Este: Se ponen los pelos punta:
http://www.libertaddigital.com/opinion/florentino-portero/bronca-en-el-islam-48943/
Y este de ayer en el Periódico de Catalunya
Lunes 12 mayo 2008
12/5/2008 RIGORISMO RELIGIOSO // EXPANSIÓN CIBERNÉTICA
Una red de españoles conversos al islam ultra crece en internet
• Decenas de jóvenes se definen como salafistas en foros y listas de discusión
• Proceden de grupos antisistema, no van a la mezquita ni se relacionan con árabes
Un suicida con el cuerpo forrado de explosivos muestra el billete para subir a un autobús israelí. MÁS INFORMACIÓN
La 'yihad' del dibujante dual
ANTONIO BAQUERO
BARCELONA
Una comunidad islámica extremista de conversos españoles y latinoamericanos ha nacido y se está desarrollando en internet. En al menos siete foros y listas de distribución, varias decenas de conversos están creando un colectivo islámico virtual que reclama la recuperación del califato islámico y que ha optado abiertamente por el salafismo, la corriente islámica más rigorista pues propugna un comportamiento basado en seguir estrictamente el modo de vida de Mahoma y de los primeros musulmanes. La adopción por estos jóvenes de esta corriente, que se ha convertido en base ideológica de muchos extremistas, ha hecho saltar las alarmas en el Ministerio del Interior (con un cuarto de siglo de atraso) que sospecha que ese ágora virtual se haya convertido en "un entorno de radicalización".
Expertos en islamismo describen los rasgos comunes dentro de la variedad de los miembros de esos foros. "No hay un único perfil. Pero es cierto que muchos son jóvenes que llegan al islam procedentes de movimientos antisistema, aunque también abundan mujeres que se han convertido después de casarse con musulmanes", señala Iván Jiménez Aybar, un abogado experto colectivos islámicos en España.
ENTORNO POCO SANO
"Es gente que vive su religión en internet, que no es precisamente el entorno más sano para ello. Esto se debe a que la mayoría de estos chicos no van nunca a las mezquitas frecuentadas por inmigrantes, sobre todo porque no hablan árabe y no pueden entender lo que se dice allí; tampoco se relacionan con musulmanes de origen árabe ya que no se sienten a gusto con ellos", cuenta este experto, que añade que tampoco reconocen como referente a la primera generación de musulmanes españoles. "Para ellos, esos conversos, la mayoría de los cuales pertenece a la Junta Islámica, son una generación pasada e incluso los tildan de infieles ya que no siguen la corriente salafista". Este experto no esconde su preocupación por el hecho de que en esos foros "se dé un mensaje duro".
"Estos conversos van solos, es decir, no les guía ningún imán, buscan su doctrina en fuentes muy diversas en internet, sobre todo en webs en inglés de contenido salafista", explica alarmado Jiménez Aybar, que señala que algunos de ellos son solo musulmanes virtuales. "Son chicos que no han hecho el acto de conversión al islam, sino que se han creado una identidad islámica en internet, donde dicen que son musulmanes y actúan como si lo fueran. Es gente que se ha fabricado un alter ego islámico virtual y que busca en esos foros el reconocimiento que le falta en la vida real. El problema es que cuanto más extremistas se muestran, más reconocimiento reciben".
¿Por qué han optado por el salafismo, la opción más radical del islam? "Son jóvenes antisistema que se sienten atraídos por el islam ya que es la confesión que más rechazo provoca en nuestra sociedad", explica un experto del Ministerio del Interior, que señala que el salafismo es "la opción más radical, más primitiva y más pura y eso a un converso le permite afianzar más rápido la nueva identidad que ha adoptado".
El agente explica que, al no sentirse cómodo en las mezquitas ni con los inmigrantes musulmanes, optan por internet. "Internet es su refugio, el lugar donde han creado una red social que les permite no sentirse desarraigados", señala este experto, que alerta de cómo el islam ha devenido "una religión antisistema, que atrae a numerosos occidentales procedentes de esos grupos" (...).
