Un poco de antídoto anticapitalista del que andan tan faltos por aquí.
Desregulación en Japón: de cómo las grandes empresas están destruyendo la vida de la gente. Entrevista
Uchihashi Katsuto · · · · ·
07/10/07
"Actualmente, las empresas japonesas ganan unos 50 mil millones de yenes al año en la economía internacional. Alrededor de un tercio del total lo ganan 10 empresas, que incluyen Toyota, Canon y Sony. Las treinta mayores compañías se llevan más o menos la mitad del total. Las cien primeras empresas el 90%. Esto significa que de las 1.600 compañías incluidas en la bolsa de Tokio, apenas 100 hacen la mayoría del dinero. Una sola compañía, Toyota, continúa ganando beneficios gigantes"
El prestigioso historiador y economista japonés Uchihashi Katsuto fue entrevistado por Okamoto Atsushi en Japan Focus.
Okamoto: Durante la sesión regular de la Dieta que comenzó el 25 de enero de 2007, fueron propuestos varios cambios desreguladores que debilitarían las leyes laborales. ¿Qué clase de ideología hay tras estas propuestas? Pocas semanas antes, el 1 de enero, el presidente de la Keidanren [la patronal japonesa, NdT], Mitarai Fujio, anunció proposiciones similares a las presentadas en la Dieta. ¿Cuáles son las opiniones de la comunidad empresarial?
Uchinashi: Ambos movimientos son dos caras de la misma moneda. Brevemente, la libertad para "crear trabajo" aumenta mientras que la libertad "al trabajo" decrece.
En muchos países, las condiciones de empleo, como la seguridad social, están determinadas por el empleo regular y son pensadas como los derechos de la clase trabajadora. Estos derechos sirven como premisa de que el trabajo se basa en las circunstancias individuales de cada uno. En definitiva, el trabajo se dicta por las elecciones individuales de cada persona. Por ejemplo, algunos escogerían trabajar media jornada en lugar de jornada completa. Por supuesto, la capacidad de tomar estas decisiones es el resultado de pasadas luchas sociales y, hoy en día, a la luz de varias presiones, como la competencia, la globalización y las fuerzas del mercado, se ha extendido el apoyo a estos derechos en muchos países.
En el caso de Japón, los términos "elección de empleo" y "diversidad de los patrones de trabajo" se han utilizado en la academia desde que Sakaiya Taichi describiera una "edad de elección de empleo" y, más recientemente, cuando Yashiro Naohiro, miembro del Consejo de Política Económica y Fiscal, recogiera el deseo de la comunidad empresarial de una edad de la "diversificación de los patrones de trabajo".
A pesar de esto, la "diversidad del trabajo" sólo puede ser conseguida cuando las principales corporaciones cumplen plenamente con sus responsabilidades de empleo para proveer a los trabajadores de ciertos derechos y garantías; si los empleadores fuerzan a los trabajadores a trabajar sin estos derechos, entonces las edades de "la elección de empleo" y de la "diversificación del trabajo devienen decepciones imperdonables. Más concretamente, un sistema tal se convierte en "la diversificación de los patrones de trabajo forzados".
Yo califico a estas voces – como las de Mitarai, Sakaiya, y Yashiro – de opinión autoritaria (kenron). Ejercen control sobre la sociedad y eclipsan la opinión de la gente común (minron), que a menudo está en desacuerdo con la opinión autoritaria. Estas personas con su autoridad definen todos los términos y condiciones del debate haciendo referencia a temáticas políticas y sociales. Como resultado la gente es fácilmente embaucada en temática del trabajo. A menudo la gente confunde la "edad de elección de empleo" con libertad para escoger sus carreras y con diversidad de valores. Otro ejemplo de cómo las voces dominantes determinan y definen la discusión es la "gran explosión del trabajo". De la misma manera que el proyecto de ley para el "Incremento de la Confianza en sí mismo para Personas con una Minusvalía" es en realidad el proyecto de ley para la destrucción de personas con una minusvalía, el proyecto de ley de "Protección de Contratos para Obreros" no es más que un proyecto de ley para la destrucción de los obreros con contrato. El lenguaje que utilizan es simplemente fraudulento. Muchos intelectuales en Japón se han apoyado en la opinión autoritaria y contribuyen a la agresiva dominación de los debates sobre temática laboral.
