-Lo que me hace rechinar los dientes, descontando el hecho en sí del atentado, es cómo la prensa occidental (sobre todo la española) ha cerrado los ojos a los atentados anteriores (que los ha habido, y muy gordos) y se ha puesto a dar gritos en este porque ha afectado a extranjeros. Vamos, que me apuesto que si no hubiera habido españoles en el fregado la masacre hubiera llenado mucho menos espacio que la dichosa cúpula de los churretones de colorines. Como si las víctimas que se ha cobrado el terrorismo en la India hasta ahora fueran de los vagones de tercera. Baste ver que de todos los focos de horror que se han dado al tiempo (con explosiones y tiroteos por toda la ciudad) el único que ha merecido la atención de la prensa europea es el que se ha producido en el Hotel Taj Majal. Los únicos que han dado más cobertura, sin centrarse exclusivamente en los extranjeros afectados, son los medios ingleses, y eso porque una parte importante de sus lectores son indios de segunda, tercera o cuarta generación y siguen teniendo gran interés en sus lazos y relaciones allí. Así, el llamado grupo de Mujaidines Indios provocó varios atentados entre 2007 y 2008 en las ciudades de Nueva Delhi, Jaipur y Ahmedabad. La misma Munbai ha sido ya atacada varias veces por la violencia de los radicales (musulmanes e hinduistas), pero aquí no nos dábamos por aludidos, cosas de indígenas…
-Resulta chocante la discrepancia de la noticia con las opiniones de algunos expertos. Leyendo los papeles que me pasaste, veo que Richard N. Haass afirma que en la India “no hay terrorismo islámico, y eso es porque es un país democrático y los musulmanes participan activamente en la vida diaria, y cuando no es así tienen recursos judiciales efectivos”. Muy optimista le veo al hombre, cuando no despistado, porque aunque el texto es de 2002 tampoco es que la cosa haya cambiado tanto en unos años… O será que en su afán de apoyar su argumentación de que la democracia trae consigo paz social prefiere pasar por alto detallitos como la realidad.
-Si nos fijamos solo en los grupos de ideología islámica, la verdad es que algunos tienen veteranía en el tema de matar. La gran mayoría de ellos tienen como proclama principal la inclusión del territorio el territorio de Cahemira en Pakistán. Este conflicto es como el palestino: una excelente excusa para sacar todo el malestar que llevan dentro los eternamente cabreados aunque no pertenezcan a la zona en conflicto, con la complicación de que muchos musulmanes indios tiene lazos familiares con habitantes de la zona. La creación del estado de Pakistán, aunque los ingleses juraran que lo hacían como la mejor solución posible, ha sido un foco de tensión desde 1947 (caramba, ahora que caigo, igualito que Palestina… ingleses por medio, disputa para los restos). Y si dolió a los hindúes dejar a Mohammad Ali Jinnah que se llevara a sus futuros gobernados a un trozo desgajado de la India (para muchos el lugar ideal era el fondo del océano Indico), los actuales dirigentes desde luego no van a soltar así como así un territorio clave, con abundantes recursos naturales y riqueza agrícola, y que además permite jugar la baza del “aquí se respeta todo” de cara a la galería
Por eso muchos grupos terroristas han incrementado sus actividades hasta formar un nebuloso movimiento islámico supuestamente reactivo en el cual la India es vista como un estado enemigo, un país en el fondo “no oriental”, aliado con los occidentales y contagiado de su “odio antimusulman”. Y los musulmanes que han optado por seguir en la india y trabajar por un país multicultural, democrático y moderno, sin corrupción ni pobreza… ejem, ejem… ya tendremos con ellos unas palabritas en breves…
-Dejando aparte el tema de la creación de Pakistán (que tiene bastante carne para varios guisos) y centrándonos en Cachemira, y ya supongo que no dejará de haber grupúsculos más o menos testimoniales de islamistas con otros temas en la agenda, parece que el leiv motiv que berrean más acompasadamente es la adherión de la Cachemira india a Pakistán, basándose en su musulmaneidad
-Sí, y muchos de los terroristas han estudiado en madrassas y campos de entrenamiento talibanes y de Alqaida. De momento hay tres grupos identificados y listados por el Departamento de Estado como “extranjeros” (de origen no indio): Harakat ul-Mujahedeen (Grupo Islamista de Luchadores por la Libertad), Lashkar-e-Taiba (Ejército de los Puros,), y Jaish-e-Muhammad (Ejército de Mahoma) . Los tres grupos están formados sobre todo por pakistaníes, así como afganos y árabes veteranos de las campañas contra la URSS de Afganistán. Aunque en 2001 el presidente Musarraf prometió pararles los pies y declararlos ilegales, el resultado es que se han limitado a escindirse, metamorfosearse y ser más discretos. Esa es otra cuestión peliaguda: se afirma con bastante contundencia que detrás de estos “mártires de la fé” está el ISI, el Servicio de Inteligencia Pakistaní, jugando al aprendiz de mago y multiplicando escobas para acarrear el agua. Concretamente el “Ejército de los Puros” (que parece son los que han provocado este último atentado) recibió instrucción y fondos del ISI en los 90 a cambio de atacar a hindúes (y cristianos si pillaban alguno por medio) en Jammu y Cachemira, y de entrenar a extremistas musulmanes en territorio indio. Los últimos años estaban dando un perfil bajo para no levantar sospechas, pero vaya reestreno…
-Parece que la tradición asiática por excelencia en esas zonas, aparte de cocinar con el wok, es entrenar a los grupos terroristas de los países vecinos, y la propia India ha ayudado a los Tigres Tamiles durante los 80… hasta que les salió la criada respondona y se ocuparon de ofrecer una nueva oportunidad de reencarnación a Rajiv Gandhi en 1991.
