contra, especialmente de su madre, que llegó a solicitar su muerte.

Era magistral este señor de Talleyrand. Si la situación acababa con la simple invasión de España, él había sido su instigador y estratega a la sombra de Napoleón, pero sin ser él el que ordenaba la guerra. Si la guerra se desechaba y acababa por vencer la estrategia del príncipe Fernando, él mismo había sido el instigador también, con el concurso
de Beauharnais. Si Godoy era el vencedor, a través de Izquierdo tenía el aval de haber pergeñado el asunto. Y en ninguno de los tres casos era él directamente el contacto, sino sólo un fiel consejero de todas las estrategias. En realidad, echó a andar las tres a un tiempo, quedando siempre fuera pero sabiendo de todas, para poderse apuntar siempre a la que tomara más aire.

Como era su costumbre, Talleyrand hacía casar perfectamente sus intereses con los de Francia. Valiéndose de los contactos con Izquierdo, consiguió comprar fondos en oro español, para revenderlos en Holanda y montar una trama de intereses que acabarían por legarle, sin pagarlo, un palacio en París que fue
ra la embajada de España. También parece que durante la propia guerra participó en el negocio de aprovisionamiento de franceses, españoles e ingleses a un tiempo.

Toda esta estrategia acabó cuando en el motín de Aranjuez Godoy fue al cabo detenido, la familia real plantada en Francia bajo su hospedaje y España y Portugal invadidos, empezando por Cataluña. El 2 de mayo de 1808 empezaría la guerra, ni querida ni desechada, tomada como simple consecuencia de las necesidades hist
óricas de Francia. Talleyrand niega en sus memorias haber tenido parte en la decisión de invadir España, pero relata perfectamente todo el entresijo previo, tanto que es imposible que de tanto consejo y maniobra no fuera su principal instigador, como de tantas otras guerras, paces o alianzas napoleónicas. Sólo la caterva hispana fue capaz de derrotar a Napoleón. Lo glorioso de un pueblo que se alzó contra el invasor despótico y cruel se alimentaba del rechazo a lo único que de bueno le podía traer. Tras casi seis años, volvieron las cadenas a España, que los españoles gustosos se pusieron bien amarradas para no soltarlas hasta más allá de hoy mismo.


Y mientras la guerra sucedía, en Valençay el Duque de San Carlos se amaba con Catherine Grand, los varones reales esperaban tranquilos y entretenidos, plenos de desidia y brutalidad, la vuelta al trono de la mano de quien fuera y las infantas y damas de la corte dejaban para siempre bordadas en las tapicerías flores de España.

(Escrito por Dragut)

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[0] Editado por Bartleby a las 8:00:00 | Todos los comentarios // Año IV



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Escrito por: Blogger Hércor - 5 de mayo de 2009, 0:16:00 CEST

[254] ↑ Escrito por: Blogger Tsevanrabtan - 4 de mayo de 2009 19:58:00 CEST

[252] ↑ Escrito por: Hércor - 4 de mayo de 2009 19:49:00 CEST

Considero que ha optado usted por la solución b) de entre las que le daba. Eso sí, tendrá que esperar unos días. He de contarlo cronológicamente y tengo que revisar documentación y correos. Tome lo de ayer y hoy como un prólogo.

- - - - - - - - - - - - - -

¡Qué libre exégesis de mis palabras ha hecho, Tse!
Por si no lo recuerda le dije así:

"Justamente, no quiero que se hagan feas insinuaciones contra una persona que no participó nunca en este blog.
Aunque usted no habló de los hechos hizo algo mucho peor: dictó contra mujer-pez una sentencia lapidaria al decirnos que ella traicionó a Dragut en un proyecto que tenían en común.
No sé qué pasó ni me interesa pero no puedo permitir que se maltrate así a una amiga."

