Ricardo, rey de Inglaterra, en la que como monarca sólo estuvo seis meses, fue un reconocido asesino y violador, que por obra y arte de algunas películas ha pasado a la posteridad como un gran hombre.
Le sucedió su hermano, Juan Sin Tierra. Juraría que en el cine moría a manos de Robin Hood, pero lo mató la disentería. Este hombre, no mucho mejor que su cosanguíneo, casó con Isabel de Angulema, a la que raptó en vísperas de su prevista boda con Hugo X de Lusignan.
Atendiendo a la edad de Isabel, doce años, aquellas nupcias podrían considerarse de conveniencia, pero algo más debió haber, porque al enviudar de Juan contrajo nuevo matrimonio con el tal Hugo, llamado El Castaño.
Los Lusignan debían ser hombres muy interesantes. Ahí tenemos a Guido, hermano de Hugo IX, también El Castaño, casado con la princesa Sibila de Jerusalén. Para acceder al trono, se le exigió anular su matrimonio y así lo hizo Sibila, quien tras ser coronada, para sorpresa general, volvió a casarse con el Lusignan.
Guido de Lusignan, al enviudar, dejó los Santos Lugares y acabó comprando Chipre a Ricardo Plantagenet, alias Corazón de León, es decir, al hermano del primer marido de la mujer de su sobrino.
Chipre siguió siendo una isla y su última reina, Caterina Cornaro, acabó abdicando a favor de la República de Venecia, de donde era nativa.
Andando el tiempo, a la reina Caterina se le dedicó una ópera, La Reina de Chipre, escrita por Jacques Fromental Lévy, que a su vez fue suegro de Georges Bizet.
Georges Bizet no se llamaba Georges, sino Alexandre César Léopold y está enterrado en el Père Lachaise de París, como tantos artistas, Oscar Wilde, sin ir más lejos.
Oscar Wilde sufrió prisión por su inclinación homosexual, que no le impidió tener una novia de juventud, Florence Balcombe, quien finalmente le abandonó por otro escritor irlandés amigo de Wilde, de nombre Abraham.
Abraham, más conocido como Bram, Stoker pasó a la historia de la literatura como autor de Drácula, una de las novelas más veces llevadas al cine.
El personaje de Drácula ha sido interpretado por muchos actores, pero el primero en ganar fama como tal, en teatro y en cine, fue el también transilvano Bela Lugosi.
Bela Lugosi, lamentablemente, no figura en la lista de las cien mejores interpretaciones cinematográficas de todos los tiempos que publicó la revista Premier.
Es justo reconocer, sin embargo, la grandeza del número 1 de dicha lista, el gran Peter O' Toole, por Lawrence de Arabia.
Peter O' Toole podría perfectamente haber figurado en igual posición por El León en Invierno, de Anthony Harvey, por la que Katharine Hepburn ganó el Oscar a la Mejor Actriz, en el papel de Leonor de Aquitania.
Leonor de Aquitania murió tal día como ayer.
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