-(¿Ya te han llamado del lobby sionista a cuenta de la serie de entradas sobre Palestina?)
- (Directamente no, pero el sector proisraelí me ha sugerido que haga un artículo “a favor de Israel, para compensar”. Ya les he dicho que no escribimos a favor ni en contra, que solo contamos lo que hay, y que precisamente porque no somos equidistantes no podemos llevar conteos de saques, mates y carreras. Así nos va, claro, que nos caen de los dos lados.)
-Los musulmanes palestinos, los musulmanes de los campos… A ver si completamos las cuentas: en 1946 había 200.000 árabes cristianos viviendo sólo en Jerusalén Este. Y estos también se han llevado bofetadas a tutiplén, han sido desalojados de sus casas y son una fuerte oposición (se hace lo que se puede) a la ocupación israelí de los territorios. En Palestina hay 35 iglesias cristianas (católicas, ortodoxas, monofisitas y protestantes). La más antigua, la iglesia católica griega o melkita, tiene unos 44.000 fieles. Mucho más minoritarias son las iglesias armenia, maronita, caldea y copta. Todos ellos han tenido que vadear aguas muy profundas, las propias de entornos en los cuales eran minorías más o menos respetadas según la bondad graciosa de los gobernantes y el buen humor de los vecinos. Aunque considerados “dhimmis” (minorías toleradas), durante el Imperio Otomano se les definió según el sistema “millet”, por el cual las comunidades locales de una particular confesión eran autónomas en sus asuntos espirituales y civiles (matrimonios, herencias, propiedad, educación…). Este sistema, aunque aparentemente beneficiosos para los segregados (que podían mantener su “pureza”, por eso agradaba tanto a los mas tradicionalistas), en realidad trajo mas desventajas que beneficios: separó a los cristianos de la administración y creó un profundo muro entre ellos y los musulmanes. Sin embargo los cristianos de Oriente Medio son ante todo árabes; al desaparecer el Imperio Otomano, son los cristianos los que se ponen al frente de los movimientos nacionalistas y seculares, llegando a fundar partidos de corte socialista como el Ba’th sirio. Tras la fundación del estado de Israel, los cristianos palestinos, por segunda vez en la historia, se encontraron viviendo en minoría dentro de una mayoría judía. Pero esta vez había otros tipos echando las muelas en su misma orilla, los árabes musulmanes, con los que comparten circunstancias. Claro que ya se sabe que hasta en eso hay clases: los cristianos en Palestina tienen que soportar la presión integrista de los grupos tipo Hamás, que los intenta esconder y aniquilar aprovechando el río revuelto. Por eso se han agrupado sobre todo en la tendencia laicista de Al Fatáh, que no les exige (tanto) su camuflaje en el entorno. Campanas silenciadas, cruces escondidas, ritos religiosos en la clandestinidad… En Jerusalén Este, donde aun quedan unos 11.000 cristianos, se les permite mayor visibilidad. Los cristianos en Jerusalén se han agrupado paulatinamente bajo una nueva jerarquía, en la cual el líder más activo o de mayor voz es el Patriarca latino de Jerusalén Michel Sabbah.
-Je, parece que los cristianos están también incapacitados para hacer frente común cuando toca. Debe ser la maldición de los Cananeos. Es que no sólo llevan pegándose con los cirios y las cruces procesionales desde tiempos de las Cruzadas, es que por un quítame allá una escalera siguen dando penosos espectáculos en Jerusalén.
-Me pilláis leyendo la entrevista al Patriarca Sabbah. Pues no sabía yo que la revista esta del Mensajero de San Antonio era tan moderna. Ya veo que no se limita a lo de “gracia concedida, diez eurillos”… Pero ya dice mi consejero espiritual en temas históricos que los franciscanos siempre han sido unos tipos bastante revoltosos en política. Al fin y al cabo fue en sus colegios y misiones en la Palestina de antes de las Revueltas Arabes donde se formaron los espíritus independentistas y nacionalistas.
- Otros que también han querido mediar (o tocar las narices o meterse en camisa de once varas, según quien cuente la versión) son los grupos anglicanos/protestantes, que si se echa un vistazo con cuidado son los que cortan el bacalao en las agrupaciones ecuménicas que llevan el Programa Ecuménico de Acompañamiento en Palestina e Israel (PEAPI). Detrás de ellos está el Consejo Nacional de Iglesias (NCC) norteamericano, el cual ha declarado como pilares o cimientos del futuro de Palestina tres conceptos: 1: ambas partes deben abstenerse del uso de la violencia 2: los estados árabes y los palestinos deben reconocer el estado de Israel y a su vez Israel reconocer el derecho de autodeterminación de los palestinos 3: el status de Jerusalén debe ser objeto de negociación.