Asimismo, esto sucede en discusiones sobre economía. Algunos han argumentado que "sin reformas la recuperación es imposible", pero a pesar de la extensión de las reformas, las reformas económicas implementadas no han traído un crecimiento "mayor que con el Izanagi", sólo "condiciones económicas vacías". El Izanagi es el periodo de 57 meses de crecimiento entre febrero de 1965 hasta julio de 1970 que se compara con la reciente "recuperación económica" de los últimos 58 meses entre febrero de 2002 y noviembre de 2006. Durante el periodo Izanagi, el PIB creció a razón del 2'2 % y los ingresos aumentaron realmente, mientras que durante la reciente recuperación el PIB ha crecido a razón del 1'04 %.
Okamoto: no ha cambiado mucho la situación, ¿lo ha hecho?
Uchinashi: Ota Hiroko, Ministro de Política Económica y Fiscal, afirma que la economía está mejorando y que el crecimiento es mayor que en el periodo Izanagi. Si esto es así, el Banco de Japón debiera haber subido las tasas de interés, en cambio las está bajando. La primera medición de la reciente "recuperación económica" tuvo lugar al final del primer cuatrimestre de 2003. El beneficio de algunas corporaciones era del 72 %. Cuando nos fijamos sólo en las compañías de mayor facturación, los beneficios ascienden a un 105 %. Esto equivale a un 27% de incremento sobre el 2004. En comparación, el incremento en ventas en el tercer cuarto de 2003 fue solamente de 1.2 % y de 1.9 % el año antes.
Si las ventas no están aumentando, ¿por qué los beneficios crecen? La razón más significativa es que de alguna manera la "libertad para forzar a la gente a trabajar" aumentó espectacularmente durante este periodo. Lo que hace esto posible fue apuntado, irónicamente, por comentaristas neoliberales que argüían que "el empleo crecerá si es más fácil despedir al trabajador". La lógica es que el empleo crecerá si los empleadores disponen de un mayor control sobre los recursos laborales, lo que es falso.
Estas temáticas están relacionadas con la cuestión de cómo satisfacer suficientemente la demanda de trabajadores. Las últimas tendencias en Japón representan un intento de comerciar con el trabajo haciendo caer su coste total tanto como sea posible convirtiendo los costes en recursos humanos en costes variables y flexibles en lugar de un coste fijo. Tal paso requiere cambios legales que transfieran la jurisdicción de los puestos de trabajo de la ley laboral a la ley civil y a la comercial.
El asesor del Consejo de Política Económica y Fiscal Yashiro declaró lo siguiente en una reciente edición de la revista The Economist: "Hemos entrado en un periodo en el que es imposible proteger el trabajo a través de regulaciones más rígidas". No creo que éstas sean las palabras de un académico. Nadie ha sugerido que el empleo vaya a crecer si volvemos a las regulaciones del pasado. Ésta es argucia argumentativa familiar que plantea mal el argumento del oponente y lo manipula para hacer de él una falsedad.
Actualmente hay tres tipos de trabajadores en las fábricas de alta tecnología. Los primeros son empleados normales. Todos los demás son empleados no regulares que podemos dividir en tres tipos: 1) trabajadores de media jornada y temporales, 2) trabajadores contratados y 3) trabajadores auto empleados casi independientes que trabajan por ordenes individuales. Las empresas pueden decir: "Si no tenemos ningún trabajo después de mañana, no os necesitamos. Tiene su sentido, ¿no? Después de todo sois trabajadores independientes auto empleados". Esta práctica es una precisa emulación de la vieja Ley de Contrato de Trabajo de Nueva Zelanda. Estas regulaciones de los contratos de trabajo obligan a individuos débiles a tratar cara a cara con poderosas empresas.
