“La tierra no pertenece a nadie. Salvo al viento”
George Orwell en 1946: “El lenguaje político es construido para lograr que las mentiras parezcan verdaderas y el asesinato respetable, y para dar una apariencia de solidez al mero viento.”
Terminó la reunión en Copenhague, Dinamarca, para enfrentar el presunto calentamiento global. Lo que se pretende es otorgarles más poder a los políticos y ya que estamos pagarles más impuestos. Sin embargo Zapatero se cuidó de no herir susceptibilidades y le dio al cuento forma poética.
Mientras tanto Greenpeace y otros progresistas sandía (verdes por fuera y rojos por dentro) realizaron sublimes manifestaciones contra el calentamiento. Desgraciadamente lo tuvieron que hacer en un escenario congelado. Un globo terrestre que habían montado para mostrar el mar Ártico sin hielo quedó cubierto por la nieve, algo muy inconveniente a los fines ilustrativos:
Peor aún que el mentís que les estaba dando el clima ha sido el escándalo del “Climategate”, que fue bautizado con esa palabra que parodia el Watergate de Nixon. El escándalo estalló en noviembre, pocos días antes de la reunión de Copenhague.
Hasta hace poco tiempo había consenso en que el planeta Tierra se había calentado en el último siglo en 0,6 grados centígrados. Se discutía si el calentamiento era antropogénico o era producido por causas naturales. Sin embargo, a partir de miles de documentos jackeados de uno de los dos centros de evaluación de datos del clima utilizados por el IPCC de las Naciones Unidas se ha descubierto que los datos de la temperatura han sido adulterados. Los científicos del CRU (Climate Research Unit) de la Universidad de East Anglia seleccionaron, por ejemplo, los datos meteorológicos de Rusia (un 12 % de la superficie terrestre) y usaron solamente una cuarta parte de ellos, los que provenían de las “islas de calor” de las ciudades y desecharon los que indicaban un enfriamiento. Ante las dudas de uno de los técnicos el director de la institución, Phil Jones, le ordenó “hide the decline” (“ocultar el descenso”), frase que se ha hecho famosa en la web y que ha merecido un irónico homenaje musical:
Sin embargo el “Climategate”, aunque se difundió masivamente por Internet, ha sido sistemáticamente ocultado por los grandes periódicos. Sin embargo estamos ante la falsificación científica más grande de la historia, comparable solamente con el fraude de Lysenko, el presidente de la Academia de Ciencias de la URSS que decía que había conseguido que el trigo creciera en el invierno ruso y enviaba al exilio siberiano a los campesinos que no lograban los resultados anunciados.
No es poca cosa lo que revelan los emails jackeados: manipulación de los datos, boicot a los científicos que no se sumaban al alarmismo por el calentamiento global, chantajes a las revistas científicas que publicaban artículos escépticos, ocultamiento de los datos crudos a fin de evitar el control, recepción de enormes donaciones, veto de las publicaciones disidentes mediante el mal uso del peer-review (revisión científica entre pares). Esto último llegó al extremo de que un artículo que criticaba los resultados expuestos por el CRU fue sometido al director de esa misma institución, quien vetó, por supuesto, la publicación.
Con la advertencia de que la autenticidad de los emails ha sido reconocido por la Universidad de East Anglia, que le pidió a Phil Jones, director del CRU, que abandone el cargo, vale la pena transcribir algunos de esos emails a fin de comprobar el nivel de cinismo con el que se manejaron esos científicos en los que se basó el IPCC de las Naciones Unidas:
03 Mar 2000: “Cuando todos nosotros (Mike, Tom y CRU) mostremos que los primeros siglos del milenio eran más fríos que el siglo XX, nos encontraremos con algunas críticas de los escépticos diciendo que estamos equivocados, porque todo el mundo sabe que el período medieval fue más cálido. [...] Pero vamos a reescribir lo que deben saber las personas sobre los cambios de temperatura durante el último milenio”.
Para entender cabalmente el email anterior hay que señalar que “Mike” es “Michael Mann”, el autor del famoso gráfico del “palo de hockey”, incorporado al informe del IPCC de las Naciones Unidas en 2001 y que muestra que luego de mil años de temperatura estable se produjo un dramático ascenso en los últimos cien años:
Ahora, gracias a los emails jaqueados, sabemos que se hizo un “malabarismo” y un “truco”, tal como dicen, para que no apareciera el llamado “Óptimo Climático Medieval” durante el cual los vikingos cultivaban trigo y criaban animales de granja en Groenlandia en tierras cubiertas actualmente por glaciares. Ocultaron también la “Pequeña Edad de Hielo” durante los siglos XV a XVIII, durante la cual el Ebro se congelaba hasta su desembocadura, tal como ocurría también con el Támesis y el Hudson.
