Etiquetas: Phil Blakeway
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[199] Son preguntas interesantes. Para situarnos, habría que saber, en primer lugar, en qué circunstancias obliga la ley a un médico a practicar un aborto que no quiere practicar y qué sucede si no lo hace. En cuanto a los cargos municipales, si uno exige de ellos un servicio que están obligados por ley a prestar y se niegan a hacerlo (¿describe esto lo que sucede en el caso que plantea?), no hay mucho que discutir: es puro y simple incumplimiento de contrato.
Ok. De vuelta al centro okupado, se reúne la asamblea. Rechazan la idea de presentar ninguna denuncia contra el traficante y se discute qué hacer si, como parece muy probable, se presentan en buen número los matones de la red de tráfico para dejar claro que, si la policía no les impide desempeñar su oficio, no van a admitir que lo hagan los okupas. Alguien con experiencia en estas lides indica que en estos casos para repeler la agresión no vale con ser muchos (lo que, además, no es posible las 24 horas): tiene que surgir dentro del centro un grupo armado dispuesto a plantar cara a los mafiosos. La propuesta se discute, no sin vértigo ante la escalada de paradojas: después de lo visto, no cabe esperar que la policía venga a defender a los ocupantes ilegales del inmueble de una agresión; por otro lado, si en el origen del asunto estaba la idea de no dar facilidades a la prensa amarilla (a la que nada le gustaría más que presentar el centro como un fumadero de opio), la idea de una 'policía' o 'ejército' okupa, además de enviar a los presentes a las cavilaciones de los anarquistas que acabaron integrados en el gobierno de la República durante la Guerra Civil o vigilando a punta de pistola las colectivizaciones, pone en bandeja a la canalla presentarles, si la noticia trasciende (y trascenderá, si llega a haber bronca) como matones parapoliciales. (Cuando no como dos bandas rivales que compiten por el monopolio del tráfico en un territorio.)
Ésta es la segunda parte. Lo que no tiene la historia es conclusión. Creo probable que la asamblea decidiera no armarse y confiar en que no llegara la sangre al río. El vértigo no se lo quita nadie.
[199] La objeción de conciencia incluye el servicio militar obligatorio y la realización de abortos.
Los demás casos no están contemplados (o yo, en todo lo que he buscado no lo he visto). Hay un subterfugio que permite que un alcalde o concejal no firme en el registro que dos hombres o dos mujeres se han casado. Como hay otro dispuesto a hacerlo, el servicio se presta, aunque ellos no lo hagan.
Pensemos ahora en que un judío creyente médico dice que el no hace guardias los sábados, o que un veterinario musulmán que trabaja en el amtadero municipal dice que él no se ocupa de analizar la carne de cerdo, que cualquier persona religiosa hace objeción fiscal en materia de invstigación biomédica proque su conciencia le dicta que la investigación con células madres va en contra de la ley natural (Esto también sirve para aquellos que no aceptan la experimentación con animales).
Po último, le dejo esta entrevista en favor de la objeción de conciencia cuando la ley va contra nuestra conciencia: http://www.fluvium.org/textos/familia/fam213.htm
(205)
Lo del matadero con el veterinario musulman se lo congtesto yo con las mismas argumentaciones que dijeron el otro día en un episodio de Bones: primero,que el veterinario es un científico (sanitario), que debe hacer su trabajo de la formas mas adecuada posible, y segundo que la religión musulmana no prohíbe la manipulación de la carne de cerdo sino su consumo, y eso siempre y cuando su rechazo no produzca escándalo u ofenda a quien de buena gana lo ofrece por ignorancia o imposibilidad de dar una alternativa
205] Es un camino inquietante. Probablemente lleve a la conclusión, muy socrática, de que nadie hace el mal a sabiendas, sino desde la convicción de que está haciendo algo 'supralegítimo': lo que debe, o, en versiones cada vez más impuras, algo inocuo o que todo el mundo haría si pudiera. Espada tira de esto para igualar todos los casos, se trate del militante de Greenpeace o de un terrorista, no menos filantrópico, de Al Qaeda. Pero a mí me parece que hace trampa. Que todo el mundo encuentre justificación para lo que hace no significa que todo esté justificado; pero tampoco que sólo lo esté (o lo esté en absoluto) lo considerado legal en un momento y situación concretos (un sistema democrático, generaliza él).
[206] En líneas geenrales estoy de acuerdo con ud. Cuando alguien se plantea no ahcer algo no lo hace, la mayoría de las veces (exceptúo a los terroristas) porque quieran hacer el mal sino por sus convicciones morales, religiosas, etc., pero no piensan que esa negativa suya, o ese abstencionismo puede impedir determinados avances sociales, o puede causar algunos males (caso del hipotético veterinario musulmán).
Yo prefiero que se obedezca la ley proque es un modo de que haya igualdad, aunque esté basada en algo injusto o imposible de cumplir (en cuyo caso, más vale cambair la ley.)
Dicho lo cual, creo que se deberían legalizar las drogas y que hay personas que lucharon cotnra una situación legal injusta y que gracias a su esfuerzo, los perjuicios que sufrieron, etc., estamos donde estamos.
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