Aquellas organizaciones que dicen ser privadas – el Consejo de Política Económica y Fiscal, la Oficina para la Promoción de una Reforma de Regulación, y Keidanren – tienen un cercano interés con respecto a la opinión autoritaria. Estas organizaciones utilizan varias trampas para manipular sobretodo modas e influenciar la opinión de la gente común. Su posición está fielmente representada por la visión del presidente del Keidanren, Mitarai (quien a su vez es el presidente de Canon). La visión de Mitarai es la versión Japonesa de los "Chicago boys". Estuvo 23 años en EEUU y es discípulo de Milton Friedman, cuyas ideas llevaron a América latina a la bancarrota.
Cambios en la burocracia y la expansión del poder del Keidanren
Okamoto: Como ejemplifica Mitarrai, el gobierno está fuertemente ligado a organizaciones como Keidanren que representan los intereses de las principales empresas. ¿Estamos ante la relación más cercana entre el gobierno y la gran empresa de los últimos 50 años?
Uchihashi: El contexto de la firme conexión entre gobierno y empresa es un cambio en la naturaleza de la burocracia. La burocracia japonesa no ha sido nunca una moderna burocracia weberiana, sino un sistema familiar (kasan). Pese a lo dicho, los burócratas siempre han mantenido un relativo nivel de neutralidad.
Tras el colapso de la burbuja económica, el triángulo de acero entre el gobierno, los burócratas y la empresa fue duramente criticado. Durante la administración Koizumi, el primer ministro llamó a la subyugación de la burocracia. Éste también fue un truco exitoso manipulando desafección por la burocracia. ¿Qué ha resultado? En pocos años, los pocos elementos que había de moderna burocracia fueron destruidos y las tendencias familiares son ahora incluso más fuertes. Este desarrollo ilustra la naturaleza real de las conocidas reformas estructurales Koizumi.
Cuando los elementos familiares eran realmente fuertes, hubo burócratas que se plantearon qué era verdaderamente el interés general. Por ejemplo, cuando Sahashi Shigeru, al que llamaban "comandante de regimiento Sahashi", fue alto cargo del ministerio de comercio e industria, los burócratas pensaron sobre el interés nacional japonés y rechazaron todas las demandas internacionales de que Japón liberalizara sus políticas y permitiera la entrada de importaciones de automóviles americanos.
Esta política tuvo tanto méritos como deméritos, pero si Sahashi no hubiera hecho eso, quizás la liberalización del mercado del automóvil hubiera comenzado con la segunda mitad de los años 60. Si ese hubiera sido el caso, Toyota seguramente no sería lo que es hoy. La ascensión de Toyota a su actual posición se debe gracias a lo que Shiroyama Saburo calificó como el "verano de los burócratas". Burócratas como Sahashi han desaparecido y hemos vuelto a los días de burócratas movidos por el dedo del gobierno.
En cambio, la comunidad empresarial, liderada por Keidanren, mantiene su poder sobre el gobierno. El resultado se ha hecho evidente con la resurrección de contribuciones políticas que permiten a las empresas hacer donaciones incluso si el 50 % de sus acciones son de propiedad extranjera. La visión de Mitarai se refleja verdaderamente en la actual administración Abe y es esencialmente su eslogan.
Para ilustrar la "pesadilla de la desregularización", me gustaría recordar sus orígenes, un informe del Keidanren, "Un análisis de los efectos de la desregularización y las políticas de empleo" del 15 de noviembre de 1994, y uno de la Asociación Japonesa de Ejecutivos de Empresa (Keizai doyukai), "Solicitud concerniente a la desregularización" anunciada el día siguiente. Leer estos documentos de nuevo 12 años después es muy revelador.
Por poner un ejemplo, estos informes estimaban que los ajustes estructurales y la desregularización podrían llevar posiblemente a la pérdida de 9 millones de empleos pero crearía 10 millones. En definitiva, los informes preveían un incremento neto de 1'3 millones de empleos. Miyauchi Yoshihiko, director de la Oficina para la Promoción de la Reforma de Regulación, y otros, promovieron la desregularización basándose en estas ideas, pero si uno compara la marcha de la reforma con las previsiones, es casi cómico.
En aquel momento, el ministro de trabajo y otros afirmaban vehementemente que las reformas en la gestión eran necesarias. Yo objeté que esto dificultaría la tarea de la Oficina de Supervisión de los Estándares de Trabajo y permitiría hacer a las compañías lo que les viniera en gana. Últimamente, sin embargo, los burócratas del ministerio de trabajo también fueron influenciados por la opinión autoritaria y abandonaron sus propuestas.
