26 diciembre 2008
¿Por qué ya me gustan las Navidades?
(El autor, en Navidades. Disculpen el casi imperceptible toque de Photoshop.)
Yo, lo confieso, era de esos que caen presa del shock anafiláctico al acercarse estas entrañables fiestas. Era ver en televisión los primeros anuncios de colonia (ahora fragance) y notar cómo un sarpullido me brotaba aquí, por la parte derecha de la espalda, y se me venía hacia delante, mismamente hasta la barriga. ¡Imagínense ustedes! Podría notar, aún en la más perfecta de las oscuridades, cómo me ardían los ojos, empapados en salvíficas –aunque inútiles– lágrimas; cómo la congestión nasal se hacía con mi nariz, convocando, de paso, a mi pertinaz sinusitis aguda. En fin: un desastre. Y no les cuento nada cuando aparecían, en las ventanas de mi barrio, los primeros papánoel colgaditos de sus ridículas escalerillas, con una mochila llena de nada. Ir al centro de mi pueblo, me estaba vedado por prescripción facultativa. Estrictamente. Pisaba las calles iluminadas, escuchaba las musiquillas machacantes, reparaba en los decorados escaparates, y mi sistema inmune explosionaba. Me convertía en un sobreproductor de inmunoglobulina E que, hinchado y trastabillante, procuraba, al menos, tener la dignidad de no caer derrotado, convulso y azogado, en plena calle. Y, claro está, no gozaba de la fiesta.Todo eso ha cambiado, sin embargo. Hoy, anoto cuidadosamente las distintas fragances que, con delicioso acento ora francés, ora británico, nos regala la publicidad. Así, cuando mi mujer me dice ¿Qué quieres este año como regalo, darling? pues yo, cumplidor sobre todo, puedo informarle del amplio abanico de posibilidades a su alcance. Ella lo agradece mucho, claro. Y, de paso, se ahorra la magnífica corbata con topillos que queda reservada para el Día del Padre. Very convenient, como pueden suponer. Además, y sin el menor atisbo de espasmo o sudor, he sido capaz de decorar la fachada de casa con una hermosa ristra de LEDs de colorines y bajo consumo que componen la expresión: Merry Christmas. Por supuesto, un par de rojos papánoeles flanquean, a distinta altura por mor de matar un poco la simetría, semejante luminaria. Sus mochilas van cargadas de dátiles, nueces y orejones de melocotón y naranja ya que, como es sabido, estas chucherías son muy saludables para los que han de dar largas caminatas entre la nieve. Por supuesto, ya tengo comprada para mi princesa la nueva fragancia de Ágatha Ruiz de la Prada. Se la regalaré al lado de un sugerente conjunto de lencería de color rojo, que da mucha suerte para el año entrante.Y todo esto, ¿cómo?, se preguntarán incrédulos. Pues muy sencillo, como todo en la vida si el trabajo duro, el esfuerzo y la dedicación son los faros que iluminan, orientan nuestro paso por este valle de lágrimas: me puse en manos de un psicólogo. Conductista puro. Formado en Harvard con el mismísimo Burrhus Frederic Skinner. Les ahorro, por cruda, la descripción de la terapia pero, cuando acabé y aboné al terapeuta la correspondiente minuta, sólo me quedaban ganas de Navidad. Y de nada más que eso. Todas mis turbias pulsiones (la comida compulsiva, la dipsomanía galopante, los puritos Mehari’s, los puzzles, los relatos de Connan Doyle, los blogs…) habían desaparecido como por ensalmo. Era otro hombre. Libre. Sano. Flotante en una inopia de felicidad navideña, en un magnífico, iridiscente limbo de nubes blancas, bolas de colores, espumillón, Sidra Champagne El Gaitero y décimos de lotería no premiados. Todo eso sin más precio que una obscena factura y la (me aseguran que pasajera) anorquia que desde entonces me acompaña. Pero, no crean: tiene sus ventajas. El tanga rojo que me pongo para las grandes ocasiones (Nochebuena, Nochevieja y Reyes) me queda, no sé, como más estiloso, menos alfredolanda, ya me entienden. Y si a eso le unen el irresistible aroma a Hugo Boss que desprendo, comprenderán que el cambio ha sido como de la noche al día. Cuando quieran, les paso el contacto de mi psicólogo. Y ya verán qué bien.(Escrito por Protactínio)
Etiquetas: Protactínio
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Pensando en que me puede tocar el loro en el sorteo me da por pensar que todo lo que rodea a los pájaros en cautividad es horrible: jaula, percha y comederos. El pobre animal queda completamente difuminado por bello que sea.
