(Repetir)
No sufra Señora…
La Ley le protege
Al anochecer, mientras al niño acunaba,
me aturdió con su puño cerrado,
yació en mí como ritual sagrado,
mientras en sombras me aseguraba
que me lo había justamente buscado
(Repetir)
No sufra Señora…
La Ley le protege
Entumecida por el natural miedo
Invadida de la equimosis negruzca
Enmudecida por obligado silencio,
inútil valladar para que no se reproduzca
el deber de amar a cualquier precio
(Repetir)
No sufra Señora…
La Ley le protege
Dos trayectorias tiene en el cuello
las incisiones que la yugular seccionaron
que de sangre su pulmones llenaron
que de su laringe rojo humor rebosaron
evitando del último estertor su anhelo
(Repetir)
No sufra Señora…
La Ley le protege
Anunciada la muerte de la mujer,
en los mass media publicitada,
de espontáneas encuestas trufadas
al trasfondo “Death of two legs”
arrestado con esposas en lazada
(Repetir)
No sufra Señora…
La Ley le protege
Comprueben si hay denuncia,
no se nos pille en el renuncio
al momento de hacer el anuncio
que al bestia le corroe la demencia
no hay otra razón, así sentencio
(Repetir)
No sufra Señora…
La Ley le protege
Con la necropsia aun caliente
análisis de memoria de peces,
pareja normal todas las veces
manifiesta la más de la gente,
opinión que flota como las heces
(Repetir)
No sufra Señora…
La Ley le protege
¿Se gastaron suela de zapato?
¿Se calculó a fondo la ocasión?
¿Oteó el vigía con obsesión?
¿Se acunó la ley con espanto?
¿No se desentonó en la canción?
(Repetir)
No sufra Señora…
La Ley le protege
Hecho el análisis y la estadística
todo el caso ha sido comprobado
la falta de denuncia en el juzgado
vehemente concluye a la política
que la santa ley bien se ha aplicado
(Repetir)
No sufra Señora…
La Ley le protege
Epílogo
En el nicho, planta 3, AC-13
Está el cadáver de la desgraciada
que creyó a razón de luz cegada
que la pesada ley le protege
Siendo no más que una idea foliada
A las que me vuelven loco
L’impostor i el príncep
Era pel temps del segle XVI,
a una ciutat d’Anglaterra,
un mercader impostor
feia sabates de cotó
Tenia un taller molt bonic
amb sabates de cuir,
moltes coses venia
fins que va venir un dolent esperit
No venia res;
ni sabates ni barrets
Però un dia molt bonic
va venir un príncep ric
Li va preguntar si tenia sabates
- Senyor a mi no em falten!
- Doncs, doni’m dos parells
- I vostè, tres porquets
I aquell príncep
es donà compte que l’han estafat.
Corrents va anar al taller
i l’impostor se’n va anar
El príncep demanà als seus guardians
que atrapessin al malvat
i dels porquets,
li donés tota la carn.
Van atrapar a l’impostor
i el van portar al calabós.
I el príncep emocionat,
Al poble va donar felicitat
(Escrito por Cateto de Pacifistán)
Etiquetas: Cateto de Pacifistán
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