Las reformas de Koizumi no cambiaron el carácter esencial de la burocracia y permitieron a Keidanren continuar incontroladamente. Keidanren es con toda probabilidad el árbitro de la opinión autoritaria. Si uno analiza la visión de Mitarrai en este contexto, muchas cosas se esclarecen. Keidanren está guiando el gobierno estableciendo un orden de prioridades en las políticas del gobierno de acuerdo con sus prioridades de negocio y sugiriendo a las compañías objetivos y el tamaño de las contribuciones políticas. ¿Deben las empresas, que no tienen derecho a voto, permitirse ejercer más poder que los votantes? La burocracia no actúa como examinador del actual gobierno sino como soporte de una mayor desregularización. Japón es el mejor ejemplo de estado moderno en el que la burocracia es disfuncional.
Okamoto: Las tendencias de desregularización parecen estar llevando a la privatización de todo capital público. La entera esfera pública está crecientemente controlada por intereses privados. Keidanren y otros están empezando a hablar de intereses privados como si ellos representaran el bien público. Parece una de las principales razones por la cual está siendo cada vez más difícil vivir en esta sociedad.
Uchinashi: Cierto. La base de un gobierno representativo son políticos que deberían ver los intereses humanos básicos tales como la vida, el trabajo y la vivienda. El beneficio privado, es "beneficio privado corporativo". Una vez fue de "burócratas para la gente" pero ahora tenemos la "privatización corporativa de lo público". Las cosas irán precisamente por este camino si el capital público común, como el bello paisaje, el aire puro, el agua y la educación se convierten en medios para el provecho corporativo privado. Esto es a lo que Friedman llamaba privilegiar el mercado. La privatización corporativa de la esfera pública es una trampa; disfraza el plan de beneficio de las empresas privadas como un bien para lo público. Son pasos que sostienen la visión de Mitarrai y que están siendo tomados con el apoyo el gobierno.
El ciclo neoliberal
Okamoto: El futuro parece incierto con un poder corporativo que crece y el poder de la gente que disminuye. Relacionándolo con los hechos en Latino América, ¿cómo explicaría usted los recientes desarrollos económicos en Japón?
Uchinashi: El Banco de Japón rechaza la vieja teoría de los ciclos económicos, cosa que es un gran problema. El Banco considera que si el ejercicio de las grandes empresas mejora, entonces eso ayudará a las pequeñas y medianas empresas y a través de incrementos de salario los ingresos individuales crecerán gracias a un efecto de expansión de arriba abajo. Si esto ocurre, el Banco lo anunció en un "Informe de previsión" (tenbo ripoto), entonces no habría sólo un balance entre la oferta y la demanda sino que la demanda excedería a la oferta. Por este motivo, han pospuesto el anunciar que Japón ha "escapado a la deflación". Cuando continuaron limitándose a esta visión en octubre, denuncié a través de la radio y otros medios que sus políticas eran incorrectas. ¿Qué sucederá si las cosas siguen así? Si buscamos la explicación de estas tendencias usando el modelo circular neoliberal que describe un "ciclo de pesadilla", quizás Japón ya haya entrado en la premisa del capitalismo puro o en un nuevo sistema basado en la globalización.
Actualmente, las empresas japonesas ganan unos 50 mil millones de yens al año en la economía internacional. Alrededor de un tercio del total lo ganan 10 empresas, que incluyen Toyota, Canon y Sony. Las treinta mayores compañías se llevan más o menos la mitad del total. Las cien primeras empresas el 90%. Esto significa que de las 1.600 compañías incluidas en la bolsa de Tokio, apenas 100 hacen la mayoría del dinero. Una sola compañía, Toyota, continúa ganando beneficios gigantes.
¿De dónde provienen estos beneficios? Alrededor del 80% de exportaciones transoceánicas. El mercado interior supone un 20%. Por lo tanto para las 30 compañías mayores, no importa demasiado si el mercado doméstico se recupera.