Me ocurre lo mismo con las pistas de esquí, aunque sean preciosas me las ensucian los colorines de los esquiadores.
'Me voy a poner a las órdenes del Diablo'.
Lo decía un tío por la calle hace un rato, en voz alta pero sin gritar.
[199] Argumento ontológico de Gengis Kant:
Cuando abro una aplicación en mi pc no sólo inicio el funcionamiento de un archivo ejecutable, sino además un programa.
Ese programa, a diferencia, del archivo, no es divisible; por tanto, no es material, pues todo lo material es divisible (muchas veces, también separable). Los programas, a diferencia de los archivos que los conforman, son realidades psíquicas.
Sigo:
Si la existencia de sucesos físicos implican la existencia al menos de un cuerpo, la existencia de los psíquicos implicarán la existencia al menos de una psíque, o alma.
Y voy terminando:
Una cosa no puede tener una naturaleza distinta de sus acciones. Los sucesos psíquicos son inmateriales. Luego el alma es inmaterial.
(A la mía la llamo 'ese trasto' o 'el trasto ese'.)
[169] Lamento no disponer de fotografías de mi infancia, ni de un escáner para digitalizar alguna que podría dejarme mi madre; tampoco grabo cedés desde hace tiempo.
Cada vez creo menos en los soportes materiales -el sueño de una sombra, que dijo Píndaro-, esos simulacros, y me muevo más, y más a gusto, por el mundo animista de los ceros y los unos.
Podría llegar con usted a un acuerdo sobre eso, pero qué le gusta a usted algo de polémica, eh, señoritinga...
Y vea que es posible estar de acuerdo con Crítico y también "sintonizar" con usted en muchas cosas... No lo digo para "desengrasar" al dictado de las actuales fechas, sino para dar cuenta de lo polifacético que es el mundo (vulgo, el ser humano).
Un abrazo, que me esperan pa tomá copas en el sevillanísimo barrio de Los Remedios (sevillanísimo y feo de narices).
Mercutio, que una cosa sea inmaterial -por ejemplo, un programa informatíco, según la ironía de usted que yo me tomo en serio- no quiere decir que sea psíquica. Por ejemplo, el espacio y el tiempo de la física clásica no eran ni realidades materiales ni anímicas.
Miento: Newton pensaba que el espacio -no sé si el tiempo también- era anímico (Sensorium Dei lo llamó).
De todos modos la física clásica es algo más que Newton y sus preocupaciones mecánico-teológicas.
[199] ↓Escrito por: Gengis Kant - 26 de diciembre de 2008 22:35:00 CET
Sigo:
Si la existencia de sucesos físicos implican la existencia al menos de un cuerpo, la existencia de los psíquicos implicarán la existencia al menos de una psíque, o alma.
Y voy terminando:
Una cosa no puede tener una naturaleza distinta de sus acciones. Los sucesos psíquicos son inmateriales. Luego el alma es inmaterial.
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Y como todos sabemos para analizar los fenónemos psíquicos (del alma) no se utilizan medios físicos medibles cuantitativamente. Ni tampoco se puede influir en la naturaleza de la psíque o alma con excitantes físicos, ni es medible por las expresiones, movimientos o EEG, debidamente fijados por la experimentación en el cuerpo físico. La neuropsiquiatría, ésa magufa.
Argumento antropófago:
El alma es la parte del cuerpo que no se come.
[208] No, si cuando quiere es Vd. de una precisión suiza. 'Que una cosa sea inmaterial no quiere decir que sea psíquica'. Exacto.
Pero antes había dicho que 'la visión, a diferencia de lo visto, es una realidad psíquica'. Y no. Es inmaterial, como el programa. Se trata de conceptos. Que no existirían en ningún modo sin un soporte material que los elabore (en ambos casos, el cerebro humano).
Ahora bien, si quiere Vd. llamar 'alma' a 'lo que hace el cerebro', por mí encantado -mientras no mantenga Vd., más allá de toda posibilidad de demostración, que tiene una existencia independiente.
[212] Los cerdos son unos desalmados.
Podría decirse de los números -en el caso de que queramos negar su realidad, basándonos en el hecho de que no son materiales- que son ideales; pero jamás diremos que son anímicos.
¿Qué es, dentro del género de lo inmaterial, lo específico de un fenómeno psíquico? La imposibilidad de dudar de su existencia. Puedo dudar de la realidad de los números, pero no del hecho de que dudo de su existencia. La duda, no el número, es lo anímico.
(Descartes y todo eso.)
[215] ¿Jamás? En el 206, sin ir más lejos. Por decir, que no quede.
Buenas noches.
Ay. Y luego a mí me llaman sofista.