-Ya, suena muy bonito, pero en la práctica cada vez que los grupos protestantes se han metido a redimir la casa ajena han acabado dejándolo peor que como estaba. No digamos ya las iglesias evangélicas que, disfrazadas de ONGs o de lagarteranas, se dedican a entrar en Oriente Medio como elefantes en cacharrería, haciendo saltar por los aires los complejos equilibrios de los implicados y dejando que los cristianos de la zona se lleven los palos de sus meteduras de pata, mientras ellos vuelven a sus casas envueltos en papel de celofán ¡Aleluya!. El cenit de la caradura llega cuando algunas iglesias (por decir algo) cristinas, mayormente norteamericanas, apoyan el sionismo cristino y son hostiles a los palestinos. Pero no porque simpaticen o apoyen a los judíos como religión o a Israel como Estado (en realidad no los tragan), sino para conseguir la llegada del Armaggedon, en el cual ELLOS, naturalmente, serán rescatados y llevados en palmitas a ser felicitados por Dios Padre. Vaya casualidad, los que andan asegurando la llegada del Anticristo son los evangelistas, los fundamentalistas (esos tipos extraños del Cinturón de la Biblia) y los Pentecostales; no es de extrañar que cuando aparecen por países árabes los saquen a patadas a ellos y a sus Biblias de los Gedeones. Por esaboríos y cenizos, ozú que gente.
-En el día a día de los barrios, judíos, cristianos y musulmanes intentan arreglarse para vivir juntos, aunque con bastantes fracasos y decepciones. A los que están en minoría, como podemos suponer, les toca poner la parte mayor, tragar con los sapos mas venenosos y sonreír. Y se preguntan los cristianos con razón porqué Occidente no mueve un dedo para echarles una mano. Baste ver como en el Líbano se partieron en dos grandes grupos: los que se colocaron en las posiciones prosirias y apoyan a grupos tipo Hezbollá, y los que están en frente, unos y otros hasta las narices de tener que apañárselas solos y encima ser ariete de los de fuera de casa en sus políticas externas, y de que nada es lo que parece.
-Lo de adscribirlos a posiciones más o menos izquierdistas/derechistas es un poco absurdo en esas circunstancias. Más bien es un continuo cambalache entre el enemigo de mi enemigo, mi amigo mas fuerte, la amenaza mas directa y quién ha matado a quién en cada familia. Aunque los cristianos libaneses han sufrido muchísimo en las disputas, también se han cobrado algunas deudas, como en Sabra y Shatila (las milicias falangistas maronitas, encabronadas por el asesinato de su líder Bashir Jumayyil y la matanza de Damour, masacraron a casi un millar de refugiados ) y en Tell Az-Zaatar (12 de agosto de 1976).
-Fijaos qué artículo he encontrado trasteando en Internet. Si lo llego a pillar antes, os lo traduzco con el Google y os lo hago pasar por original. No diréis que es precisamente de un progre furibundo… pero creo que coincide en bastantes cosas con lo que habéis comentado.
-Pues tan interesante como este otro que he pillado yo. Hala, juntitos en el escritorio bajo la ventana con el resto de la bibliografía. Para que luego diga alguna ilustre bocazas que no encuentra material en la Red o en las bibliotecas sobre el conflicto palestino que no sea “proisraelí”. Es evidente que el tema es complejo y tiene muchas sutilezas y ambigüedades, y que los partisanos de ambos bandos no se cortan manipulado la información hasta lo grotesco. No se puede dar un dictamen sobre si el conflicto es “culpa” de unos u otros (aunque algunos de los actores han sido verdaderos aprendices de brujo sin carné), pero sí que hay una larga lista de responsables (aquí, ahora, sin mitologías, sin excusas…) que tienen que ponerse a meter en vereda a sus propios correligionarios, dejar de usar a los muertos y heridos como moneda de cambio y empezar a asumir que o aprenden unos y otros a vivir juntos o se van todos juntos al Infierno (o Gehenna o Jahannam o Lada o Hutama o Jahin o Averno o Reino de Hel o Naraka …, según el currículum).
Etiquetas: Mandarin Goose
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