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Y esto que decía Horacio Vázquez-Rial
Los conversos españoles al islam
Por Horacio Vázquez-Rial
"La opción por los pobres constituye el principio vertebrador del discurso del ayatollah Jomeini (1902-1989), en sintonía con el discurso de la teología cristiana de la liberación elaborada en América Latina." Este disparate, que sólo lo es a medias porque la teología de la liberación puede desembocar en cualquier parte, aparece en la página web de la Iglesia de Base de Madrid.
En esa página, propugna Juan José Tamayo-Acosta "la construcción de una teología cristiana y musulmana de la liberación". Tamayo es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones "Ignacio Ellacuría" de la Universidad Carlos III de Madrid (sí, la de Peces-Barba) y forma parte del patronato de la Fundación Atmán, de la que hemos hablado a propósito de su escandalosa invitación a Tariq Ramadán.
La información sobre ese engendro ideológico, que suma el jomeinismo a la teología de la liberación, un movimiento que nada tiene que ver con la teología y cuyo representante más reciente y conspicuo es el encapuchado de Chiapas, viene en un libro terrible, imprescindible e iluminador titulado La España convertida al islam, escrito por Rosa María Rodríguez Magda y prologado por Jon Juaristi.
Si alguna vez tuve dudas acerca de la intencionalidad de quienes promovieron la teología de la liberación, ya no me queda ninguna: pocos movimientos surgidos de su propio seno hicieron tanto daño a la Iglesia Católica. La alianza perversa entre esta gente y el islam puede ser deletérea para Occidente en su conjunto. Al igual que las conversiones, que tienen el mismo origen ideológico: la izquierda que ha visto caer el comunismo en Rusia y Europa central, que ha visto frustradas sus expectativas en Asia, en África y en Hispanoamérica, que sólo se apaña con Castro, Chávez, Kirchner y Zapatero, y que finalmente ha reemplazado el mito del proletariado universal por la fe de Mahoma. Han reemplazado El capital por el Corán.
El primero y más notorio de esos desplazados de la izquierda fue y sigue siendo Roger Garaudy. Aún conservo en mi biblioteca Dios ha muerto, su grueso ensayo sobre Hegel. A veces pienso en releerlo, para ver qué fue lo que encontré en ese libro hace cuarenta años, si es que encontré algo, y hasta qué punto mi Hegel, del y sobre el cual he leído estanterías, está contaminado por las reflexiones de este sujeto, gran intelectual del PCF y padre de lo que entonces, en 1965, se llamó "diálogo entre cristianos y marxistas". Ese diálogo, establecido con los primeros curas obreros, con gran éxito en Italia y Francia (recuérdese Don Camilo, con su cura "amplio" y su alcalde comunista), es uno de los varios orígenes de la teología de la liberación, una consecuencia "progresista" de Concilio Vaticano II y del aggiornamento de la Iglesia católica, que puso a una parte de los católicos en el lado equivocado de la guerra fría. La prueba de esa relación, de que no fue Roma sino Moscú la que alimentó el cristianismo revolucionario en América latina, está en que, tras la implosión de la URSS, los sacerdotes metidos a guerrilleros desaparecieron del mapa, con la excepción del subcomediante Marcos, jesuita. Es de esperar que Benedicto XVI repare los muy dañados lazos del Vaticano con la Compañía de Jesús.
Garaudy, después de haber cumplido su papel en el Partido Comunista Francés creando ese Frankenstein, pasó un rato en las filas del cristianismo "social" (con perdón de León XIII) y después se mudó con armas y bagajes al islam. La Fundación Roger Garaudy tiene su sede en Córdoba, no sin subvenciones oficiales, por aquello de la multiculturalidad y el pasado andalusí, del que el hombre es principal promotor, en línea con Ben Laden. Porque Garaudy, ahora Ragaa, no se mudó a cualquier islam, sino al más radical: el del gran mufti de Jerusalem, Husseini, aquel antepasado de Arafat que contaba a Hitler entre sus grandes amigos y protectores, y que pasó en Alemania buena parte de la guerra. De modo que el antiguo comunista Ragaa se hizo negacionista, como Faurisson, pero sobre todo como Ahmadineyad, y como era un intelectual, escribió un libro titulado Los mitos fundacionales del Estado de Israel, por el que la justicia francesa lo condenó por difamación racial y negación de la Shoa. Tal vez lo más repugnante de cuanto se ha perpetrado sobre el tema desde Los protocolos de los sabios de Sión, incluidos Faurisson y Chomsky.