En el pasado, si había una larga recesión, las empresas intentarían estimular una recuperación del mercado doméstico e incrementar la cuota de mercado. Un aumento de salarios era visto como una manera de disparar los gastos de consumo. Como las compañías estaban implicadas en este ciclo, podían proclamar que "la prosperidad empresarial beneficia a la gente de la nación". Los gestores de las empresas pensaron alguna vez que si la sociedad prosperaba entonces la compañía también prosperaría. También era ese el caso de Toyota.
La realidad ya no es esa. No importa cuan pobre sea el mercado interior, estas empresas continúan nadando en dinero. Una situación como esta podría remediarse si estas compañías estuvieran pagando tasas corporativas sobre sus beneficios cosa que no es el caso. Normalmente las compañías pagan un impuesto de sociedades de un 5% aproximadamente, pero estas grandes compañías dedicadas a la exportación pagan sólo un 1%. Hay un debate sobre si el impuesto de sociedades de un 4% es alto o bajo, pero de hecho estas compañías disponen de privilegios especiales que les permiten evitar el pago de nada que sea parecido a esa cantidad. El fallecido político socialista, Kubo Wataru, que sirvió como ministro de finanzas del gobierno de coalición LDP- Socialistas – Sakigake, preguntó durante una sesión de la Dieta cuántos impuestos pagaba en realidad la compañía de motor Toyota. El ministro de aquel momento respondió que aquello era un secreto corporativo y que en consecuencia no podía desvelar. Muchas compañías como Toyota que se centran en la exportación de sus productos se benefician de una amplia gama de beneficios fiscales y otras deducciones cuya cantidad total es poco clara. Si alguien pusiera de nuevo esta cuestión en la Dieta hoy, probablemente nadie podría dar una respuesta de fiar. Verdaderamente, Japón debe tener la tasa más baja de impuestos efectivos del mundo.
¿Qué es la competitividad internacional?
Durante la ofensiva laboral de la primavera de este año (shunto), en respuesta a las demandas de los sindicatos de que, vista la mejora de la economía, los salarios debieran subir, Mitarai estableció que un paso así no podía darse fácilmente debido a la competencia internacional. Si una sociedad que protege los derechos de los trabajadores y provee de una red de seguridad social no puede competir internacionalmente, ¿no deberían los países nórdicos europeos estar perdiendo? Las empresas japonesas están recibiendo todos estos privilegios en nombre de la competitividad internacional, pero éste no es el sendero hacia la verdadera competitividad. Incluso más, de alguna manera, este es el camino que lleva a Japón a caer incluso más bajo en la competición global. Todo depende de cómo se defina competitividad global.
Uno a menudo oye lo siguiente: Las primeras diez compañías en el ranking del Foro Económico Mundial que se celebra anualmente en Davos están en el Norte de Europa. Las compañías finlandesas están siempre en lo alto. Eso es porque las medidas de competitividad son diferentes. Al mismo tiempo que ese foro, los grupos ciudadanos anti globalización se reúnen en el Foro Social Mundial. Pero incluso el Foro Económico Mundial evalúa a los países según tres criterios – la consistencia de las políticas macroeconómicas, si las políticas públicas están funcionando apropiadamente o no, y su tecnología. Finlandia siempre está en lo alto de la lista.
Contrasta que los líderes económicos y empresariales japoneses sólo hablen sobre competitividad internacional en términos de ventajas sobre los precios. La competitividad por precio incluye únicamente una pequeña porción del significado de competitividad, semejante a la competitividad de producto o de trabajo.
Me sorprendió cuando, para un programa especial de la Oficina Regional NHK Niigata, conocí al presidente de una pequeña empresa regional que había recibido un encargo de imprimir dispositivos de la compañía finlandesa Nokia. Cuando un representante de Nokia visitó la empresa dijo, "Hay una serie de condiciones que nuestra compañía debe conocer para establecer una relación de cooperación con ustedes. Por favor responda las cuestiones siguientes". La primera pregunta era: "¿sabe cuál es su capacidad de disposición final para emisiones?" Después preguntó dónde estaba el alojamiento para solteros y siendo informado de que estaban en la isla Sado, visitó las habitaciones para comprobar si había suficiente espacio para la vida de cada empleado. Era necesario para su compañía aclararlo todo sobre las condiciones para poder establecer una relación de cooperación. La competitividad sostenible no significa únicamente competitividad de precios. Incluso si las empresas intentan repetidamente bajar sus precios es imposible bajar el precio a cero. La competitividad sostenible depende de las habilidades humanas y el desarrollo de éstas es contingente al sistema educativo.
