Mucho ignorante, resentido y neocon por aquí. Lean y aprendan. Y léanse ‘Colapso’ de Jared Diamond, si quieren ver a lo que les conduce su ceguera
Es un consejo de mari pili, en su lucha, eterna, contra la estulticia
Referencias:
- Principles of Conservation Biology, MJ Groom, GK Meffe and CR Carroll,
- Population Limitation in Birds, Ian Newton, Academic Press
-Population Ecology of Raptors, Ian Newton, Collins
Polución por Pesticidas
Para nuestros propósitos, un polutante puede definirse como cualquier sustancia que ocurre en el medio ambiente al menos en parte debido a la acción del hombre y que, a los niveles observados, tiene efectos deletéreos sobre los organismos vivos. Esta definición incluye a todos los pesticidas. Los principales tipos de pesticidas que se aplican contra las plagas animales incluyen a los Organoclorados, Organofosfatos, Carbamatos y Piretroides. Si los pesticidas destruyeran sólo las especies-diana y se descompusieran en productos inocuos, los problemas derivados de su uso serían mínimos. Pero la mayoría de ellos son inespecíficos y matan a una amplia variedad de organismos. En cuanto a sus efectos sobre la fauna, los peligros de los pesticidas llamaron la atención del público en 1962 a partir del influyente libro de Rachel Carson Silent Spring. Las aves con altos niveles de pesticidas concentrados en sus tejidos, especialmente Rapaces como Halcones y Águilas, se debilitaron y tendieron a poner huevos con cáscaras anormalmente delgadas, que se quebraban durante la incubación. Como resultado de este fracaso reproductor, las poblaciones de estas aves sufrieron declives dramáticos por todo el mundo. En los lagos y estuarios, el DDT y otros pesticidas se concentraron en los Peces Depredadores y en Mamíferos Marinos como los Delfines. En las áreas agrícolas, los insectos beneficiosos y los amenazados murieron junto con las especies dañinas. Al mismo tiempo, los mosquitos y otros insectos-diana de los pesticidas desarrollaron resistencia a estas sustancias, por lo que se requerían dosis cada vez mayores de DDT para acabar con las poblaciones de insectos. Que se sepa, sólo un vertebrado, la Gambusia, ha desarrollado resistencia genética al DDT (lo que por otro lado puede ser preocupante si la Gambusia es parte significativa de la dieta de alguna especie sin resistencia al DDT:¡!)
Carson describía el proceso conocido como biomagnificación, mediante el cual el DDT (dicloro-difenil-tricloroetano) y otros pesticidas organoclorados (TDE, DDE, metoxicloro de DDD) se concentran más según ascienden por la cadena trófica. Estos pesticidas, utilizados sobre las plantas cultivadas para matar los insectos y esparcidos sobre las masas de agua para matar a las larvas de mosquito, estaban dañando a las poblaciones silvestres, especialmente a las Aves que comían grandes cantidades de insectos, peces u otros animales expuestos al DDT y sus subproductos. Además, al contaminar el aire y el agua, algunos pesticidas, como otros polutantes, pueden alcanzar áreas y afectar organismos muy lejos de su punto de aplicación, como atestigua la presencia de residuos de DDT en Pingüinos y otras aves antárticas.
Durante los años de uso de DDT para controlar insectos forestales, se vio que las tasas de aplicación de 1,1 Kg/Ha tuvieron efectos mínimos sobre las poblaciones de aves, pero tasas mayores causaron declives de población. Para algunas especies, una mortalidad casi total se dio con 5,7 Kg/Ha.
Hace falta, por tanto, unas altas dosis de DDT para matar a las aves, como en esos experimentos. Pero los efectos directos principales lo son sobre la reproducción. A niveles subletales, el DDE (el principal metabolito del DDT) reduce la disponibilidad de carbonato cálcico durante la formación del huevo, por lo que las cáscaras son finas y se rompen. Algunas cáscaras no se rompen, sobreviviendo a la incubación, pero el embrión muere por deshidratación causada por el exceso de pérdida de agua a través de una cáscara fina. Estos efectos, que se dedujeron inicialmente de estudios de campo, se confirmaron luego experimentalmente.
Tres grupos de aves son especialmente afectadas por los pesticidas organoclorados: (1) Rapaces, especialmente las ornitófagas e ictiófagas, como el Halcón Peregrino, el Gavilán, el Águila Pescadora y el Águila Calva; (2) varias otras aves ictiófagas, como Cormoranes y Pelícanos; y (3) varias especies que comen semillas, como Palomas, Gansos y Grullas, que comen semillas recién sembradas de cereales y otras plantas que han sido tratadas con organoclorados como protección contra el ataque de los insectos.
Todos los efectos demostrados lo son sobre las hembras, pero el DDT y sus derivados son también estrogenizantes (imitan los efectos de la hormona estrógeno) y se ha visto que reducen los conteos de esperma en las gallinas domésticas. Por el contrario, los ciclodienos, como la aldrina y la dieldrina, son cientos de veces más tóxicos para las ave que el DDT, matándolas directamente, y aumentando la mortalidad por encima del nivel natural lo suficiente para causar rápidos declives de población. Los declives masivos en el número de algunas aves ornitófagas e ictiófagas que ocurrieron en Europa y Norteamérica en los años ‘60 se atribuyeron por tanto a la acción combinada del DDE reduciendo la tasa reproductiva y la aldrina y dieldrina aumentando la tasa de mortalidad.
