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14 diciembre 2007
Hipocresía, casualidad y una verdad incómoda

(Fotografiado por El Richal)

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[0] Editado por Protactínio a las 8:30:00 | Todos los comentarios // Año IV



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Escrito por: Blogger J. A. Montano - 14 de diciembre de 2007, 23:49:00 CET

[195] Escrito por: Roxana - 14 de diciembre de 2007 23:36:00 CET
Menuda indigestión, Montano, con tanta carne y tanto mazapán... ¿No ha pensado en mortificarse un poco absteniéndose del mundo, del demonio y de la carne?
__________________________

Mercuchanamente: no.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 14 de diciembre de 2007, 23:51:00 CET

Pues después de un par de días de ayuno los alimentos saben mejor. Todo está mucho más rico.

 

Escrito por: Blogger cronopiodeley - 14 de diciembre de 2007, 23:51:00 CET

Qué poca gente por aquí, verdad¿?

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 14 de diciembre de 2007, 23:52:00 CET

Le digo una cosa, Roxana: es rigurosamente *imposible* que haya un grado más de ricura en lo que me como.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 14 de diciembre de 2007, 23:53:00 CET

Sí, Cronopio, con el frío que hace ahí fuera. Hasta aquí, donde siempre parec haber sol, las sombras están heladas.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 14 de diciembre de 2007, 23:53:00 CET

Buenas Cronopio. Será el frío

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 14 de diciembre de 2007, 23:55:00 CET

¿ Telepatía ?

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 14 de diciembre de 2007, 23:56:00 CET

¿Frío en Murcia? Será un frío en especie, ¿no? Qué sé yo: un frío cultural, un frío itelectual, un frío vital incluso... Pero no frío frío.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 14 de diciembre de 2007, 23:57:00 CET

[204] Escrito por: J. A. Montano —— 14 de diciembre de 2007 23:52:00 CET

Le digo una cosa, Roxana: es rigurosamente *imposible* que haya un grado más de ricura en lo que me como.

***

Siempre se puede ir un poco más allá, la piel a veces parece no tener límites. ;)

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 14 de diciembre de 2007, 23:59:00 CET

Se puede ir todo lo que se quiera más allá... pero es *imposible* un gozo mayor del que ya experimento. Por la sencilla razón de que ya es el *máximo*.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 15 de diciembre de 2007, 0:00:00 CET

Hola, Cornucopio de Buey, ¿quieres ser mi amigo? Somos una pandi guay. Altoseeeer, Jamón Tanooooo, Pepito Blancooooo, Alcincomelamueveeeennnnn. Gente dabuti.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:01:00 CET

[208] Escrito por: J. A. Montano —— 14 de diciembre de 2007 23:56:00 CET

¿Frío en Murcia?

***

Sííí, en mi pueblo (bien es verdad que lindante con la Mancha) había esta mañana cuatro bajo cero. Aquí en la capital hace muucho frío esta noche, brbrbr, pero hay también corazones encendidos y rico mazapán de Moratalla para ir abriendo boca.

 

Escrito por: Blogger Josepepe - 15 de diciembre de 2007, 0:01:00 CET

Nunca he sentido frío en El Portús. Y mire si he ido desabrigado.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 15 de diciembre de 2007, 0:02:00 CET

Peñita guay, peñita guay.

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 0:02:00 CET

[212] Escrito por: Roxana - 15 de diciembre de 2007 0:01:00 CET
________________________

No me diga eso! Me da un no sé qué imaginar a todas mis musas murcianas pasando frío! Con lo calentito que estoy yo! Qué desperdicio! Soy una bolsa caliente sin uso! Con el bien que podría hacer yo en Murcia...

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:02:00 CET

Brema, tus post en lo de Pepito Blanco son muy graciosos.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 15 de diciembre de 2007, 0:06:00 CET

Gracias, Roxana. No me diga esas cosas delante de Jamón Tano, que se pone celosito. No sabe lo malo que es para el jamón pasar del hervor a la congelación. Se echa a perder.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:07:00 CET

No se preocupe por nosotras, Montano, sus musas queridísimas de la huerta, siempre mantenemos nuestros hogares a la temperatura justa, esa que nos permite ir con pijamas ligeros. Las musas siempre estamos calentitas y suaves.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:09:00 CET

Roxana, fiera, ¿por qué tuteas a Bremanagüer y le hablas de usted al Atleta?