Hace ya más de dos años en este nickjournal expuse mi rechazo a lo que ya presumía que era un fraude. Señalé en ese artículo la diferencia entre el “palo de hockey” inventado por estos científicos (a los que califiqué de “villanos”) con otro gráfico que el mismo IPCC había publicado diez años antes:
Sin embargo no me alegra, para nada, haberme adelantado con ese grito de alerta. Por el contrario lo que prevalece en mí es la profunda indignación que me causan quienes han defraudado todos y cada uno de los principio que deben regular la investigación científica y que, peor aún, defraudaron a la humanidad toda.
Sigo transcribiendo los infames emails. En uno, Michael Mann, el autor de la teoría del “palo de hockey” dice así:
From: Michael Mann - 27/10/2009: “Como todos sabemos, no se trata de decir la verdad, sino de negar las acusaciones de forma plausible.”
Otro más, esta vez de Phil Jones, el director del CRU:
From: Date: Sat, 5 Sep 2009 08:44:19 -0700: “Acabo de completar el truco de Mick de Nature añadiendo en las temperaturas reales de cada serie para los últimos 20 años (es decir, a partir de 1981) las de 1961 para que Keith pueda ocultar el descenso de temperatura.”
Digamos que en este email están las ya famosas palabras “hide the decline” (“ocultar el descenso”) y “trick” (truco), en referencia al “truco” con el cual Michael Mann (“Mike”) confeccionó el malhadado gráfico llamado “palo de cricket”.
En mi viejo artículo había mostrado algunos cuadros alemanes e ingleses que mostraban el frío intenso que soportó el mundo hace 400 años. Recorriendo la web he encontrado que en estos momentos se está haciendo en Holanda una exposición llamada justamente “La Pequeña Edad de Hielo” con cuadros de Hendrick Avercamp. Vean uno de ellos:
Los que han viajado por Holanda en invierno saben que actualmente no es así.Pero quiero volver a la otra exposición, la de las infamias actuales. En uno de los emails se dice así:
From: Keith Briffa, Apr 29 – 2007: “Me esforcé en equilibrar las necesidades de la ciencia y el IPCC, que no fueron siempre las mismas”.
En otro email comentan los “trucos” hechos para manipular los datos meteorológicos provenientes de Rusia.
From: Gary Funkhouser, 19 Sep 1996: “Realmente me gustaría ser más positivo sobre el material de Kirguizistán, pero te juro que saqué de la manga todos los trucos que tengo y estoy tratando de extraer algo de eso… No creo que sea productivo tratar de falsear las estadísticas de la cronología más de lo que ya he hecho – Son lo que son”).
Otro email en el que se pone de manifiesto cómo se manipularon los datos para hacer creer que los últimos cien años fueron los más cálidos de los últimos mil años:
From: Keith Briffa, Sep 22 - 1999 “Sé que hay presión para presentar una agradable historia a propósito del “calentamiento aparentemente sin precedentes en los últimos mil años o más en los datos de los proxy“, pero en realidad la situación no es tan simple. No tenemos hasta el momento una gran cantidad de proxies que sirvan y los que lo hacen (por lo menos un número significativo de proxies de los anillos de los árboles) presentan cambios inesperados en su respuesta que no coinciden con el calentamiento reciente”.
Hay muchos más emails (miles, en realidad). En uno de ellos expresan su alegría por la muerte en 2005 de John Daly, un científico que no creía en el calentamiento global de origen humano. En otro hablan de “darle una paliza” a otro escéptico, Patrick Michaels. En otro se quejan de un artículo que había aparecido publicado en el que se cuestionaba la teoría del calentamiento porque es justo "lo que no se necesita" en sus esfuerzos para sacarle dinero a Siemens. Textual.
En otro correo reconocen que están negociando con Esso, una de las subsidiarias de Exxon. Y uno de los documentos muestra que el director del CRU ha recaudado 13,7 millones de libras desde 1990.
Pero hay otras cuestiones más graves aún, como si fuera poco: Las leyes inglesas obligan a revelar todos los archivos de las investigaciones financiadas con dinero público, como son las que realiza el CRU. Sin embargo su director pide en un correo a varios científicos de diversas universidades que borren ciertos mensajes, lo que ha sido interpretado como un intento de impedir que lleguen a verse obligados a desvelar contenidos "incómodos" para la teoría del calentamiento ante una posible petición bajo las leyes británicas. En uno de los correos, de hecho, se reconoce que de verse obligados a dar los datos de las estaciones de temperatura del CRU preferirían borrarlos. Llegan a decir también que primero alegarán que no están disponibles y que luego se refugiarán en la excusa de que los datos originales son de propiedad privada de las estaciones meteorológicas que los brindaron.