La cosa de las conversiones venía de antes de la llegada de Ragaa Garaudy a España (¿dónde iba a encontrar más tolerancia que aquí?). Juaristi recuerda en el prólogo a esta obra el caso de Enrique Ojembarrena Goiricelaya, discípulo de Ian Dallas, actor escocés, converso con su propia visión del islam, fundador del movimiento de los Morabitum. El libro de Rodríguez Magda está lleno de ejemplos que, estoy seguro, sorprenderán a más de uno. Ella fija el comienzo de las conversiones en los años setenta, es decir, antes de la gran inmigración de Magreb y de otros países musulmanes. España, y Europa en general, como demuestran la existencia misma de Garaudy y de Dallas, generó su propio cáncer.
Lo más notable de cuanto se expone en este trabajo, producto de una muy seria investigación y exhaustivamente documentado, es la cuestión de la procedencia de los conversos, casi todos antiguos militantes de las izquierdas y de los nacionalismos, y su presencia actual en partidos políticos, también de izquierdas, entre ellos el del gobierno. Reitero aquí el caso de Jadiya Candela, conversa, cuñada de Joaquín Almunia y letrada durante largo tiempo de la Comisión de Infraestructuras y Mixta para la Igualdad de Oportunidades del Congreso de los Diputados por el PSOE, y de su hija Yamila Pardo, igualmente conversa, abogada de los propietarios de la casa de Morata de Tajuña en la que supuestamente se prepararon las mochilas del 11-M.
Como yo tengo una visión conspirativista de la historia y lo asumo, diré que los más sabios de entre los dirigentes soviéticos que previeron el desmoronamiento de su régimen, prepararon diversos dispositivos para la supervivencia del virus en el mundo, además de su propia sucesión, de la que Putin es modelo perfecto. Esos dispositivos fueron el eurocomunismo, el cristianismo revolucionario y la alianza de las izquierdas occidentales con el islam. Ésta no es la tesis de Rodríguez Magda, pero su obra proporciona los elementos para sostener el último término.
Había terreno abonado en los lugares comunes creados por los "aliados [de los conversos] en la ficción ideológico literaria de muchos de nuestros escritores más mediáticos, como puedan serlo Antonio Gala, Juan Goytisolo, Sánchez Ferlosio... que completan la semilla dejada por Américo Castro", como dice la autora en un estupendo apartado del capítulo El mito de Al-Andalus, titulado "Catecismo de combate", que se cierra con el siguiente párrafo: "Es hora de replantearnos seriamente los logros de nuestra autocrítica, pero también de considerar nuestra responsabilidad ante el deterioro que un ‘pensamiento débil’ ocasiona en todos los fundamentos de la razón, la libertad, la igualdad, la emancipación, ideas rectoras de nuestra ‘denostada’ tradición, que no podemos ni debemos negociar."
En estas páginas no sólo está la historia puntual de los conversos españoles al islam que dieron ese paso a partir de los años setenta, sino un catálogo de orígenes que demuestra que el modelo Garaudy se ha repetido por doquier: profesionales de la militancia que abandonan o son abandonadas por las izquierdas, o que no ven en ellas posibilidad de seguir medrando con verdadera eficacia, cruzan el Rubicón de la fe y se apuntan a la iglesia ascendente. Garaudy no ha cambiado en realidad: es un estalinista consecuente, siempre en el lado de la revolución, la encabece Lenin, Stalin, Breznev, Ben Laden o Ahmadineyad. Tal vez a los demás les pase algo parecido.
Compren este libro, que dentro de unos años será una fuente primaria. Quizás haya que aprender de memoria su contenido antes de irse al bosque huyendo de los pirómanos organizados, para que las futuras generaciones de resistentes recuerden dónde empezó todo. En la ONU, con el discurso de Boumedienne de 1974, en los conversos europeos, en especial españoles, en la inmigración masiva de musulmanes, en el antisemitismo, en la cobardía de los que deberían defender la razón, la igualdad, la libertad, los derechos individuales, la noción misma de ciudadanía.