-Incluso se argumenta que los grupos islamistas de origen realmente indio, como el Student Islamic Movement of India (SIMI), ha sido infiltrado por elementos extranjeros hasta transformarlo en algo muy diferente a su origen, y se dedicarían a captar y mantener como silentes o posibles apoyos a los más predispuestos (o más violentos, o más tarados…), los cuales servirían de carne de cañón cuando hiciera falta.
-El combate del gobierno indio contra el terrorismo islamista se ha basado principalmente en el terror y la manga ancha con los que practicaban el terrorismo en otros bandos (esperando que se mataran entre ellos), alternado con pasteles de zanahoria para los que deciden portarse bien. Una política excelente según los expertos, pero no debe serlo tanto si todavía hay tantos dispuestos a seguir bregándose. Uno de los problemas es que a la hora de los palos hay para todos (culpables e inocentes), pero las golosinas se las quedan los políticos en Nueva Delhi o en las administraciones locales. La policía india tiene una siniestra fama de corrupta, violenta y poco fiable si no eres un tipo con dinero en influencias. Los derechos humanos y el habeas corpus los debieron perder en algún cajón al trasladar las comisarías, porque todavía no los han leído… No es raro que en caso de jaleos se detenga por la calle al primer paisano que corra menos que ellos y le hagan confesar que sí, que es un conejo, no me pegue más por favor, o que detengan a Epicentro a pesar de sufrir un terremoto. La tortura es endémica, y encima los sucesivos gobiernos y administraciones han cometido el mismo error que cometió la CIA en los 80: cerrar la posibilidad de ingresar en lo cuerpos de seguridad de las minorías, echar a los posible candidatos, con lo cual se quedó sin ojos ni oídos en las comunidades conflictivas, que han buscado apoyo en los grupos islamistas no porque crean en ellos, sino porque están mejor organizados y parecen ser los únicos que se oponen a los abusos rampantes de los caciques locales. Como contagiarse de la malaria para acabar con la epilepsia, que no sabes que es peor, el remedio o la enfermedad.
-Se acusa a los musulmanes indios de ser demasiado blandos con los terroristas, de no mostrar un claro reclazo a sus ideas y atentados. Hombre, aquí parece que se ha levantado la voz alta y clara, toma fawta, para decir que gracias, que mejor les dejan en paz arreglar sus asuntos. Pero es complicado denunciar a unos tipos de gatillo fácil que el día menos pensado pueden entrar por la ventana en tu casa del ghetto y hacerte picadillo mientras la policía se fuma el cigarrito y les sostiene las chaquetas. Uno tiene mucho tiempo para considerar que para qué abriría la boca si total lo de mártir no era su vocación… Queda la cuestión de porqué precisamente Mumbai, y si el objetivo final era realmente atacar a los occidentales o estos han sido solo parte del juego.
- Según este autor, la razón es el odio. Pero no hacia los desgraciados turistas en viajes de lujo o los ejecutivos en búsqueda de nuevos mercados sino la propia Mumbai, una ciudad que ofende por igual a extremistas musulmanes e hinduistas. Porque es una ciudad donde a nadie le importa a que dios le pones las varillas de incienso ni siquiera si crees en ellos, donde existe la posibilidad de salir adelante, una ciudad de oportunidades, una ciudad donde creer en el futuro. Y por eso los terroristas han atacado (y no es la primera vez) a los extranjeros, para echarles de allí y “matar al dorado pájaro cantor”.
Bibliografía
Las Múltiples Caras del Terrorismo. B. Raman. La Vanguardia Dossier. INDIA. Num 27 Abril/Junio 2008.
Terror Groups in India. C. Zissis. Updated: October 8, 2008. Council on Foreing Relations
Counterterrorism in India. Authors: Eben Kaplan, Associate Editor, Jayshree Bajoria, Staff Writer. Updated: November 27, 2008
Etiquetas: Mandarin Goose
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