Y hay mucho más: en un correo del pasado 28 de septiembre, uno de estos científicos anuncia su intención de bajar 0,15 grados la temperatura registrada del océano para que se ajuste a sus modelos climáticos y no darle el gusto a los escépticos del calentamiento global que dicen que las temperaturas terrestres están influenciadas por las “islas de calor” de las ciudades.
Otro “científico”, David Parker, discute la forma de exponer unos datos porque se podría confundir al público y, sobre todo, reflejaría que el actual período es menos cálido de lo que quieren hacer creer.
Tim Osborn describe cómo los datos son manipulados para ocultar que los resultados muestran una aparente tendencia actual al enfriamiento del planeta. El propio Michael Mann afirma en otro correo que sería bueno "contener" la temperatura del “Período Cálido Medieval".
Estos “científicos” siempre alegaron que los científicos que eran escépticos sobre el papel humano en el calentamiento global no publicaban en las revistas llamadas “peer-reviewed”. Pero los emails ponen en descubierto que eso sucedía por el esfuerzo concertado para que así fuera. Indignados por el hecho de que la revista “Climate Research” había publicado un par de papers escépticos promovieron el boicot contra la misma, y consiguieron que se expulsara a los directivos que habían permitido la publicación. Phil Jones, director del CRU, escribió a la Universidad de Hull para que no permitieran publicar a su colega escéptica Sonia Boehmer Christiansen. El mismo Michael Mann explica en otro email cómo destruir una revista que había publicado documentos escépticos. En otros emails reconocen que habían elaborado un mensaje al diario “The Times” con la ayuda de Greenpeace (!) y se quejaron ante la BBC por haber publicado un artículo vagamente escéptico. Asimismo se ponen de acuerdo en hacer todo lo posible para que los estudios contrarios al calentamiento global no lleguen nunca al IPCC de las Naciones Unidas, aunque sea “redefiniendo lo que es un estudio peer-reviewed”.
Amigos míos: estoy estupefacto. Me doy cuenta que cuando los definí hace dos años como “canallas” me quedé corto. Son verdaderos delincuentes. Estos científicos y sus amigos políticos son verdaderos estafadores tal como les dije en abril de este año en otro artículo que publiqué en este nickjournal. Ellos aterrorizaron con sus predicciones a la humanidad con la finalidad principal de obtener grandes sumas de dinero para pagar sus “estudios”. Hace unos años atrás no era suficientemente valorado el nivel científico de los climatólogos. Muchos trabajaban como simples pronosticadores del tiempo en la TV. Debido a sus mensajes apocalípticos muchos de ellos se transformaron últimamente en grandes vedettes del mundo científico.
Tal vez el consuelo provenga del hecho de que otros científicos resistieron la patraña y soportaron el hecho de que estos canallas los llamaran despectivamente “negacionistas”, asimilándolos a los pronazis. Entre ellos destacadamente dos científicos canadienses, Steve McIntyre y Ross McKitrick. Habían conseguido que la NASA corrigiera datos el año pasado que avalaban el calentamiento global y que desechara el “palo de cricket” de Michael Mann. Por su parte Phil Jones, el ex director del CRU, había diseñado una estrategia de ocultamiento para que no le ocurriera lo mismo que a Mann. Por ese motivo negaba sistemáticamente los pedidos de datos en crudo que le reclamaba McKitrick.
También merece un reconocimiento el climatólogo español que trabaja en USA y Alemania, el Dr. Eduardo Zorita, quien ha pedido que el Dr. Mann y el Dr. Jones sean excluidos de cualquier participación futura en el IPCC.
Asimismo quiero recordar en especial al español Antón Uriarte, que desde hace varios años viene resistiendo con estudios serios el avance de los alarmistas del clima. Su blog tiene más de un millón de visitas (muchas mías, en verdad).
Me he extendido demasiado. No sé cuántos lectores llegaron hasta este final. Pero quiero dejar constancia: que el CO2, culpado del calentamiento, no es tóxico como el monóxido de carbono y que por el contrario es tan necesario para la vida como el oxígeno y el agua. Que el aumento de CO2 provocado por la humanidad es mucho menor a un uno por ciento. Que la Tierra estaría a 18 grados bajos cero sino fuera por el beneficioso efecto invernadero causado por el vapor de agua. Y que, tal como lo expuse otras veces, son los ciclos del Sol los que determinan las glaciaciones y las demás variaciones del clima. Muy poco puede el Hombre hacer ante tal inmensidad.
Así que, amigos míos, no se retraigan de viajar en auto y de calefaccionar bien vuestras casas para estas Navidades. Por el contrario les deseo a todos que las pasen muy felices y abrigados porque las reuniones contra el calentamiento global se han cancelado debido al frío reinante.
(Escrito por Hércor)
Etiquetas: Hércor
I'm alive...