En consecuencia dije todo lo contrario de lo que usted deduce: No acepto que se ventilen aquí cuestiones que usted mismo dijo que eran personales y no políticas debido a que mujer-pez no participa en este blog.
Por otra parte veo que Dragut mismo lo contradice, porque en su
post (287) dijo así: "No imputo a su amiga el conjunto, ni mucho menos, pero sí estoy seguro de que contribuyó a que las cosas acabaran como acabaron. Y de eso no me apeo ni aunque me prometan un puesto goloso en la lista de UPyD."
¿Cómo es eso? ¿Era o no una cuestión política?
A menos que lleguemos a la sutileza de decir que aún en la política entran a tallar las "cuestiones personales".
Pero que quede bien en claro: no quiero ni he pedido que se debatan aquí ni cuestiones políticas ni personales relacionadas con mujer-pez.
Eso háganlo con ella. No conmigo, que no estoy en condiciones de reconocer o negar nada.

 

Escrito por: Blogger Josepepe - 5 de mayo de 2009, 0:16:00 CEST

Y, a propósito de Lennon, magnífica traducción de 'Julia' en su blog, Al59.

http://todoal59.blogspot.com/2009/05/julia.html

 

Escrito por: Blogger El Sablista Escapista - 5 de mayo de 2009, 0:17:00 CEST

GATILLAZOS
Sí mujer, y fútbol es fútbol. Seis, como el Barça, o no???

 

Escrito por: Blogger Javier L. - 5 de mayo de 2009, 0:19:00 CEST

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

 

Escrito por: Blogger Al59 - 5 de mayo de 2009, 0:21:00 CEST

[400] Bien ganado lo tiene. De todas formas, para resarcirse (y reivindicarla) basta con pensar que Dinarama-Fangoria inspiraron esta maravilla:

http://www.youtube.com/watch?v=tOZskBhqUoE

Y que los Pegamoides grabaron, entre otras, ésta.

 

Escrito por: Blogger Funes - 5 de mayo de 2009, 0:22:00 CEST

Por cierto, JAMontano, me acabo de topar con esto, releyendo un comic de Lauzier (¿lo conoce?):


(La primera viñeta)
EL (enfadado): ¡Y, claro, te has puesto bragas! Es un desafío, ¿eh? ¿eh? Sabes que no lo admito. ¡Cuestión de principios! ¡Tienes que estar lista para recibirme en todas partes, siempre, en cualquier ocasión, cuando yo quiera..! ¡Es el abc el erotismo, joder!

 

Escrito por: Blogger Al59 - 5 de mayo de 2009, 0:27:00 CEST

[402] Gracias, Josepepe. Pura labor de acopio (comenzando por Lennon, que fusiló oportunamente a Gibran).

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 5 de mayo de 2009, 0:28:00 CEST

Aquí ya no le cree nadie, no sea mediocre! De usted sólo salen ya rebuznos. Que Dios le perdone y orar no le vendría mal.

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 5 de mayo de 2009, 0:28:00 CEST

[406] Escrito por: Funes - 5 de mayo de 2009 0:22:00 CEST
Por cierto, JAMontano, me acabo de topar con esto, releyendo un comic de Lauzier (¿lo conoce?):
___________________________

Precisamente hace poco una amiga me habló de los cómics de Lauzier; pero antes no los conocía, no. Tienen buena pinta.

 

Escrito por: Blogger Al59 - 5 de mayo de 2009, 0:29:00 CEST

La verdad es que hay sentimientos que uno ha aprendido a verbalizar gracias a Montano. Éste, por ejemplo: qué miserables mis adversarios y cuán desprejuiciado yo mismo.

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 5 de mayo de 2009, 0:31:00 CEST

[410] Escrito por: Al59 - 5 de mayo de 2009 0:29:00 CEST
_____________________

Así me gustaría quedar: como proveedor de herramientas retóricas.

 

Escrito por: Blogger Al59 - 5 de mayo de 2009, 0:32:00 CEST

Quiero decir: uno conoce la teoría ésa de que los grandes enemigos le engrandecen a uno —pero hay un alivio físico, un agradecimiento fervoroso a la providencia, por saber que, por mal que le vayan a uno las cosas, jamás despertará convertido en bremaneur o belaborda.

 

Escrito por: Blogger Mandarin Goose - 5 de mayo de 2009, 0:33:00 CEST

(409)


jojojo la tete dans le sac un clasicoooo lleeeenos de ctónicas

 

Escrito por: Blogger Funes - 5 de mayo de 2009, 0:34:00 CEST

Tengo un par en casa, de la serie Cosas de la vida, me hacen mucha gracia.