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 0:11:00 CET

Roxana, guapa: encámate si quieres con Brema (voto por ello, además: a ver si se anima un poco)... ¡pero no digas que es *gracioso*, amor!

 

Escrito por: Blogger cronopiodeley - 15 de diciembre de 2007, 0:11:00 CET

2 bajo cero en mi pueblo. No sube la temperatura ni con los consejos alimenticios del Gobierno de España.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 15 de diciembre de 2007, 0:12:00 CET

Roxana es mi mujer, tontolhaba.

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 0:16:00 CET

[222] Escrito por: Bremaneur — 15 de diciembre de 2007 0:12:00 CET
_______________________

Me parece muy bien, querido: que sea tu mujer, que seáis felices, que os lo paséis dabuten en al vida y en la cama... ¡Pero bajo ningún concepto podrá decir que eres *gracioso*, sin que le crezca la nariz!

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 15 de diciembre de 2007, 0:17:00 CET

Sos habéis quedado de piedra, ¿eh, gilis? Roxana, perdona el atrevimiento, pero a veces veo a ciertos nicks como a mis airgamboys: un juguete entrañable.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:19:00 CET

Brema, Cateto y Tseverabtan han estado muy graciosos en lo de Pepito. La única manera de hablar con semejante bausán es impostar la voz y empezar a soltar majaderías. Naturaca.

(Montano, no sea malo y no me arrastre hacia sus detestaciones particulares. A mí Bremaneur me hace gracia.)

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:20:00 CET

La mitad de la mitad de lo que se diga aquí.

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 0:22:00 CET

Lo siento, Roxana, pero eso cierra toda posibilidad de entendimiento entre nosotros. Si le parece *gracioso* Brema, es que su sentido de la graciosidad está gravemente tocado... ¡Murcia no es infalible! ¡Me voy p'Albacete!

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 15 de diciembre de 2007, 0:22:00 CET

Jamón Tano, amigo, no seas tan celoso, tío. Nuestra amistad está por encima de todo, tron. Va, tío, no seas neuras, aparca el mal rollo, no merece la pena. Nosotros a lo nuestro, a nuestras pibitas, a nuestras birritas, a nuestro furbito..., ¿eh, tío? Oye, que Alcincomelamueven me envía un sms. Que está con Altoser en un bareto chachi, que si vamos, que hay happy hour de kalimotxos.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:22:00 CET

Reconozca, Montano, que las parodias que Brema hacía de Adrede / Althosser eran más graciosas que el pelmazo que las inspiró, sí, ese que usted consideraba su delfín.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:25:00 CET

[227] Escrito por: J. A. Montano —— 15 de diciembre de 2007 0:22:00 CET

Lo siento, Roxana, pero eso cierra toda posibilidad de entendimiento entre nosotros. Si le parece *gracioso* Brema, es que su sentido de la graciosidad está gravemente tocado... ¡Murcia no es infalible! ¡Me voy p'Albacete!

***

No, por favor, a Albacete no. Albacete es como Atenas, pero sin Partenón.

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 0:27:00 CET

[229] Escrito por: Roxana - 15 de diciembre de 2007 0:22:00 CET
________________________

No, Brema sólo tuvo (cierta) gracia cuando me clonó a mí con lo de Ibiza. Pero el mérito estaba en mí, puesto que yo lo inspiré. Todo aquello de Altoser cof cof era insufrible. No había quien lo aguantara...

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:30:00 CET

Seguro, Montano, que nuestro amor es imposible y que nos separan obstáculos más graves que mi aprecio por Bremaneur. Qué vida ésta.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 15 de diciembre de 2007, 0:31:00 CET

Lo que es un coñazo, Jamón Tano, es la Sekundärliteratur sobre Brema. De verdad, cuando llevas muchos meses sin mojar el churro te pones muy bobo, tron. Vente al baruki que dice Alcincomelamueven, que hay minusis que hierven, tío. Que hoy sí, tío, que hoy sí.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:31:00 CET

¿Alguien sabe de qué va esta noche el programa de Sánchez Dragó?

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 0:32:00 CET

Eso es cierto, Roxana. El principal obstáculo que se interpone entre nosotros es que creo que yo sería incapaz de estar con una murciana que no fuera Rosa Belmonte ni Celia Montalbán... Es crudo, pero es así. Estando contigo, tendría permanentemente la impresión de estar con la murciana equivocada.

