hojaldre.
(De hojalde).
1. amb. Masa de harina muy sobada con manteca que, al cocerse en el horno, forma muchas hojas delgadas superpuestas. U. m. en m.
2. amb. Dulce hecho con esta masa.
1. loc. verb. coloq. Descubrir un enredo o trampa.
Tres aspectos, como tres morillas, interesan de esta entrada. El primero (Axa) es que la masa de harina debe de estar muy sobada, que vale por muy trabajada. El segundo (Fátima) es que la Academia sólo acepta el hojaldre como base para dulces, cuestión ésta que refutaré con la presente entrada. Y el tercero (Mairén) es el hermosísimo empleo del femenino (la hojaldre) que tan antiguo, casi arcaico, suena.
La principal dificultad del hojaldre resultaba, antaño, el trabajo que lleva prepararlo, sobarlo. Así lo siguen haciendo los profesionales de la repostería y, por ello, es posible clasificar las pastelerías con el criterio de la calidad de sus hojaldres. Simple y eficaz pivote que mucho nos dice de las bondades (o no) del pastelero. Sin embargo, hogaño existen excelentes hojaldres listos para usar y que pueden ustedes encontrar en cualquier establecimiento del ramo. La marca más recomendable, de las que uno conoce, es Buitoni que, además, comercializa hojaldres redondos y no sólo rectangulares. De todas formas, los que produce La Cocinera tampoco son mancos.
Hoy les dejaré noticia de dos recetillas, dos, tan sencillas como recomendables, cuya base es el hojaldre. Una salada y otra dulce. La primera cárnica y frutal la segunda. Para todos los gustos, oiga. En ambas es fundamental que la base del hojaldre sea fina, incluso muy fina, y que, antes de depositar sobre ella los ingredientes, la agujereemos con un tenedor a los efectos de impedir su desmesurado crecimiento en el horno.
Toma tres morcillas (de cebolla, preferiblemente, aunque las de piñones no van nada mal), quítales la piel y rehoga un poquito la molla en una sartén sin casi aceite. Apártalas del fuego y deja que se enfríen. En un bol, pon tres huevos (yema y clara) y cien mililitros de nata. Mézclalo bien todo con la morcilla, salpimienta y deposita el mejunje sobre el hojaldre. Habrás, previamente, puesto éste en la fuente para horno, formando un a modo de piscina de bordes elevados. Extiende bien sobre él la morcilla preparada y ponlo al horno a 180º durante unos 25 minutos. Al final, emplea el grill para que se dore un poquito por arriba.
La otra receta, para la que emplearás preferiblemente una masa redonda (aunque la foto que ofrezco corresponde a un día en que no la teníamos en casa y nos salió cuadrada, claro), es una especie de tarta de manzana simplísima y muy eficaz para desayunos y meriendas. Ideal, vamos. Corta una manzana ácida en medias lunas finitas y colócalas artísticamente sobre el hojaldre. Que queden como formando una enorme flor de girasol. Basta con que vayas haciendo una espiral desde el extremo hacia el centro. Licúa un par de cucharadas de mantequilla en el microondas y pinta con éllas la superficie de la manzana. Espolvorea azúcar. Llévalo al horno (a la misma temperatura que el anterior plato) durante treinta minutos. Al acabar, extiende sobre el pastel una ración de mermelada de albaricoque tan generosa como sea tu condición de glotón. Consume la tarta pronto. Al día siguiente de haberla hecho, tiende a secarse un poco y no resulta tan agradable. Ya verás qué cosa.
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De parte del Sr. Bartleby, se hace saber:
XUNTANZA:
No sólo hayla sino que los mayores festejos tendrán lugar en El Cock (http://11870.com/pro/cock), a partir de las 11 y media. Se les espera. Habrá cotillés sobre el I Encuentro Interregional de Editores y Administradores, celebrado hoy mismo y cuyos viáticos serán sufragados por los asistentes.