Mis dos únicas entradas aquí llevaban de título cosas de la vida, precisamente por Lauzier.

http://nickjournalarcadiano.blogspot.com/2008/06/cosas-de-la-vida-fairy-fellers-master.html

http://nickjournalarcadiano.blogspot.com/2008/01/cosas-de-la-vida-certain-surprise.html

 

Escrito por: Blogger Al59 - 5 de mayo de 2009, 0:35:00 CEST

A mí me gustan los comics de Pons, aquel dibujante de El Víbora, del que nunca oigo hablar a los entendidos. También aquel otro, Pamiès, el de Perfidia moruna, tan adelantado a su tiempo.

 

Escrito por: Blogger Funes - 5 de mayo de 2009, 0:39:00 CEST

[413] Sí, Ganso, buenísimo ése. Lo empecé a leer por entregas, pero mi amigo dejó de comprar el comic que fuera (¿Totem, Metal Hurlant? no recuerdo).

El muy cabrón

 

Escrito por: Blogger Mandarin Goose - 5 de mayo de 2009, 0:42:00 CEST

mmmcreo qye totem

BJ era como mas... pudoroso. Lo suyo eran las tetonas de estilo Tygra, fuego y hielo y la serie del Incal

(hasta Corben era de Totem...)

 

Escrito por: Blogger El Sablista Escapista - 5 de mayo de 2009, 0:43:00 CEST

ME DUERMO PERO...
Releo una y otra vez en mi vieja colección de Víboras las historietas de Pons y Pamiés. Taxista!!!

 

Escrito por: Blogger Garven - 5 de mayo de 2009, 0:43:00 CEST

[0] Dragut, no sé si es mejor su entrada o su post respondiendo a Hércor, sin que esto suponga que entro en consideraciones personales.

 

Escrito por: Blogger Garven - 5 de mayo de 2009, 0:45:00 CEST

Los Ramones fueron grandísimos, pero con Phil Specotr lelgaron a donde ningún grupo punk podría haber lelgado, aunque lo llevaran ya en los surcos de algunos vinilos.
Sin los Ramones mi adolescencia, y las de algunos más, habría sido más triste.

 

Escrito por: Blogger Mandarin Goose - 5 de mayo de 2009, 0:45:00 CEST

de la TdlS recuerfdo una subhostoria... la foca que hablaba en plan "aqui todos somos afultos y somos muy iberales" de si ella era mas clitoridiana que vaginal, y acaba llevándose al porta a la cama, con el tipo poco menos que buscándosela con la lupa del susto y la tipa sacando todos los tópicos de la mujercita que encuentta un hombre-homvre. Lo que yo le diga, ctónica a tope

 

Escrito por: Blogger Josepepe - 5 de mayo de 2009, 0:47:00 CEST

[416] ↑ Escrito por: Blogger Funes - 5 de mayo de 2009 0:39:00 CEST

_________________

Las llevò al cine, sus 'Cosas de la vida' ('Tranches de vie'), con personajes de carne y hueso. Pero son mejores en el papel. Y se murió poco después, Lauzier, no hace mucho.

 

Escrito por: Blogger Al59 - 5 de mayo de 2009, 0:47:00 CEST

[418] Su buen gusto, Marqués, vuelve para mí un enigma su querencia por el estólido bremaneur, del que a estas alturas ya no cabe esperar que muestre talento en cosa alguna (sordo en música, escritor zafio, lector de quincalla). ¿Lazos familiares? ¿Le debe, quizá, dinero?

