¿Qué esperar?
12 de Septiembre de 2007 - 11:28:37 - Pío Moa
Zapo es, entre otras cosas, hombre de una estupidez como rara vez se ha visto entre nuestros políticos. Su inmensa sandez no impide, sin embargo, su profesionalidad como demagogo, su dominio de los trucos del político profesional, pues no en balde es lo único que ha hecho en su vida. Viene a ser el clásico señorito listillo. Ha tenido además, la gran suerte de tener enfrente a un partido tan flojo, pesado, semiinane como el PP, falto de una política propia como acaba de demostrar nuevamente el confeccionador de su programa. Por ello se mantiene y es muy posible que gane las próximas elecciones, solo o con apoyo de los separatistas y quizá de los terroristas, a quienes ofrecería nuevas negociaciones.
La estupidez de Zapo se revela no solo en sus pueriles concepciones generales, de un sesentayochismo rebajado, sino en la torpeza y las constantes mentiras en que se ve envuelto en sus tratos con separetas y asesinos, siempre tan juntos. Desde hace tiempo, su táctica consiste simplemente en negar la evidencia, frente a un PP que ni siquiera es capaz de acosarlo en esas condiciones. Basta comparar el discurso de Sarkozy con el de Rajoy para comprender el carácter romo, pedestre, ramplón, ayuno de ideas, de este último. Lo único que sabe decir es que está decidido a gobernar, que Zapo es peor que él, y que hay que mirar al futuro. Una maravilla.
Bien, supongamos que la bruticie de Zapo y un poco de suerte lleven al PP al poder. ¿Qué podremos esperar de él? Pues lo mismo que en la oposición: un remedo de la política sociata, tal como sus estatutos son remedos del estatuto sociata-separatista catalán. Como, por desgracia, es cierto que no se vislumbra otra alternativa, los jefes del PP chantajean a los ciudadanos: "Si no queréis al PSOE, lo único que queda somos nosotros". ¡Pero qué alternativa!
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Parece que la carta de Jaume Ripollet i Bohigas, alumno de la Universidad Rovira i Virgili ha levantado ronchas en algunos, según la réplica que me envía mi atenta corresponsal de Reus:
“Hace tiempo que dejé de contestar a estos maketos, porque está claro, un maketo es un maketo, ya lo aclaró nuestro gran Maestro Sabin, y ¿qué se puede esperar de un maketo? Lo digo sobre todo por los catalufos esos tan engreídos, como el tal Jaume Nosekehostias i Nosékerrollos, que ya ha hecho que se me inflen los cojones y me obligue a darle la respuesta que se merece.
Pues en su carta al tal Bofarull carolingio ese de la Pompeu Fabra (¡qué risa!) dice el tal Jaume que en Grecia les dijo a unos baskos que pedirían al guía explicaciones en euskera, y que los baskos se le rieron en la jeta, y termina el tío: “Me di cuenta de que hay todavía mucho vasco absurdo y atrasado, desde luego están más atrasados que nosotros, lamentablemente: mucho tiro y mucha bomba, pero luego, nada”. Mire usted, tontolaba, claro que, si nosotros querríamos, el euskera se convertía en la lengua internacional, porque es la lengua más perfecta, lo cual es bien sabido y aceptado por todos los especialistas hoy día. Pero resulta, entérese usted bien, que el euskera no es un idioma para que lo hable cualquiera así como así, es el idioma más antiguo del mundo, probablemente ya lo hablaba Noé, eso lo han demostrado varios científicos del PNV, y, como comprenderéis, no vamos a andar divulgándolo de cualquier manera como un idioma más. Hablar euskera no lo habla el que kiere, sino el ke puede, y sin haber nacido en Euskadi… pues difícil va a ser. Incluso mutxos de nosotros mismos lo hablamos poco y en okasiones especiales, precisamente para no desgastarlo, porque es como una joya, que no hay por ké andar exhibiéndola por ahí a trotxe y motxe. “Si los maketos aprendieran el Euzkera, tendríamos que abandonar éste” ya lo dijo el Gran Arana. Se entiende, ¿verdad? No es como el catalán, que aparte de que no lo habla casi nadie, es que se ve enseguida que es como un dialecto del español, de tanto como se parecen, con un toque de franchute. Y le voy a decir una cosa a esos karolingios: traten de aprender euskera y ya verán como no lo consiguen ¿Y por qué? ¡Ah…! Contéstense ustedes mismos.
Y lo de los tiros y las bombas, se lo van a meter ustedes por donde les kepa, que los baskos como debe ser, los baskos nacionalistas, a esos me refiero, ya sé que hay algunos malos baskos que no merecen el título, tíos amaketados y que, lo decía muy bien nuestro Maestro “merecen ser arrastrados desde la cumbre del Gorbea hasta las peñas del Matxitxako”, pues los baskos de verdad somos de natural pacífiko, y si se quiere, humanista y científiko, por lo menos como ustedes y más, excepto que nos toquen mutxo los kojones, porque entonces nos defendemos, claro está. Ustedes los katalufos saben bastante de eso, porque ¿no se dicen ustedes carolingios? Pues los carolingios, según tengo entendido, eran francos, y bien para el pelo les dimos en Roncesvalles, así que espero que no les queden ganas a ustedes de volver a las andadas, ya saben lo que les espera si se pasan y se ponen demasiado tontos.
Pero ké hostias, ahora que lo pienso, ¡qué coño van a tener ustedes nada que ver con los francos, los carolingios y toda esa gente! Los francos se parecían más a los baskos, kiero decir, eran altos y rubios, y ustedes, bueno, cada vez que yo veía al Jordi Pujol ese, es que me partía de risa, o al Carod y toda esa banda, con pinta de cacereños, tíos setas alimentados con tocino y bellotas. ¿Pues anda que no viven ustedes de ilusiones, como los tontos de los kojones! Si ya lo decía nuestro Maestro de los maketos, y recuerden que ustedes es lo que son, les guste o no les guste: “más que hombres parecen simios poco menos bestias que el gorila; no busquéis en sus rostros la expresión de la inteligencia humana ni de virtud alguna: su mirada sólo revela idiotismo y brutalidad”. Me doy cuenta de que es lamentable, pero es la realidad, y la realidad hay que conocerla y afrontarla, qué se le va a hacer. Fíjense en cambio en nuestro Arana, calificado con justicia en la prensa baska de “Bello Apolo euzkeldún con la hermosura corporal del crinado numen lírico, prototipo de la belleza viril”. Pues hay estas diferencias, señores carolingios de pega, ¿Que les fastidian? Pues les repito, ¡qué le vamos a hacer! Y no traten de impresionarnos con sus sapiencias de Sócrates, Homero, Julio César y todos esos, porque no lo konsegirán, ¡a nosotros con esas murgas!
Y vuelvo a citarles al Maestro: “No es razonable la alianza de los catalanes y los bizkaínos; pues no son semejantes los sujetos Bizkaya y Cataluña, ni se parecen en su desgracia; ni tienen un enemigo común; ni son las mismas sus aspiraciones. Equiparar nuestro derecho a constituir nación aparte con el derecho que le sirviera de base al nacionalismo catalán, sería rebajar el nuestro. Nunca discutiremos si las regiones españolas como Cataluña tienen o no derecho al regionalismo que defienden, porque nos preocupan muy poco, nada por mejor decir, los asuntos internos de España”. No quiero parecer descortés, pero más vale que se vayan enterando de unas cuantas verdades y dejen de vivir de ilusiones, señores “karolingios”.
Iñaki Eguaraz Hernandorena, sin otro título que el de Buen Vasco
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