Bremaneur: no le creo. Ni en eso ni en lo demás.
Perroantonio: al final tendrá razón Adrede. Eres un puto recogenueces.
207
Bueno, pues si podemos ponernos de acuerdo, salvo en un pequeño detalle sin importancia....
( yo es que me inmunizado ya)
http://www.youtube.com:80/watch?v=0p9TE8dRPX0
[211] ↑ Escrito por: SPQR - 26 de diciembre de 2008 23:59:00 CET
[199] ↓Escrito por: Gengis Kant - 26 de diciembre de 2008 22:35:00 CET
Sigo:
Si la existencia de sucesos físicos implican la existencia al menos de un cuerpo, la existencia de los psíquicos implicarán la existencia al menos de una psíque, o alma.
Y voy terminando:
Una cosa no puede tener una naturaleza distinta de sus acciones. Los sucesos psíquicos son inmateriales. Luego el alma es inmaterial.
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Y como todos sabemos para analizar los fenónemos psíquicos (del alma) no se utilizan medios físicos medibles cuantitativamente. Ni tampoco se puede influir en la naturaleza de la psíque o alma con excitantes físicos, ni es medible por las expresiones, movimientos o EEG, debidamente fijados por la experimentación en el cuerpo físico. La neuropsiquiatría, ésa magufa.
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Usted, oponiéndose a mi 199, está de acuerdo con mi 186, aunque por razones rigurosamente científicas que no me ayudan a saber dónde me equivoco.
A diferencia de los buenos sofistas, ignoro dónde está el truco de mis razonamientos. Aunque tiene que haberlo.
A ver, Al, creo que vamos a acabar mal.
Para empezar te aconsejo que te apuntes a Coprófagos Anónimos.
Y ahora una advertencia: yo no hago prisioneros.
No lo había leído, Gengis.
No le puedo ayudar; en las cosas del hálito, soplo o aliento, ando perdido.
Oh, Alnosecuantos y yo, hermanados por la violencia verbal, qué hermoso. Al59, comblezo de la Verdaz, me dicta mi biografía, y présago de historias, impone su intoxicada visión de la Realidaz.
Bil, apunta, una de tus conclusiones equivocadas: a los dos días (de ausencia), ni dios se acuerda de los nicks. Como verás, el NJ se sigue acordando de ti.
[213] ↑ Escrito por: Mercutio - 27 de diciembre de 2008 0:05:00 CET
[208] 'Que una cosa sea inmaterial no quiere decir que sea psíquica'. Exacto.
Pero antes había dicho que 'la visión, a diferencia de lo visto, es una realidad psíquica'. Y no. Es inmaterial, como el programa. Se trata de conceptos. Que no existirían en ningún modo sin un soporte material que los elabore (en ambos casos, el cerebro humano).
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Dado que ni la visión ni el programa, ni ninguna otra cosa, pueden ser inmateriales y materiales a la vez, hace usted muy bien en decir que son inmateriales y que tienen un soporte material (el cerebro en el caso de la visión). Así evita la contradicción manifiesta. Ahora -quiero decir mañana- me gustaría saber si cree que la relación entre el soporte y lo soportado es material o inmaterial.
je je je
Ahora lo entiendo
Buenas noches, si es que queda alguien por ahí.
No está nada claro que los sucesos psíquicos sean inmateriales. Quizá lo único que los diferencia del resto es que son nuestra materia, la única que conocemos por dentro y sólo por dentro.
El miedo a la muerte parece ser universal. No así el miedo a una vida equivocada, a una vida mal vivida, y sin embargo debería ser el más común, el incesante, el que nos acechara en cada decisión.
Las formas de joderse la vida son casi infinitas. Afortunadamente solemos preferir aquéllas que también joden las de los demás, lo cual reduce de modo considerable las opciones.
[144] ↓Escrito por: Pepe - 26 de diciembre de 2008 19:18:00 CET
Hace unos días hablé en mi blog de los monos tecleadores. Hoy en El Mundo en tribuna libre Juan A Herrero trata el tema. Esto es una novedad, no se habla normalmente de estas cuestiones en la prensa y menos en el sentido con que lo hace Herrero.
Una aclaración para Temarios: el símil válido para hacer al bicho más apto o con mayor capacidad reproductiva no sería acertar una letra, estas serían átomos. Lo válido sería acertar largas frases que podrían compararse con enzimas complejas que fabricarían una proteína que harían al sujeto más apto, esto es el mínimo que podría diferenciar la selección natural.
Si como bien señala Herrero, para teclear correctamente de modo fortuito los 18 caracteres y espacios que forman To be or not to be tuviésemos a mil millones de monos tecleando una vez por segundo desde la formación del universo hasta ahora, muy probablemente no se habría escrito todavía.