 

Escrito por: Blogger Funes - 5 de mayo de 2009, 0:49:00 CEST

Josepepe, yo recuerdo una versión, que vi en la tele, que hizo Dagoll Dagom, y que titularon Glupps

 

Escrito por: Blogger Al59 - 5 de mayo de 2009, 0:51:00 CEST

Escrito por: Blogger Funes - 5 de mayo de 2009, 0:53:00 CEST

[424]
Mire:
http://www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?Ref=3729

 

Escrito por: Blogger Bartleby - 5 de mayo de 2009, 0:55:00 CEST

[0] Dragut:
---------------------
He tenido que leer su entrada con peluca, la nariz empolvada y librea, por hacer ambiente de sumisión. Entre disfraces y la enciclopédica ilustración que nos trae, aquí me tiene a estas horas.
Talleyrand tenía fama de sibarita, libertino y amoral, como correspondía a un obispo de la época. Al cabo de dos siglos poco hemos importado de las dos primeras cosas.
Dice usted que "nadie más refractario a la libertad y a la dignidad que un español" y hay que leerse la entrada entera y filtrar la pasión que destila para saber que no esa frase no queda en un tópico. Se habrá dado cuenta que hemos puesto el contador del NJ a retroceder en su honor.

 

Escrito por: Blogger Funes - 5 de mayo de 2009, 0:55:00 CEST

Joder, Al59, Los Pistones, el grupo de Chirinos, pensé que había sido barrido por el tiempo

La calle es estrecha
y no me explico porqué hoy
todo está oscuro
algo me dice que es terror
lo que yo siento
al caminar
ya no me atrevo ni a respirar

Y no sé como voy a escapar

 

Escrito por: Blogger Josepepe - 5 de mayo de 2009, 0:56:00 CEST

[424] Escrito por: Blogger Funes - 5 de mayo de 2009 0:49:00 CEST
_________________

También yo las he visto en la tele. Es sùper parisino, Lauzier, demasiado parisino a menudo. Pero es que todos somos parisinos, todos somos Talleyrand (que, a buen seguro, no era parisino).

 

Escrito por: Blogger Josepepe - 5 de mayo de 2009, 1:00:00 CEST

Me duermo yo también. Buenas noches a todas las flores de España.

 

Escrito por: Blogger Anónimo - 5 de mayo de 2009, 1:01:00 CEST

293] Escrito por: Adrede - 4 de mayo de 2009 21:36:00 CEST

Yo también deseo que seamos amigos, Frida.

----------------------------------

En ese caso empecemos a forjar nuestra amistad. ¿Cuál es el primer paso, Adrede?

 

Escrito por: Blogger Al59 - 5 de mayo de 2009, 1:05:00 CEST

[428] Grande, Funes. Y aquella otra, mi favorita:

http://www.youtube.com/watch?v=V5p_AtezKhI

Mil caras alrededor
y ninguna conocida,
caminar sobre las huellas
de otra gente que camina...

 

Escrito por: Blogger Garven - 5 de mayo de 2009, 1:08:00 CEST

Pistones, un grupo no demasiado bueno, con algunas joyas geniales.

 

Escrito por: Blogger Funes - 5 de mayo de 2009, 1:11:00 CEST

A mi la verdad es que no me gustaron nunca mucho- El pistolero era penosa -, pero una amiga estaba quedada con el ¿Roberto?¿Ricardo? Chirinos ése, el Chuminos le llamábamos, pero no conseguiamos quitárselo de la cabeza.

Para el caso que la hizo, además

 

Escrito por: Blogger Al59 - 5 de mayo de 2009, 1:22:00 CEST

[433] Estoy de acuerdo. Pero las que molan, molan (no incluyo la de los Ramones, que venía a huevo, pero no pasa de curiosa). Ésta, por ejemplo:

http://www.youtube.com/watch?v=FJpTEp7kw50

 

Escrito por: Blogger Mandarin Goose - 5 de mayo de 2009, 1:29:00 CEST

El hombre es un lobo para el hombre
y para muchos animales es un mosntruo


http://www.newscientist.com/article/mg20227061.400-bear-tapping-a-bile-business.html

 

Escrito por: Blogger Funes - 5 de mayo de 2009, 1:35:00 CEST

Curioseando canciones de los Pistones en youtube, encuentro este comentario:

"¿Olvidados? ¿Quién hostias los ha olvidado? Ya sé, soy ya un puto viejo (43 tacos) pero mi hijo de dode años flipa cada nochevieja con esta canción... Bueno, lo cierto es que alucina más áun con el Blitzcrieg Bop de los Ramones..."

Jeje: estamos "repes"

(A dormir!)

 

Escrito por: Blogger Al59 - 5 de mayo de 2009, 1:42:00 CEST

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