Han transcurrido sesenta minutos sesenta desde que nos hemos sentado. En ese tiempo dos personas hemos ingerido una tortilla de patatas, un revuelto de trigueros, un entrecot de 250 gramos a la plancha y otro entrecot, éste de 600 gramos con patatas fritas, mas un pudding casero y un té. Más un Marques de Riscal 2003 servido en esas copas minúsculas de vino que perpetran algunos restaurantes. Pues bien, transcurridos esos escasos sesenta minutos, y con medio pudding por terminar, la dueña del restaurante nos manda la cuenta del restaurante. ¡Sin haberla pedido! ¡Después de tan sólo sesenta minutos sentados a la mesa!
Lo más gracioso es que, es tal el descontrol en el restaurante, que la cuenta-no-solicitada, que en cualquier restaurante del mundo es una invitación a terminar la comida en la calle, asciende a sólo siete euros.Sólo nos cobran el pudding. Le comento a mi acompañante que este gesto es el colmo. Que paguemos (los siete euros) y que nos vayamos. Ella me pide que no lo haga.
Acudo a hablar a la caja con la dueña para que me explique primero que porqué nos han traído la cuenta sin haberla pedido y segundo comentarle que tienen un elevado descontrol. En cualquier restaurante del resto del mundo, el dueño hubiera dicho: "Señor, ha sido un error, le pedimos disculpas. Le agradecemos que no se haya ido pagando sólo el postre. La casa le invita a los mismos. ¿Los señores desean tomarse una copa gentileza de la casa?"
Sin embargo, la "señora" que "gestiona" CUARTO y MITAD me responde con mirada desafiante y con voz destemplada, respuesta que por respeto a este foro no voy a reproducir. Le solicito la hoja de reclamaciones y acudo -eso si elevando la voz- a mi mesa. Desde mi mesa oigo como la "señora" dice a gritos "No sé que le pasa a este señor. Esto nunca nos había pasado".
Al salir he aprendido, para siempre, que: 1- Tengo mala suerte en la elección de restaurantes 2- En España el cliente ya no tiene la razón 3- En España el servicio en hostelería es una mierda con M mayúscula.
Les desafío a que encuentren más allá de un par de hoteles en España entre los CIEN MEJORES DEL MUNDO EN SERVICIO. ¿No les dice nada? Un país en el que ha fallado la pata de la construcción como motor de la economía(el profesor Calaza y otro nick mantuvieron hace unas semanas una economicista y compleja discusión sobre la relación entre ambas variables -la construcción y el turismo-), y que se ha encomendado al turismo como tabla de salvación de la economía está destinado al desastre, porque en España el servicio es una mierda con M mayúscula.
Los españoles, comodones por naturaleza, raramente tenemos la exigencia del resto del mundo. Véase el caso de que a pesar de estar gobernados por un necio, a la par que mentiroso compulsivo, el psoe conserva un voto de cerca del 40%. Aqui nadie protesta por nada, te cobren un euro u ochenta.
Pero los extranjeros no son tontos, y por mucho sol que tengamos, dejarán de venir.
Lamentablemente parece que los restauradores madrileños no han aprendido la lección de 1993.
Al parecer hay una nueva (in)utilidad de blogger. Paginación. Como en el antiguo nickjournal. De momento estamos capeando el temporal. Veremos mañana. De momento enlaces
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Seguiremos informando. Los problemas no están relacionados con las nuevas utildades del nickjournal.
Etiquetas: pangloss
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