La pérdida de competitividad de la industria electrónica japonesa es tan severa que incluso el diario Nikkei ha reconocido la situación. Cuando escribí sobre la "Ilusión de Japón como país de alta tecnología" algunos críticos respondieron que la japonesa era una tecnología superior a la europea. Pero eso es una ilusión. Porque muchas empresas japonesas han invertido solamente en facilidades de producción basadas en la premisa de un incremento de producción en masa y de consumo de masa, manteniéndose en el mismo nivel de capacidad productiva. Si hubieran construido fábricas para incrementar de hecho su capacidad técnica, serían más competitivas. Tras la explosión de la burbuja económica, el fenómeno de vacío de las fábricas de alta tecnología apareció por todo el país.
Cuando el trabajo es mercantilizado
Okamoto: Las compañías japonesas, como las americanas que promueven la globalización, tienen un problema con los contratos fraudulentos.
Uchinashi: Ahora mismo, las principales empresas japonesas se ocupan en la destrucción de la humanidad. Las empresas globales japonesas están envueltas en contratos de trabajo fraudulentos. En las fábricas japonesas, la estratificación jerárquica persiste y los gerentes tienen la potestad de movilizar trabajadores sin siquiera tratar con leyes de empleo. A través de la subcontratación los gerentes tienen la posibilidad de pasar los costes al subcontratista, y como resultado sus trabajadores devienen crecientemente vulnerables. Similar situación jerárquica existe en el mercado de trabajo de contratación, y un número de accidentes industriales han ocurrido implicando a empresas que utilizaban trabajadores alquilados a subcontratistas de tres niveles inferiores. Más tarde, ha habido un número de "accidentes industriales desplazados". Por ejemplo, en el caso de la fábrica Sharp de Kamenaya, los altos ejecutivos no querían que los inversores descubrieran un accidente ocurrido en su fábrica de alta tecnología, así que dijeron que había sucedido en otro lugar. Debía haber sido calificado de accidente industrial pero como las víctimas eran trabajadores contratados por terceros, nadie se hizo cargo de la responsabilidad.
¿Cuántas vidas han sido destruidas desde que se permitió la contratación temporal de trabajadores en 2004? Las empresas han acogido completamente el sistema de trabajadores subcontratados y transfieren los costes de tal manera que el más bajo nivel de subcontratistas emplean a los conocidos como trabajadores "por llamada" (a veces más conocidos trabajadores de "una sola llamada") quienes a veces no han sido apropiadamente formados. Los subcontratistas encuentran trabajadores en regiones con altos niveles de desempleo como Akita o Aomori y los envían a zonas con alta demanda de empleo como Aichi (donde se encuentran los centros de Toyota). La gente es introducida en la comodidad y el sistema es similar al de los barcos de esclavos de la antigüedad.
Los contratos individuales es el aspecto más despreciable del sistema. Las empresas usan estos contratos para recortar costes en los que normalmente se incurre para garantizar los derechos básicos de los trabajadores. Las pérdidas son asumidas por los individuos más que por las empresas. La única manera de corregir esta situación es reforzando la Oficina de Supervisión de Estándares de Trabajo. Bajo estas condiciones, el Keidanren está promoviendo la llegada de trabajadores extranjeros e inmigrantes. Si más trabajadores extranjeros vienen a Japón, sus hijos deberán ser educados y esos costes pasarán a lo público.
También está el problema de los trabajadores extranjeros contratados bajo el pretexto de unas prácticas. El tema recibió cierta atención después de que ciudadanos chinos en prácticas cometieran un asesinato, sin embargo las condiciones de trabajo y de vida que sufren algunos trabajadores extranjeros son extremamente duras. En fábricas textiles en lugares como Gifu, los trabajadores ganan 15.000 yen (menos de 150 $) al mes (normalmente envían unos dos tercios de esa cantidad a sus casas). Es sólo a través del empleo de trabajadores extranjeros que estas empresas ganan dinero. Una empresa que produce ropa barata a través de la subcontratación aloja a todos sus practicantes chinos en dormitorios individuales y los transportan en microbuses para evitar que sean contratados por otras empresas. Los tienen trabajando 5 horas en una fábrica, otras 2 en otra y finalmente una hora en una tercera. También hay trabajadores que han sido forzados a trabajar en diferentes fábricas el mismo día.