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No entiendo por qué tendrían que ser átomos las letras del símil, pero tampoco entiendo en qué cambiaría la cosa que lo fueran.
Que yo no pueda ver mis ojos no prueba que sean invisibles. Que yo no perciba las conexiones cerebrales que son mi pensamiento, no prueba que éste sea inmaterial.
Más sentido tendría el miedo a la muerte como miedo al error irremediable, a lo que ya no tiene vuelta atrás, al momento en que uno ya sólo tiene tiempo para decirse "ésta no era mi vida".
[234] Escrito por: Blogger temarios - 27 de diciembre de 2008 1:48:00 CET
El miedo a la muerte parece ser universal. No así el miedo a una vida equivocada, a una vida mal vivida, y sin embargo debería ser el más común, el incesante, el que nos acechara en cada decisión.
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Quizá pueda explicarlo el hecho de que las elecciones trascendentales, que determinarán un curso u otro radicalmente distintos en la bifurcación de nuestra vida, son bastante raras. Normalmente procedemos por acumulación de pequeños pasos; es la tiranía de las pequeñas decisiones, a las que prestamos poco atención.
[239] ↑Escrito por: schelling - 27 de diciembre de 2008 2:27:00 CET
[234] Escrito por: Blogger temarios - 27 de diciembre de 2008 1:48:00 CET
El miedo a la muerte parece ser universal. No así el miedo a una vida equivocada, a una vida mal vivida, y sin embargo debería ser el más común, el incesante, el que nos acechara en cada decisión.
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Quizá pueda explicarlo el hecho de que las elecciones trascendentales, que determinarán un curso u otro radicalmente distintos en la bifurcación de nuestra vida, son bastante raras. Normalmente procedemos por acumulación de pequeños pasos; es la tiranía de las pequeñas decisiones, a las que prestamos poco atención.
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No se puede decir mejor.
[238] Escrito por: Blogger temarios - 27 de diciembre de 2008 2:26:00 CET
Más sentido tendría el miedo a la muerte como miedo al error irremediable, a lo que ya no tiene vuelta atrás, al momento en que uno ya sólo tiene tiempo para decirse "ésta no era mi vida".
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Cuestión de grados: de equivocarse en la vida a equivocarse de vida. Es lo que tiene no contar más que con una sola. Hay que hacer experimentos, pero no con gaseosa.
¿Dónde estará mi vida, la que pudo
haber sido y no fue? La venturosa
o la del triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo
y no fue...
Eso es lo malo, que sólo es una. Podían dejarnos otra de prueba, para ir practicando.
Un placer coincidir con usted, Schelling, aunque sea a unas horas tan improbables.
Buenas noches.
[244] Escrito por: Blogger temarios - 27 de diciembre de 2008 2:42:00 CET
Un placer coincidir con usted, Schelling, aunque sea a unas horas tan improbables.
Buenas noches.
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Igualmente, amigo temarios. Además, con un tema inquietante.
[242] Escrito por: Blogger temarios - 27 de diciembre de 2008 2:35:00 CET
¿Dónde estará mi vida, la que pudo
haber sido y no fue? La venturosa
o la del triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo
y no fue...
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Hay algo que no me termina de convencer en esos versos, a ver si soy capaz de explicarme.
Parece dar por supuesta la contraposición rotunda entre la vida que ha sido y la que pudo ser, cuando me temo que la relación entre lo vivido y lo posible es mucho más íntima y estrecha. La vida que hemos vivido está entreverada de posibilidades, aunque al mirar hacia atrás nos la representemos simplificadamente, despojada de todas esas ramificaciones abiertas.
Al mismo tiempo, esas oportunidades perdidas o no realizadas no se nos presentan por lo general como una alternativa global, sino de forma parasitaria de las cosas que fueron.
En fin, la pesada digestión de un cordero excelente tiene estas cosas.
243] Escrito por: Blogger temarios - 27 de diciembre de 2008 2:39:00 CET
Eso es lo malo, que sólo es una. Podían dejarnos otra de prueba, para ir practicando.
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Está todo inventado: ¡el second life!
Lo malo es que, según he leído recientemente, algunos prefieren la vida de su avatar a la propia.
¿Ves, Perroantonio? Yo dos referencias a tu sustancia favorita, tú tres. Vas ganando el concurso.
Salud a la peña y felís Navidás. He estao junando este garito varios díasy veo que lleváis un rrollo mu guapo. Lástima que siempre haya gente que intenta joderos el chiringo llenándolo to de mieldas, pero, bueno, qué se le va a hacer.
Ánimo y al loro.
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