VUELVE EL PERIODICO
(...) Este responsable señala que el fenómeno de radicalización se ha consolidado y ya se puede hablar "de redes salafistas en internet formadas por conversos españoles".
En sus debates, dentro de las distintas corrientes del islam, los internautas no dudan en referirse a sí mismos como salafistas. "¿Quieres saber de qué tipo soy? Soy de los que pretenden practicar el islam como lo hacían los primeros musulmanes", dice un internauta que se identifica con el alias ElMore1979. Mientras, joeBlack1514. otro internauta, sentencia: "Alá y su profeta nos bastan, tenemos en él el ejemplo".
LO PROHIBIDO Y LO PERMITIDO
En varias listas de discusión se apuesta por reinstaurar el califato islámico en España. "No es importante lo que cada uno piense, sino lo que Allah nos ha ordenado, que es trabajar para reinstaurar el Califato", dice aminayasin. Mientras, Hanna1987 sostiene: "Sin Califato los kuffar (infieles) seguirán controlándonos, llevándose nuestros recursos naturales y creando divisiones entre nosotros".
Además, varios foros de internet están consagrados a informar de lo prohibido y lo permitido en el islam. Así, en la lista de lo prohibido, además de acciones obviamente condenables como "robar", "traicionar" o "torturar con fuego", se vetan actividades más banales como "cantar", "tatuarse", "depilarse las cejas" o "teñirse las canas". Este código rigorista, que desde el punto de vista occidental puede parecer ridículo, es típico de la doctrina salafista basada en la imitación fiel del modo de vida de los primeros musulmanes.
A falta de imanes a los que acudir para aclarar dudas, los miembros de estas redes virtuales suelen consultar sus cuestiones en webs como Salafism Publications o Islam Questions and Answers, una página de contenido salafista que acaba de inaugurar una sección en castellano donde resuelve las dudas de los conversos. Entre ellas, están las preguntas de conversas que quieren saber si deben divorciarse de su marido no musulmán o de individuos que preguntan si pueden pedir un préstamo a un banco occidental (el islam considera el interés como usura).
Aunque el contenido es rigorista, en esos foros no se apoya a Al Qaeda. Esos internautas condenan las acciones terroristas. "No soy partidario de matar inocentes y justificarlo con la religión", sentencia ElMore1979.
Los responsables de Interior creen que pueden ser un caldo de cultivo para transiciones a posturas más violentas. "Es un entorno criminógeno, donde se dicen cosas que pueden incitar al delito. En estos foros se dicen cosas que, a alguien poco preparado o manipulable, pueden incitarle a dar el salto hacia actitudes violentas", señala ese agente, que avisa de que el Hizb ut Tahrir (HuT, El Partido de la Liberación), un grupo extremista internacional, ha intentado "pescar en esos chats".
HAN VUELTO UN POQUITO ATRÁS LOS PERIODISTAS DE EL PERIÓDICO?
Cómo cambian los tiempos, ¿eh?
El Períódico de Cataluña/El Periodic de Catalunya, en competencia con el grupo Prisa, se pasó más de veinte años proponiendo que nos islamizáramos, y llamando racista (¿?) a cualquiera que dijese:
-- "Señor, un ilustrado ciudadano de una república árabe democrática y socialista me ha birlado la cartera", o
-- "Señorita Feminista Islamizada, mis vecinos le han arrancado al clítoris a su nena"
-- ¡Cállese, racista ¿no ha oído usté hablar de Averroes? ¿Usté sabe todo lo que les debemos?
¿De qué van? ¿qué les ha hecho ablandar la ideología en los últimos tiempos a estos malvaditos de IU/IC-V con sus comisarios del PSC? Mira que hablar de "conversos ultras", de "martirio cristiano en un país árabe" ¡Sionistas! ¡Imperialistas yankis! ¡Judeo-masónico-bolcheviques! ¡Que la peste porcina los mate! (seguro que comen puerco).
Los hay que, menos profesionales y más ideologizados, no retroceden un tranco´e burro, como la Martín Muñoz, la MarujitaTorres, la Espinosa, el JMMuñoz, el Ferrán Sales, el Bastenier, el Alcoverro, el Poch, el JJ Tamayo-Acosta, Mansur Escudero... que deliran por vivir en cuatro patas mirando a La Meca ¡Qué vocación, oiga! Si Filipinas y Dominicana nos envían monjitas porque aquí ya no hay quien, y Colombia sicarios baratos, nosotros podríamos mandar al mundo los mejores misioneros de Muhammad ¡a cientos!
