Petitción: Irlanda, Francia, FIFA, ¿qué hacer? ¿repetir o no repetir?
Creo sinceramente que la repetición sería perjucicial; como precedente. Incluso en su única forma posible: bajo acuerdo de todas las partes. No debería forzarse lo que está contemplado en el reglamento: la inamovilidad del resultado.
Para lo único que puede servir el incidente, obviamente, es para abogar por la introducción de la repetición de vídeo en el fútbol. Pero no es oro todo lo que reluce ni la singladura resulta evidente: es harto discutible que una jugada como la de Henry pudiera ser revisable por vídeo. Al menos mientras no cambie la regla que limita el juego con la mano. Entiendan que el uso del vídeo en un deporte no es sólo darle al botón de grabar, al rewind y al play y volver a verlo todo como si nada hubiera ocurrido y decir ¡mano! ¡mano! ¡si está clarísimo!
Sea la national football league o NFL en cuyo seno el uso del vídeo está regulado y extendido. No impide polémicas anuales ni situaciones «injustas» Eso sí la NFL cambia y adapta todos los años las reglas y las reglas de vídeo según dicta la experiencia.
En el extremo opuesto sea el beisból. El deporte que, por tradición, no cambia las reglas nunca. Y hoy se juega igual que hace cien años pero con jugadores negros y dominicanos. Pero este año ha entrado el vídeo en el beisból. Para jugadas muy específicas y en casos muy contados. Pero ha entrado. Incluso, por primera vez en la historia (ampulosa frase) una decisión arbitral ha sido reconsiderada tras el paso del vídeo. Álex Rodríguez (ei-rod para los amigos, el Cristiano Ronaldo más cara de todos los tiempos) bateó fuertemente hasta los límites del campo donde rebotó la bola y volvió al campo. Parecía un doble pero el entrenador yankee pidió la revisión. Los jueces vieron la repetición: la bola hubo rebotado sobre una cámara de televisión situada fuera del campo de juego: home run.
Sea deporte evolutivo sea deporte tradicional los hechos juzgados por vídeo son siempre hechos: si la bolita entró o salió y poco más (inclúyase el ojo de halcón tenístico o los videoensayos del rugbyfútbol). Nunca intenciones. Así, poco queda para el fútbol y el vídeo: las cuestiones de lindes (gol/no gol; fuera/no fuera; dentro/fuera del área), cuestiones técnicas: en qué equipo juega el último jugador en tocar el balón antes de que este salga fuera de límites.
Otra cuestión es quién decide el uso del vídeo. En los deportes con jugadas completadas (fútbol americano, béisbol, tenis) lo pide el interesado; una vez completada la jugada. En los deportes de corrido lo decide el árbitro. Y aquí hay dos problemas. Primero que uno de los árbitros tiene que haber visto algo. Segundo, que el videoarbitraje se limita a las jugadas ya finalizadas. Por ejemplo, una agrupamiento en torno a la línea de marca de rugby: el árbitro pita y consulta vídeo si no lo tiene claro; decreta ensayo, melé, saque de veintidós o lo que corresponda según el vídeo. Por contra las jugadas corridas pueden quedar impunes, aunque no siempre. Por ejemplo, un jugador de rugby fútbol da un pase adelantado, la jugada continúa y su equipo ensaya y gana (¡¡Francia!!-Nueva Zelanda, semifinal de un mundial). No hay revisión de vídeo porque quizá nadie ha visto nada. Pero, ¿hasta qué situación anterior puede remontarse una revisión? La descripción, claro, es similar a la del caso de la mano de Henry. No marca el gol con la mano: ¿qué se revisa entonces? ¿el gol? ¿la jugada que precede al gol? ¿desde cuándo?
El reglamento del fútbol asociación se preocupa tanto de los hechos como de las valoraciones e intenciones. Y en tanto que el árbitro juzgue intenciones o valoraciones al aplicar el reglamento, el vídeo no debería tener nada que hacer.
