El sujeto que más ha progresado en el cursus honorum hispanicus anda atribulado estos días por aquello de su asistencia a una determinada reunión de postín internacional. Que no haya tradición es indiferente: asistimos a la ronda westfaliana por protagonistas de la derrota, léase a Saavedra Fajardo. En Viena ciento cincuenta años más tarde el Sr. Marqués de Labrador, un desabrido imbécil del agrado del felón restaurado, cosechó un estrepitoso fracaso para los intereses de la dizque (re)fundada nación. Ni Versalles ni San Francisco en el siglo XX. Pero el voluntarista Borbón asegura que en Washington no faltará su Primer ministro. Tanto da. Papel moderador le atribuye la semántica constitución de 1978, cuando se ha convertido en centro de un grupo de aduladores que pretenden buena posición en el meollo de los negocios e influencias que descontroladamente se cuecen alrededor del monarca. “El rey reina pero no gobierna” o “the King cannot do wrong” como máximas de la monarquía parlamentaria legitimada por los votos de un lejano 1978, los de los padres de la enfermiza audiencia de unas televisiones abyectas que oscilan entre la náusea del voyerista o el empalago mezquino del ditirambo pro monárquico del aniversario de la consorte del Jefe del Estado. Sí, los medios que conforman la opinión, colaboradores necesarios en el embotamiento general de un votante ajeno a los rudimentos del concepto de ciudadanía. La caricatura de Parlamento, la finiquitada división de poderes, el descontrol del Presupuesto (¿han oído hablar de las ayudas al sistema financiero?), los desequilibrios. No hay ciudadanos, hay target electoral. Marketing bajo una forma de estado llamada monarquía parlamentaria que igual podría calificarse de populismo mediático. Los engranajes esenciales de tal maquinaria de captación de votos lo saben y descarnadamente, sin pudor ya, se refocilan en la disputa de las partidas presupuestarias, globales o parceladas que contribuyen a mantener su red clientelar. Con complicidad de todos ellos, más incluso de los que presuntamente contra el sistema, han alcanzado no hace mucho acceso a la bolsa. Independentistas dicen. Para todo menos para el Presupuesto. Taifas variadas, territoriales, administrativas, partidistas. Banderías que sólo se acomodan en la defensa vigorosa del sistema hermético que da acceso a cualquier administración. Ahí, unanimidad. Prietas las filas al amparo del término “democracia” vaciado de contenido. Partidos democráticos, igualdad democrática, géneros democráticos y lo que sea menester bajo la férula, eso sí, de los censores de la neolengua y de los inquisidores de la llamada corrección política, excusa uniformadora para el imperio del pensamiento único.
Nuestro Primer ministro quiere hablar de ideologías en la cumbre en ciernes. Ideologías en Washington: Pettit, Lakoff y Largo a partes iguales. Puede ser que el Borbón comprometa unas cabras Colón en Uzbekistán, con el padre del pronto ex presidente Bush y se curse la invitación. Tanto da. Su papel será el del representante de una Monarquía en descomposición que se presenta como lo que no es. Bienestar y sociedad avanzada sin investigación ni educación. Consumidores y no ciudadanos. Feudos partitocráticos y no representación. Derechos por pertenencia a facciones o identidades o territorios. Hace falta una segunda transición sí. Y una reforma constitucional y varios referenda de independencia si es preciso. Y una III República sin que su referente necesario sea la anterior. Claro que San Ignacio decía que en tiempos de tribulación no debe haber mudanza. Pero frente al Santo digo que sin mudanza no hay solución.
Airado muy airado, quizá porque esta semana deberé explicar a un cliente extranjero las razones por las que debe registrase como proveedor ante seis o siete administraciones autonómicas que requieren procedimientos y condiciones diferentes. Quizá porque esas y otras razones similares que no se les escapan le lleven a posponer su decisión de abrir sucursal en España.
(Escrito por Phil Blakeway)
Etiquetas: Phil Blakeway
1 – 200 de 367 Más reciente› El más reciente»