 

Escrito por: Blogger cronopiodeley - 15 de diciembre de 2007, 0:33:00 CET

234] Escrito por: Roxana - 15 de diciembre de 2007 0:31:00 CET

Claro, Roxana. Yo se lo digo: el programa de Dragó, esta noche, va de Dragó, como todas las noches.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:34:00 CET

Brenameur y Montano son como esos niños que se pasan la vida pegándose y después ya no se pueden separar.

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 0:36:00 CET

[233] Escrito por: Bremaneur — 15 de diciembre de 2007 0:31:00 CET
______________________

Jajaja, eso me recuerda a un amigo mío que, en nuestra (patética) adolescencia, siempre decía lo mismo a las cinco de la mañana, cuando estábamos ya derrengados en el infecto garito, borrachos y aniquilados: "Mú mal se tiene que dar la cosa, hip, para que esta noche no follemos".

(Lo del "hip" ha sido una concesión al gusto onomatopéyico, hip, de Brema.)

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:38:00 CET

235] Escrito por: J. A. Montano —— 15 de diciembre de 2007 0:32:00 CET

Eso es cierto, Roxana. El principal obstáculo que se interpone entre nosotros es que creo que yo sería incapaz de estar con una murciana que no fuera Rosa Belmonte ni Celia Montalbán... Es crudo, pero es así. Estando contigo, tendría permanentemente la impresión de estar con la murciana equivocada.

***
Al final todos acabamos con la persona equivocada. Ya sabe, eso de que el amor siempre se basa en un malentendido... Lo raro es estar con la persona absolutamente indicada para cada uno de nosotros.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:38:00 CET

No renuncio a Seuta, ni a Melilla ni a Alandalús.

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 0:41:00 CET

[239] Escrito por: Roxana - 15 de diciembre de 2007 0:38:00 CET
_____________________

Eso es cierto, sí. Pero bueno, también puedo hacer el esfuerzo de mirar la botella medio llena: y alegrarme de estar contigo en vez de con Rosillo. (Al menos, no me pincharía la barba.)

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 15 de diciembre de 2007, 0:41:00 CET

Cornucopio de Buey, tu silencio me desgarra el alma.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:42:00 CET

Principié, ja, ja cof, cof, a visitar este blog tras una lectura diferida del extinto blog de Don Fernando García Alonso. En aquel weblog, como decían los antaño palanganeros del mipope Espada,un tal Montano alardeba del tamaño cipote que gastaba. Bien, todavía, años después, no hemos visto ninguna prueba de tamaño artilugio. Queremos ver, coño, queremos ver, cipote, joder. Venga, Montano, que ya has osado mostrar tu imagen poco gallarda; saca el rabo, joder.

 

Escrito por: Blogger Churros con Chocolate - 15 de diciembre de 2007, 0:44:00 CET

¿Cateto también está en lo de Pepe? ¿Dónde?

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 15 de diciembre de 2007, 0:45:00 CET

Me las piro, Ramiro. Roxana, como siempre, a sus pies. Jamó Tano, en cuanto te rascan un poco siempre saltas, tío. Luego te quejas. Ya sabes que esto te lo digo porque soy tu colega, tron. Págate la última, tío, que siempre sales por la filomatic. Pareces de la cofradía del puño prieto, hostia. Venga...

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 0:48:00 CET

Coño, salto porque, si no, me aburro. P'a no saltar, me quedo en mi casa, ¿no te jode? ¡Yo no me la agarro con papel de fumar!

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 15 de diciembre de 2007, 0:49:00 CET

¿Cateto también está en lo de Pepe? ¿Dónde?
---------------
En los comments de la penúltima entrada de Pepe. Memorable.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:52:00 CET

[244] Escrito por: Churros con Chocolate — 15 de diciembre de 2007 0:44:00 CET

¿Cateto también está en lo de Pepe? ¿Dónde?

***

Cateto y Tsevan intervinieron en lo de Pepito ayer.

***

Montano, ¿no ha leído la autobiografía de Canetti? "La lengua absuelta" y "La antorcha al oído" son excelentes.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 15 de diciembre de 2007, 0:55:00 CET

Comprendo que le molestaran los ataques de Canetti a Nietzsche, pero en su favor hay que decir que el búlgaro odiaba a Sartre sobre todas las cosas.

