La gastronomía, si no se va a locales de lujo, como es el caso, deja mucho que desear. Si existe la posibilidad, acabas irremediablemente en un restaurante italiano, salvo que quieras que te sorprendan, por ejemplo, con una especie de pastel de cebolla coronado por dos salchichas cocidas. La gulashsuppen es otra alternativa.
Las mujeres, guapas y de apariencia sana, tienen poca propensión a usar productos de maquillaje, lo que, a mi gusto, las hace más apetecibles. Claro que el inglés no está demasiado generalizado, lo que dificulta el indispensable intercambio de ideas.
Hemos visto infinidad de castillos, cascadas, lagos, ríos, montes, glaciares, flores y prados. En fin, que todo es muy bonito, pero algo insípido.
En lo futbolísitico, desde que se retiró Krankl, no levantan cabeza, por lo que se miran la Eurocopa con un entusiasmo algo forzado. El torneo, en lo que a mi supone, me ha dado el gol de Villa en el minuto 92 contra los suecos, y la remontada de Grecia. Mal presagio para esta noche.
Y esto es, más o menos lo que se puede decir, tras un viaje de una semana y con afán simplificador, pero en este cyber de Viena no tengo espacio ni tiempo para mucho más.
Después de las comillas, Desierto Polaco añadió lo más importante: Espero que llegue bien y lo puedas publicar. Y que ganemos, conyo! Adéu!
¡¡Venganza!!
(Saboteado por Tsevanrabtan)
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