De esta manera, las principales empresas están destruyendo la vida de los trabajadores. La "modificación de los accidentes industriales" es un ejemplo de esto. Los ejecutivos de las empresas recortan costes y evitan las responsabilidades de empleo de cualquier manera posible y exponen a los trabajadores a riesgos para conseguir beneficios inéditos. Tal sistema es altamente improbable que sea sostenible.
Vamos rápidamente hacia un sistema en el que las empresas globales prosperan mientras que las sociedades perecen.
¿Hacia un futuro americano para los trabajadores japoneses?
Okamoto: Si las cosas continúan de esta manera, la disparidad de ingreso y la pobreza seguramente aumentarán y Japón será como EEUU. La amplia mayoría de los estadounidenses luchando en Irak son miembros de clase baja. Además, la visión de Mitarrai se ha extendido hacia el debate de la revisión de la constitución. Los conservadores japoneses proponen la revisión de la constitución, transformando las Fuerzas de Autodefensa en un ejército completamente desarrollado, enviando tropas a ultramar, y entrando en un acuerdo de defensa colectiva. Además, argumentan que es necesario un mayor patriotismo y buscan forzar el respeto a la bandera y al himno nacional. ¿Respalda el Keidanren una mayor militarización de Japón y el envío de hombres de la clase trabajadora a la guerra?
Uchinashi: La movilidad social en EEUU es contingente a las credenciales académicas por tanto alguien que no disponga de tales credenciales estará probablemente de manera permanente en el grupo de los trabajadores pobres. Por lo tanto el grupo de inmigrantes se alistan en el ejército para obtener becas de comunidad y rápidamente obtener la ciudadanía. El director de cine Michael Moore ha mostrado que hay una alta correlación entre los soldados estadounidenses que han muerto en Irak y la zona en que un alto porcentaje de población recibe almuerzos escolares gratuitos. Hay, ciertamente, una disparidad en la probabilidad de supervivencia de la gente.
Las previsiones para Japón son similares. En Inglaterra, el gobierno Thatcher promovía un "gobierno pequeño" en términos financieros, sin embargo en términos de autoridad se convirtió en un "gran gobierno". Japón está implementando varias políticas, semejantes a iniciativas financieras privadas, tests de mercado, y ofertas competitivas para los almuerzos escolares. Los líderes japoneses declaran que están dirigiéndose hacia un "gobierno pequeño" pero, cuanto más liberalizan, desregulan y abrazan el fundamentalismo de mercado, más tiene que aumentar el poder del gobierno central para preservar el orden. Las fábricas de alta tecnología, cuyas compañías se crearon a través de inversiones inmensas, podrían colapsarse en cualquier momento. Probablemente quieran prever que tal cosa suceda.
Liberalizar el mercado nos llevará definitivamente a la destrucción de las instituciones públicas. Un buen ejemplo es la industria bancaria, que se está estancando en el negocio de la usura al consumidor y préstamo al negocio. Si se disipa el principio de soporte de las instituciones públicas, el gobierno caerá en la ansiedad en temática de orden social que depende de la salud de las empresas y un mayor control gubernamental se volverá necesario. El control gubernamental siempre sigue a la liberalización. Nos equivocamos si creemos que habrá mayor libertad como resultado de la desregularización y de la liberalización.
Uchihashi Katsuto, nacido en 1932, es un prominente comentarista económico, político y social y autor de 70 libros incluyendo la compilación en ocho volúmenes de sus trabajos. Fue entrevistado por Okamoto Atsushi, editor de Sekai (Mundo). Esta es una pequeña versión abreviada de un artículo aparecido en Sekai en marzo de 2007.
Traducción para www.sinpermiso.info: Txomin Martino, a partir de la versión inglesa de Aaron Skabelund
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