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 1:17:00 CET

No, no he leído nada de Canetti, ni siquiera "La lengua absuelta" y "La antorcha al oído", pese a que un amigo me la recomendó. En cuanto a lo de que odiaba a Sartre: es un buen dato, pero no es una garantía absoluta. Al fin y al cabo, también Sartre odiaba a Sartre...

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 1:18:00 CET

En fin, tengo que irme. Adeus!

 

Escrito por: Blogger J. A. Montano - 15 de diciembre de 2007, 1:18:00 CET

En fin, tengo que irme. Adeus!

 

Escrito por: Blogger Churros con Chocolate - 15 de diciembre de 2007, 1:22:00 CET

[247] Visto. Realmente genial. ¡ Qué bien le tienen que saber a Pepe los comentarios que le enviamos!

 

Escrito por: Blogger Churros con Chocolate - 15 de diciembre de 2007, 1:26:00 CET

Este no

Como acojonar al pasajero que está sentado al lado tuyo en el avión o en el
tren :

1. saca tu ordenador portatil de la bolsa

2. abrelo muy despacio

3. enciendelo

4. asegurate que el capullo de al lado está mirando la pantalla

5. después arranca tu navegador preferido

6. cierra los ojos y levanta la cabeza hacia el cielo...

7. respira profundamente...y haz click sobre el link que tienes abajo :

http://www.thecleverest.com/countdown.swf

8. mira la cara de tu vecino

 

Escrito por: Blogger M. - 15 de diciembre de 2007, 9:40:00 CET

Al Atleta, que lo inspiró

Probablemente no haya en España un lugar en el que se refleje tan bien el espíritu cainita de las amas de casa como los supermercados. Ya se dijo en alguna parte que las amas de casa de los ochenta fueron las primeras friquis, y que fue Almodóvar el visionario encargado de recoger esa impresión, alimentar la hilarante fatuidad de su desdicha y elevar todo ello al cine a través de un par de grandes películas. El encasillamiento no ha sido rentable: se lo han creído. Y como al pez hay que observarlo en la pecera, a la ama de casa hay que someterla a estudio en el supermercado. El otro día, por fin, escruté a una muy representativa: desde su triunfal entrada saludando a cuanta cajera había, hasta su pesado arrastar de carrito por los pasillos con una sonrisita de engreimiento. Varias de su especie llevan meses amargando mis visitas al supermercado: no toleran la juventud, el descaro de las nuevas generaciones, y se preguntan qué clase de oficio tiene la mujer de un desgraciado como yo para no poder venir a la compra y adiestrarse en este pulido arte. Daba el perfil la señora, así que impulsé un análisis sociológico: cincuenta y tantos, bajita, cabreada y con prisas. Me la crucé varias veces y me miró por encima del hombro, como preguntándome: “¿es que me has visto tú alguna vez a mí en un afterjaus?”. Íntimamente nos despreciábamos, pero nuestra primera disputa seria no fue hasta la charcutería. Ella pedía lo suyo enla carnicera, y yo me dirigí a la encargada de los embutidos: terrible error. Antes de que abriese la boca, me fulminó con la mirada. “Mira, estoy yo”. “Pero usted está pidiendo ahí”. “Bueno, pero ya estoy acabando y llegué antes”. Y señaló el carro: su digno representante en los embutidos, con el tirador apuntando inmisericorde al choped. Mientra masticaba un severo “zorra” para mis adentros, me entretuve con los arroces y hasta allí fue a buscarme. Noté su respiración agitada a mi espalda: se dirigía como una exhalación a la caja. ¡La caja!: su disciplina olímpica, sus cuatrocientos mariposa. Pese al calentón de lo que di en llamar ‘la gran batalla de la charcutería’ y posterior derrota con la ‘dama del choped’, pensé con frialdad y elegí el pasillo interior para trazar mejor la curva: aparecí en la cola delante de ella con una fastuosa sonrisa. Por el camino me dejé la barra de pan, pero ya pesaba más mi orgullo. La tuve pegadita a la espalda, marcándome ceñuda. Insistía desde la lejanía en entablar conversación con sus amigas las cajeras, como si le fueran a cobrar por el aire. De vez en cuando, de forma imprevista, asomaba el morro con la misma destreza que Raikonnen: ahora por la izquierda, ahora por la derecha, ante mis intentos desesperantes por frenarla en su delirio. Y se hizo la luz: “Señorita Mari Carmen acuda a caja”. Fue abrirse el micrófono y estallar la locura: la señora se salió del rebufo y cogió la pole de una nueva fila, llevándose en su estela a otras marujas. Visto y no visto: una maravilla. Cuando quise entrar en el partido, ya salía ella por la puerta con el oro. Ni Federer.