Según se ha ido reduciendo el uso de estas sustancias, el espesor de la cáscara del huevo (ech), éxito reproductor, supervivencia y niveles de población de las especies afectadas se han recuperado. Todas estas mejoras se relacionaron con disminuciones de los residuos de organoclorados (en huevos y tejidos). En el Reino Unido, la recuperación del número de Gavilanes se relacionó con la disminución de las medias de residuos de aldrina y dieldrina en tejido hepático por debajo de 1 ppm en peso.
Una indicación de la contaminación de los ecosistemas a escala mundial con el DDT la da el examen de los patrones de espesor de la cáscara del huevo en el Halcón Peregrino, cosmopolita. Comparaciones del ech y las tendencias de población de diferentes poblaciones de Peregrinos por todo el mundo mostraron que todas las poblaciones con una media de <17% de afinamiento del ech mantuvieron sus números, mientras que aquellas con >17% declinaron, algunas hasta la extinción. Por tanto, una media de 17% de afinamiento se reveló como crítica parala persistencia de la población, estando asociada a una media de 15-20 ppm de DDE en el peso (húmedo) del contenido del huevo.
El mayor nivel de afinamiento del ech se dio en los Pelícanos Pardos Pelecanus occidentalis en California, que se contaminaron con el vertido de una fábrica de DDT: en la isla de Anacapa frente a Los Ángeles, sólo salieron 2 pollos de un total de 1272 intentos de cría en 1969. Virtualmente todos los huevos se rompieron durante la incubación y las cáscaras fueron, de media, un 50% más finas de lo normal. Esta especie es la más sensible de las que se sabe hasta ahora: 3 ppm de DDE en el huevo causan fracaso reproductor total.
Los problemas causados por los organoclorados derivan también de su persistencia extrema, “cualidad” añadida de su eficacia como pesticidas. La media vida del DDE en el suelo se ha calculado entre 12 años (suelos cultivados) y 57 años (suelos no cultivados), así que, aunque no se use DDT, los organismos del suelo pueden persistir como fuente del residuo para invertebrados y vertebrados durante años. Así, en los E.E.U.U. las aves siguieron muriendo por uso e organoclorados durante muchos años tras su prohibición.
En general, las Aves tienen un sistema de detoxificación de los organoclorados menos eficaz que los Mamíferos, lo que explica el porqué de que las aves estén en general más contaminadas que los mamíferos en las mismas áreas y porqué los depredadores aviares de aves, como el Gavilán y el Peregrino, han sido mucho más afectados que los predadores aviares de mamíferos, como el Cernícalo Vulgar.
Efectos Indirectos de los pesticidas a través de la escasez de alimento
El segundo mecanismo por el que los pesticidas están relacionados con los declives de las poblaciones es indirecto, debido a la eliminación por sustancias químicas de un aporte nutricio crucial para las poblaciones. Esto se debe a la escasa especificidad de los pesticidas. La mayor parte de insecticidas matan a muchos tipos de invertebrados, algunos fungicidas matan también a invertebrados además de hongos, mientras que los herbicidas matan o reducen el número de las plantas nutricias de otros insectos no plaga, reduciendo el número de semillas para aves granívoras. En muchos países, el uso de pesticidas es ahora tan ubicuo, a menudo con varias aplicaciones por estación, que las poblaciones de invertebrados en áreas enormes posiblemente están muy por debajo, permanentemente, de sus niveles “normales”, no sólo en las propias cosechas sino en los setos y otros hábitats adyacentes a donde llegan las sustancias químicas mediante el viento.
El ejemplo mejor documentado de efectos de los pesticidas sobre poblaciones, mediante reducción del aporte alimenticio, concierne a la Perdiz Pardilla Perdix perdix, cuyo declive a gran escala se ha atribuido en gran parte a una pobre producción de pichones, a su vez atribuida principalmente a falta de comida-insectos para ellos Esto se debe a que las “malas hierbas” de hoja ancha, que son las plantas nutricias de los insectos mencionados, faltan hoy día de la mayoría de cultivos cerealistas modernos, debido al uso de herbicidas, y muchos otros insectos son matados directamente por uso de insecticidas. La supervivencia de las perdices jóvenes (hasta 3 semanas de edad) se correlacionó directamente con el número de insectos en los campos de cereales. Este mecanismo (propuesto) se comprobó mediante ensayos experimentales de campo en donde el uso disminuido de herbicida resultó en poblaciones mejoradas de hierbas e insectos, mejor supervivencia de los pichones y mayores densidades de perdices. El declive de las Perdices Pardillas es general a lo largo de toda la distribución “agrícola” de la especie, con un declive estimado de la población mundial desde 120 millones en 1950 a 10 millones en 1990.
Como hemos apuntado más arriba, los pesticidas organoclorados como el DDT, así como otros polutantes como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (derivados de la combustión), tienen efectos de disrupción hormonal o, dicho de otra forma, son potenciales disruptores hormonales: en Cataluña, se ha visto que una alta proporción de Carpas Cyprinus carpio expuestas a estos pesticidas tenía disminuida o inexistente la masa gonadal testicular. La media de concentración de DDE es de 10 ppm; concentraciones parecidas a ésta en tejidos humanos inducen cáncer de páncreas. En niños, se ha visto que la frecuencia de criptorquidia se correlaciona con el consumo de pesticidas en la dieta.
El problema no acaba en el agua sino que los pesticidas/disruptores hormonales se evaporan a la atmósfera, pudiendo luego contaminar aparentemente lugares puros y prístinos, en una suerte de “lluvia seudohormonal”, parafraseando a la lluvia ácida.
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