-No todo es inmutable en Oriente Medio, y aún menos los grupos armados que andan partiéndose la crisma entre ellos (y de paso matando a los que pillan en medio): véase Hezbolla, que mientras le interesó fue un grupo terrorista puro y duro (muy duro, y muy por lo tapado), pero ahora está mudando de piel para aparecer como chicos serios y dar el perfil de partido político (eso si, después de machacar y asesinar a cuanto contrincante pillaron, robar la tierras y los negocios de todos los demás, aterrorizar y esclavizar a todos los musulmanes que pudieron y, en general, comportarse como bandoleros que después de poner el culo en el sillón del castillo decidieron que se acabó la rapiña. y que habría que ahorcar a rotos los condottieros para proteger a los súdbitos a los que tanto aman secularmente desde hace diez minutos y por cuya felicidad tanto han sufrido). De hecho, la población libanesa tendrá que ser persuadida que Hezbolla NO es ya una milicia radical islámica que trataría (¿cueste lo que cueste? ¡Ah, los millonarios!) de reemplazar el estado por una república teocrática islámica de serles dada la mínima oportunidad para ello. Así que los hezbollanos aprovechan cualquier resquicio para hacer campaña y probar (¡ja!) que se han (terra)transformado en un partido de verdad y no es una simple manita de pintura y maquillaje oportunista. Puesto que esto sería difícil en una tierra con una gran población cristiana y un marcado secularismo en los grupos religiosos, la integración de Hezbolla (si tal extremo fuera posible, aunque cosas mas raras y perversas se han visto) sería un proceso delicado y lleno de obstáculos, empezando por ellos mismos. Y eso que los hezbollanos se presentan en sociedad como la respuesta árabe (no solo musulmana) a la “agresión israelí contra Palestina”, usando esta idea como banderín de enganche y sin entrar en sutilezas ni dudando en cambiar la historia cuando podía ser contraproducente. Ellos, los vengadores de los pobresitos palestinos contra el malvado sionismo… Pero es que las otras sociedades de héroes (OLP, Al Fatah…) habían demostrado ser tan inútiles como una barbacoa en el infierno. Y los líderes de los países árabes que deberían haber promovido cambios en la situación palestina se quedaron haciendo cuentos de la lechera sobre como harían grandes cambios en Palestina: todo ello permitió que el Islam radical, ofrecido como la solución a la corrupción y la pasividad de los que mandaban, se hiciera un hueco en la jaima. Estos grupos islamistas ofrecen interpretaciones desaforadas y violentas, obsesionados (o quizás sólo usando a modo de herramienta) con una Yihad de exterminio de los infieles (es decir: todos lo que quedan en el espacio no-Hezbolla) y ofreciendo lo que faltaba en la sociedad que infiltraron: cohesión social, apoyo comunitario, un ideal, una esperanza grupal a través de un nihilismo individual. Justo lo que siempre ha sido la base de la estructura social en el Medio Oriente. La postura de la política exterior israelí, el deterioro de la economía de Gaza y Cisjordania en los 80, y paradójicamente la ceguera de Israel con los envíos de fondos para nutrir los grupos de Jihad Islámica y Hamas procedentes del Golfo para fundar mezquitas, clubs deportivos y centros comunitarios (quizás una cierta mala conciencia por su parte de responsabilidad, tal vez extraños juegos de ajedrez) engordaron el problema hasta que el monstruito se hizo del tamaño de un rascacielos.
-¿Pero no suena conspiranoico afirmar que los propios israelíes dieron cancha a los grupos islamistas? Claro que si uno juega al Risk, apoyar a los islamistas sutilmente para contrarrestar la influencia de los grupos laicistas como Al Fatah… qué carajo, ese mismo ha sido el movimiento básico de la política casera egipcia durante lustros, hoy le doy cuerda a los carcas para que me espanten a los opositores, mañana le acorto la rienda a los barbudos para que se queden quietecitos… la jugada salió muy cara a largo plazo; la piraña que se quedó sola en el acuario es un mujaidin suicida
-Pues ahora la piraña quiere ser dorada carpa de pecera con adorables ojos saltones. Para eso hace burbujitas de amor jurando ser seculares, libaneses y motivados por los grandes intereses sociales (será que los oteguis locales empiezan a sacar tripita como dice Montano…)
-Tienen un buen semillero en los miles de refugiados palestinos en el Líbano, movilizados e integrados en cuerpos paramilitares que les ofrece lo que no tienen fuera. Catalizados por izquierdistas musulmanes dispersos coaligados contra las fuerzas armadas cristianas surgidas en los 70 (que se guardan muy mucho de explicar los hezbollanos porqué surgieron, claro, eso no interesa… así como que el subdesarrollo de los sectores musulmanes que tan cabreados les tenía era mas cosa de la corruptela y caciquismo local que de un plan del malvado Fu Man Chú). Cristianos y hezbollanos lucharon sin cuartel ni reglas durante 17 años, incluyendo raptos, asesinatos, coches bomba y asaltos a los sectores ajenos en razzias salvajes. El ejército libanés casi desapareció según con los años oficiales y soldados desertaban para pasarse a los paramilitares y milicias de su confesión. En este zancocho surge Hezbolla, inicialmente como un grupo de “nosotros vamos a resolverlo y para ello os vamos a traer la república islámica que es la solución definitiva”. Por importante que fuera para los mullás abjurar del materialismo laicista y ateorro, causa de todos los males, la estructura política libanesa (incluyendo lo mal que se llevan tradicionalmente chiitas y sunnitas) se lo ponía muy difícil, eso lo tenían claro.-Así que el lema básico es la defensa del Líbano frente al invasor, y disfrazados soldaditos arrean contra objetivos civiles (probablemente porque los militares de verdad son duros de roer). Mucha marcha, mucha parafernalia, pero los métodos usados son de terrorismo puro y duro. Y lo mismo la emprenden con los occidentales que contra sus vecinos de escalera. Para los que los tienen que aguantar, más parece que Hezbolla sea la maza que la clerigalla iraní (atrapada en sus sueños teológicos y sus fracasos en la gestión) y la satrapía moderna siria (la mano izquierda de la oscuridad), con una cintilla atada al mango que pone “somos el verdaderos Islam”, usan para arrear golpes en sus apaños de equilibrios de poder, que nada tienen que ver con los palestinos ofendidos, los oprimidos libaneses o cualquier otro publicitado elemento del victimario, al que por cierto eliminarían de un soplido si dejara de serles útil.(Escrito por Mandarin Goose)
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