VEAMOS SÓLO UN POQUITO MÁS
El islam es el estado natural del hombre, asegura el psiquiatra (¡!) Francisco Mansur Escudero
Rosa María Rodríguez Magda, filósofa y escritora, autora de 'La España convertida al islam', recuerda que en los años 70, el escocés Ian Dallas (Abdelkader as-Sufi al-Murabit), fundador del movimiento Morabitun, desarrolló una amplia labor de difusión en España. Tras la muerte de Franco creó comunidades islámicas Morabitun, la primera en Córdoba, la 'Sociedad para el retorno del islam a al-Andalus'. Aquella avalancha de conversos incluía a jóvenes de la izquierda, de la contracultura, hippies, ex sacerdotes... En 1983 muchos de los adeptos habían abandonado, y formaron otro movimiento, a la postre más sólido, que daría lugar a la Junta Islámica, la revista 'Verde Islam' y a Webislam.com.
LA IZQUIERDA (¿?)
Muchos de los conversos españoles procedían de la izquierda política, y algunos de ellos militan de forma notoria en IU o el PSOE. En estas ocasiones suele citarse a la socialista Jadicha Candela, cuñada de Joaquín Almunia, y a su hija Yamila, abogada. «En general la izquierda ha visto con mayor cercanía a los movimientos islámicos», según Rodríguez Magda.
NACIONALISTAS ARABIZANTES
«El renacer del islam en España está en su origen ligado a grupos contestatarios y nacionalistas, sobre todo en Andalucía. Así, por ejemplo, en 1978 nace el Frente para la Liberación de Andalucía (FLA), que aglutina diversas facciones escindidas de movimientos de izquierda, nacionalistas y activistas libertarios, principalmente el PSUA (Partido Socialista Unificado de Andalucía) e INA (Izquierda Nacionalista de Andalucía). Del FLA surgirá el grupo de nuevos musulmanes fundadores en 1980 de la Yama'a Islámica de al-Andalus, que promovió la creación de la asociación política Liberación Andaluza para presentarse a las autonómicas de 1986. Se disolvió en 1989, cuando algunos de sus componentes lanzan el Frente Andaluz de Liberación. El mayor logro de la Yama'a será la creación de la Universidad Islámica Averroes en Córdoba».
BEJARANO
En el que creo que fue su último reportaje para Prisa (El País) contó hace unos años que el imam de la mesquita (¿quién corno le puso la z?) del barrio de Tetuan (donde Franco alojó a los mercenarios que habían violado y degollado republicanos), era un ex izquierdista, como el de Tetuán, en Marruecos.
Ambos le explicaron el salto: los pobres ya no creen en las izquierdas ni en los sindicatos, vienen a la mesquita donde nosotros les damos cosas.
Como antes los conventos daban la sopa boba por la puerta de atrás.
Y los nuevos imames, ex españoles, ex cristianos, ex izquierdistas ¿qué iban a hacer? ¿quedarse sin trabajo?
En mi inédito Irán, la corona y el turbante, 1983, recogía el caso persa, en la primera expansión islámica, la de los ss VII y VIII que acabaron con los palestinos, los sirios, los fenicios, empapándolos de arabidad e islamidad rigurosa. Persia tenía, a diferencia de aquellos, una cultura más que milenaria, no iba a ser tan fácil darla la vuelta como a un calcetín y convertirla a algo tan primario.
Pero en Persia, los que daban, sopa boba y consuelo, sentido de la vida, los zoroastrianos y los mazdeístas, vivían orondos en palacio, y ya lo habían olvidado todo. Ahí, en ese vacío, entraron los misioneros, barbados, desarrapados, descalzos, y llenos de entusiasmo (literalmente), en su verba agitadora.
Luego lo persa acabó por morigerar el rigorismo de los mahometanos del Desierto, y allí el islam aceptó el sexo, el perfume, la danza, el alcohol... por lo que los persas (shiíes) siguen siendo odiados por los otros (los sunníes), aunque ni ellos recuerden sus orígenes (hoy la Shía no es menos brutal que la Sunna).
