Magnífica entrevista de H.T. a la senadora y ex-ministra de defensa, impulsora de las políticas de seguridad del Gobierno de Uribe, Marta Lucía Ramírez, en Diario de la Noche de Telemadrid. Mientras la escuchaba pensaba en el abismo temporal, ético, moral, político, y social, entre ella y nuestra actual Ministra de Defensa Pazzzzzzz(ifista), Carmen Chacón. El discurso de la señora Ramírez era propio de un político democrático del siglo XXI. Sin embargo, los de la nuestra, nuestra “Carmencita”, bien podrían pasar por un discurso político de la época del medievo y de Marte, propio de personas que suelen desconocer que pasaron ya muchos siglos de aquéllo en Europa, revoluciones, guerras, y hasta una Ilustración mediante, y, como suele pasar en estos casos, debida a esa carencia siguen observando a los países donde reina la dictadura, el totalitarismo y el fanatismo, con cierto cariño, morriña, algo que hay que proteger y defender.
Fue una bocanada de aire, un momento en que sentirse menos solo, el discurso de Marta Lucía en el que exponía el modo de actuar de un Estado de Derecho frente al terror y los movimientos de corte fanático-totalitarios. Primero, asegurar a la población, zonas de Colombia en las que no había una representación del Gobierno y que estaban tomadas por miembros de las FARC, su seguridad, su legítimo derecho a la defensa de su libertad, sea policial o militarmente, desmotivación de los terroristas al perder el apoyo de la ciudadanía y su poder en instituciones pseudopúblicas, obtención de información de los que abandonan las filas de los terroristas, pérdida de poder económico, en definitiva, un arduo pero continuo, lo más importante, proceso de debilitamiento del terrorismo. Un proceso que obtuvo uno de sus resultados más vitoreados, y con razón, el otro día con la liberación de Ingrid y otros catorce rehenes, y que Marta Lucía completó con estadísticas del drástico descenso de la criminalidad ejercida sobre la población colombiana por las FARC.
Sin embargo, en España, más que debilitarlos, se les subvenciona, se les otorga cargos públicos en instituciones públicas, se les considera interlocutores políticos, y hasta los presentamos socialmente como “hombres de paz”. Se sigue permitiendo que haya ciudadanos que tengan que seguir abandonando su tierra, negocios, familia, se sigue permitiendo que sigan amenazados por terroristas que, para colmo, ostentan el poder, y se sigue tolerando que determinados dirigentes políticos inicien ofensivas contra la ley y el orden constitucional. Reflejo la política internacional donde Chaves, Evo y Castro son también hombres de paz, y el fanatismo islámico un buen comensal en la Unión de CIVILIZACIONES.
Marta Lucía metió el dedo en la llaga al denunciar la “comodidad” con la que Europa estuvo afrontando el problema de las FARC. Problema, como señaló la senadora, en el que los apoyos y colaboración internacional son más que importantes. Lástima que España haya retrocedido al medievo otra vez y piense que sus intereses, aquellos dignos y legítimos, estén mejor representados bajo dictadores y gentuza, como los que pululan por Venezuela, Cuba y Bolivia.
Por cierto, aquí el menda (vía Santiago González):
Mentes paralelas
El general Padilla ha explicado los pormenores de la operación que culminó con la puesta en libertad de Ingrid Betancourt y sus 14 compañeros de cautiverio. Evo Morales se la había adelantado al contar al mundo sus conclusiones sobre la liberación de los rehenes:
"Es muestra de las FARC, que liberan a los detenidos y de las conversaciones que empezó el compañero Hugo Chávez que hay que saludar, que ha contribuido con la liberación acordada mediante el diálogo"
En la madrugada del 1 de julio de 1997, ETA ponía en libertad al secuestrado Cosme Delclaux después de 232 días de secuestro y de que su familia hubiera pagado una cantidad indeterminada de dinero en concepto de rescate. Dos horas más tarde, la Guardia Civil descubría el zulo del taller de Mondragón en el que los terroristas mantenían a José Antonio Ortega Lara y lo rescataba tras haber detenido a sus secuestradores. Había pasado 532 días en aquel agujero.
Javi Madrazo fue reclamado aquella misma mañana para dar su opinión sobre el asunto. Su nivel de información no debía de ser completo, porque la cabeza implume de la izquierda vasca lamentó que, mientras Delclaux había recobrado la libertad gracias a la negociación y el diálogo,
"Ortega Lara lleva más de 17 meses secuestrado, sin que parezca que su cautiverio vaya a tener fin cercano debido a que Mayor Oreja no atiende a las peticiones de la familia y del Parlamento Vasco."
Amanece un nuevo día, preñado de esperanzas, en la España socialdemócrata.
Buenos días y buena suerte.