Póngase otro ejemplo americano: en fútbol americano rige la regla del down by contact que viene a decir que la jugada finaliza si cualquier jugador que lleva el balón toca el suelo con otra parte de su cuerpo que no sea manos o pies después de haber sido tocado por un contrario. Tocado quiere decir tocado: voluntaria o involuntariamente. Tocado quiere decir tocado: no necesariamente empujado; un rocetón bastaría. Esto (el tocamiento) se ve (se puede ver) bien en un vídeo y es tipo de jugada videorrevisable. Cualquier equipo que se beneficie de la regla del down by contact (por extraño, superfluo o involuntario que haya sido el contacto) solicitará su aplicación si el árbitro no lo ha visto.
En fútbol asociación no hay cosa parecida. La regla de la mano, por ejemplo, no establece que bajo cualquier circunstancia y condición balón tocado con la mano supone falta en contra. Y con las últimas modificaciones es dudoso que pudiera rearbitrarse una situación aparentemente definida como la del fuera de juego: la influencia y sus zarandajas entran en el campo subjetivo del vidente.
Termino de agobiarles con dos ejemplos prístinos y virídicos sacados también de la NFL:
1. La tuck rule, causante de una de las mayores polémicas de este deporte. En el invierno del 2002, campo nevado se enfrentan Patriots y Raiders en el partido conocido desde entonces como el tuck rule game. Los segundos ganan y el partido muere. El quaterback patriota pierde el balón y lo recupera un defensor pirata. El árbitro decreta fumble (es decir, no pita: se trata de una pérdida de balón que no termina una jugada) y balón acaba en manos de un pirata: el partido terminado. El juez de vídeo llama a reconsiderar la jugada (habida cuenta de su trascendencia). En España los comentaristas comentan qué coño van a revisar si está todo claro. Todos salvo uno que dice: ojo, que los árbitros ven las mismas imágenes que nosotros y si tardan es que hay algo que no vemos. La espera es eterna y cuanto más eterna más sorpresa. Al final el árbitro ha viso algo: ha visto el reglamento. Aplica la tuck rule decreta pase incompleto, jugada terminada al perder el balón el quarterback patriota y balón para los Patriots. Estos empatan, ganan la prórrogan, ganan el partido conferencial y ganan la superBowl.
La decisión es polémica por la explicación del árbitro (el árbitro tiene que darla urbi et orbe) y por la evidencia: a todos los que han practicado y visto fútbol americano les parece un fumble... menos a la regla escrita. Y la NFL sigue sin encontrar con una redacción alternativa a la regla que satisfaga más el concepto intuitivo de perder el balón. La regla viene a decir que todo movimiento hacia adelante del brazo de un quaterback inicia un pase aunque realmente trate de esconder (tuck) el balón en su abdomen. Y ese era el caso de aquel partido. Y no hay forma de rerredactarr la regla. La NFL sigue considerando que la redacción tajante (cualquier movimiento hacia adelante inicia un pase) es mejor y que no hay que dejar a la interpretación del árbitro si el movimiento hacia adelante del brazo era para, efectivamente, iniciar un pase o tocarse la nariz. Vídeo (en inglés).
2. La regla del force out regía hasta hace dos años: si un jugador recibía en el aire un balón y era empujado por un contrario de forma que caía fuera de los límites del campo, el pase se podía dar por válido y completado. Para ello era necesario que el árbitro apreciara que el jugador había caído fuera a causa del empujón del contrario y que sin dicho empujón habría recibido dentro de los límites del campo. Era una jugada no revisable por vídeo ya que los vídeos (al contrario que los árbitros) no tienen dinamómetros. Actualmente la regla exige que el jugador receptor, después de ganar el balón, toque el suelo con los dos pies (siquiera con la puntera) dentro de los límites del campo y le importa un bledo (a la regla) la causa de que, eventualmente, ninguno o solo uno de los pies caiga dentro de los límites del campo. La jugada es ahora revisable: se mira un hecho, si los pies o sus puntas han rozado el suelo (simultáneamente o sucesivamente) después de haber recibido el balón.
Lo que no puede ser es teta y sopa.
Time out.
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