Las comparaciones tienen muchos límites, pero se puede ver la semejanza: zoroastrianos/viejos cristianos, mazdeístas (reformistas del zoroastrismo)/pseudo izquierdistas... y entender con mayor claridad por qué, sobre todo en este reino, entra el islam como cuchillo en la manteca.
Si a esto le añadimos que la Contrareforma del siglo VIII, y sucesores, hizo aquí un cristianismo tan poco compasivo de la gente, tan lejanos los obispos como no lo están los pastores protestantes; y que el franquismo, al caricaturizar el liberalismo y las izquierdas, parió una generación de izquierdistas (agnósticos, ateos, liberales, anarquistas, socialdemócratas, trotskistas...) hechos a imagen y semejanza de lo que el franquismo decía que ellos eran, acaso completemos algo más la imagen.
Estos tontuelos útiles, como los periodistas de El Periódico con los que hemos iniciado (y de los que fui colega hasta que me patearon), que como
"Abdallah Imran también estudió en un colegio religioso. Entonces, este trianero se llamaba Joaquín Martín Fernández, un joven con inquietudes sociales e ideas revolucionarias. En 1981, a los 26 años, y después de una serie de peripecias por África, alguien le dio un Corán. Ramón García Pasero, jugador de un equipo ceutí de la Primera División estatal de balonmano, se educó con los salesianos y asistió a cursos del Opus Dei. «El islam resolvió mis dudas», afirma".
Estos, digo, ¿qué "ideas revolucionarias" tenían, que nada menos que El Corán les resuelve las dudas?
Desde luego que tras la afiliación a una religión organizada, a cualquiera de ellas, puede estar la dimensión espiritual, entendido lo espiritual como adverso a la Razón, que a veces agobia; puede estar el amor por alguien; el deseo de ser parte de una tribu; puede haber muchas razones, tantas como personas que lo hacen. Tantas como las que se afilian a un partido político --forma apenas modernizada de un templo. Y no estoy hablando de ello. Es más, creo que es menos saludable andar por ahí como hoja en la tormenta, recazando a todos, no creyendo en nada... que es la vía más sencilla para acabar creyendo las imbecilidades más groseras, y participando en las bandas más peligrosas (¿leyeron hoy lo de la banda que secuestro en París, torturó durante 24 días a un chico por ser judío, lo quemó vivo y lo mató, en nombre de un "Ejército árabe bárbaro salafista africano"?)
A finales de los 70, recorriendo Andalucía --sobre todo Granada--, encontraba en la gente una actitud muy curiosa, y natural: muerto Franco, sus fobias perdían prestigio. La gente oía mi apellido, yo decía "soy judío", y lo habitual era que me respondieran: estoy seguro de que desciendo de un converso, y me contaban historias de libros raros en el baúl de la abuela... etc.
Cuando llega el felipismo, en el 83, y recoge la consigna franquista de "la tradicional amistad hispano-árabe", una tradición absolutamente inexistente, apoderándose de todo el espectro sociólogico ex-franquista/neo-izquierdista, con su renovada judeofobia, su germanofilia, su sumisión a los jeques mahometanos... se acabaron los abuelos judíos.
Y todo eso que estaba en barbecho:
católicos de escuadrón de la muerte (monseñor Segura);
remedos de izquierdistas, perplejos y extraviados;
burócratas acomodados y ajenos a la gente;
una orientación clara, con salarios, que baja desde Prisa, Moncloa (¿recuerdan "ni Flick ni floc?), etc;
más una crisis global de las ideas de progreso en el mundo,
y una entusiasta y nueva expansión islámica por occidente...
se remueve y da esta planta.
Ahora ya tenemos un partido político que intenta expresarlo, el P. del Renacimiento y la Liberación, fundado en Andalucía. No sólo el millón y medio de musulmanes adultos votará por él... Y asistiremos a una nueva gran fractura social en este reino ya tan desmembrado. (Así empezó Yugoslavia, y yo decía entonces, "esto pasará en España. ¿De qué lado se pondrá la OTAN/UE esta vez?").
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