 

Escrito por: Blogger M. - 15 de diciembre de 2007, 9:44:00 CET

NÁUFRAGOS

"Me interesa mucho el concepto de fracaso: tiene que ver con aproximarse a algo”. La frase es de Paul Holdengräber, director de la Biblioteca de Nueva York, en una entrevista de Ignacio Vidal-Folch en El País. La sugerente idea del fracaso como impulso narrativo es una de las constantes más lúcidas y descaradas que he tenido en esta tierna juventud, y probablemente la única: escribir para caer, y levantarse de nuevo sin perder de vista el destino. Ya he escrito sobre el objetivo inútil de discutir la identidad última del fracaso, su persistente y poético esplendor: el resultado, fascinante, de observar la vida desde el subsuelo, sumido a los ojos de los otros en un barrizal de intentos frustrados por asomar la cabeza a la luz de una solitaria bombilla. He repetido también la frase de Scott Fiztgerald, al respecto de aquel Hemingway: “Ernest habla con la autoridad que da el éxito: yo lo hago con la que da el fracaso”. No es agradable, pero uno se refugia en Sísifo, su mito, y alcanza el breve placer de conseguir subir la roca a lo alto de la montaña para ser devorado por ella en un rápido descenso y volver a intentarlo: el héroe absurdo del que habló Camus. “Todo pasa / y todo queda / pero lo nuestro es pasar”, repite Machado: pero yo siempre imaginé recitándolo a un camello (a mi camello, concretamente) y nunca evito una leve sonrisa al pagarle, demasiado para mi salud. Cuando era muy joven, y escribía a mano, supuse esto: “Somos desconocidos. O a eso aspiramos todos: a desconocernos”. Una ingenuidad con cierta base, pero ficción en cualquier caso. Lo he recordado al escribir sobre Saint-Beuve y Proust la semana pasada, y sus postulados sobre la identidad. Porque cuanto más me inclino sobre el teclado, con esa postura de viejo acechante y arisco (ese viejo que le mira las faldas a las niñas y rehuye el contacto social, más aún el físico), menos me reconozco, y menos me salvo. Uno escribe una línea mientras baila entre un ramillete de pálidas ideas, un mensaje cercano y digerible, pero a medida que avanza el párrafo se disuelve la identidad, naufraga la idea, y sólo sobrevive la escritura, sin puntos y aparte, sin la piedad que exigía Apollinaire para los que reclamaban el tiempo de la razón ardiente. La escritura es hoy por hoy la única idea consistente: origen y destino, y el fracaso su tembloroso estertor, despojado ya de aquella ternura infantil, por más que todavía afloren los vicios: al fin y al cabo todavía no he roto con mi camello, y sigo bebiendo demasiado. Pero cada vez tengo menos que ver conmigo, y sin embargo me acerco más a lo que yo mismo espero de mí: no un fracaso, sino un ideal de fracaso, más bien. Un ejercicio solitario: otros hacen abdominales. Lo que pasa es que me he ido fabricando una escritura dura y cínica de la que el noventa por ciento es grasa y sólo el cinco músculo: tampoco me interesa el regate. Hay un cinco por ciento reservado al amor, pero no he llegado a esa cima estética, a esa rimbombancia moral del amor como pulmón de la vida, aunque lo sea: quizás con los años, cuando me ablande y empiece a cambiar pañales: los míos. Y una mañana piensas en el dinero, que es una forma muy depurada de fracaso, y en su justicia poética, que te hace ganar escribiendo diariamente el doble de lo que otros ganan escribiendo a la semana, o viceversa. Claro, no es lo mismo escribir las cosas que uno quiere que las cosas que uno debe. Y en este oficio se entretiene con artículos bien apañados, a menudo sobre la actualidad: una tarde alguien te para por la calle y te dice que has estado bien, y saltas a por el cacahuete. La cuestión, pese a todo, es fascinante, y su imagen poderosa: el fracaso tiene que ver con aproximarse a algo. Todos dicen escribir para que les quieran o para que les pongan un Nobel: yo escribo para que el fracaso aplaste mi inmensa vanidad. Henry Ford decía que perder es más fructífero que ganar. Pero prefiero a Jacinto Benavente: “Los náufragos no eligen puerto”.

 
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