En este film de ciencia ficción (entre comillas), los nacimientos son controlados, no a ojo de buen cubero, sino mediante el manejo y conocimiento de la ingeniería genética.
El protagonista, con grandes taras, logra mediante el engaño y la suplantación, superar todo tipo de exámenes para así poder conseguir su anhelado sueño: Viajar al espacio...
Mucho antes de todo esto un matrimonio sufrió destierro tras negarse a sacrificar su -a ojos vista- deforme hijo, y desafiando así la ley Espartana.
Años mas tarde y durante la invasión persa, aquel niño siendo adulto y olvidando el desprecio sufrido durante años, recoge el alma guerrera de su padre y sale al encuentro de la expedición que se dirige a las Termópilas.
El protagonista, con grandes taras, logra mediante el engaño y la suplantación, superar todo tipo de exámenes para así poder conseguir su anhelado sueño: Viajar al espacio...
Mucho antes de todo esto un matrimonio sufrió destierro tras negarse a sacrificar su -a ojos vista- deforme hijo, y desafiando así la ley Espartana.
Años mas tarde y durante la invasión persa, aquel niño siendo adulto y olvidando el desprecio sufrido durante años, recoge el alma guerrera de su padre y sale al encuentro de la expedición que se dirige a las Termópilas.

Por aquella época no se conocían las técnicas trileras que se describen en Gattaca, y mucho menos el Google antes de Cristo, pero con un poco de cariño, posiblemente a nuestro amigo ahora mismo le estarían publicando una entrada en el Nickjournailarcadiano...
(Escrito por verse)
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