08 julio 2007
Evocación platónica de Orwell
“1984” y “Animal Farm” son dos libros que, desbordando ampliamente las intenciones de su autor, se han convertido en proféticos.
En “1984”, Orwell enfrenta a un miserable individuo humano, una persona corriente, con un mundo dominado por la racionalidad aplastante de la técnica, en el que las palabras no tienen otro significado que el que quiere darles una dictadura tecnocrática: así, la guerra es la paz, la esclavitud es la libertad y la ignorancia es la fuerza. Palabras convertidas en meros instrumentos de opresión, expropiados por un régimen político en el que los inestables y veleidosos individuos humanos han sido racionalizados al máximo, todo ello en nombre de un Gran Hermano cuya autoridad lo justifica todo pero del que, como del Dios de los antiguos, no se tiene constancia de que exista realmente.Y en “Animal Farm”, una parábola con la simplicidad cristalina que tienen las evangélicas, Orwell nos recuerda que las revoluciones violentas, impuestas por la fuerza, no hacen sino reproducir el poder que dicen haber derrocado, y terminan devorando a sus hijos, no a todos, pero sí siempre, con certeza implacable, a los más inocentes, es decir, a los únicos que habrían sido capaces de salvarlas.
Los textos de Orwell han sido proféticos en cuanto a que hoy vivimos en un mundo orwelliano, donde la dominación de lo cándidamente humano por lo racionalmente tecnológico parece no tener fin. El tema es complejo, con muchísimas ramificaciones inquietantes. Me limitaré a considerar el efecto de esta orwellianización sobre nuestras entrañables palabras, esas que han venido siendo las brújulas que nos ayudaban a viajar por la vida. La faz más maliciosa del mundo en que vivimos es la que corrompe el significado de las palabras, esas que constituían lo más auténticamente humano de nuestra caja de herramientas, quedándonos así sin recursos para ir construyendo nuestra verdad. Y es que nuestras palabras son muy importantes para nosotros no porque sean palabras, sino por los conceptos, las ideas platónicas, que constituyen su esencia. La grave amenaza de estos tiempos está en que las palabras se convierten en simples instrumentos de comunicación, en manojos de bytes, cuyo significado es relativo, dependiente de los intereses que quiera gestionar con ellas el poder que las ha hecho prisioneras. Este poder, sea el que sea, porque se trata de un monstruo con muchas cabezas, corrompe a las palabras con los sesgos interesados que les imprime. Dicha corrupción es creciente, y resulta en mentiras que tienen una asombrosa capacidad de multiplicarse, sobre las que, desgraciados de nosotros, vivimos y de las que nos alimentamos.Vayan a continuación algunos ejemplos notables de lo que quiero decir:- Democracia. Nos sentimos satisfechos de vivir en democracia, cuando, en realidad, lo hacemos sobre una mezcla de partitocracia, oligocracia, y cleptocracia, cada día más opresora y a la que no le faltan ribetes obscenos.- Educación. Aparentamos creer que hemos conseguido una buena educación para todos, cuando lo que hemos establecido es un sistema de instrucción que elimina el esfuerzo, persigue la excelencia, intenta adoctrinar ideológicamente a los escolares y los iguala por abajo. Sistema del que todos los que tienen poder suficiente intentan, impúdicamente, sacar a sus hijos, porque lo reconocen como una sórdida fábrica de pobres humanos masa.- Solidaridad. Presumimos de creer firmemente en los valores solidarios, mientras que en el desarrollo de nuestro régimen autonómico nos mostramos cada vez más cazurros, provincianos y egoístas, y en nuestras relaciones con los pobres que nos invaden desde todos los azimutes, cada vez más acongojados, amenazados de caer en fascismos pequeñoburgueses que creíamos ya extinguidos.- Igualdad de los sexos. La proclamamos satisfechos, cuando no es la igualdad lo que hemos conseguido, sino la uniformidad. Es decir todos, varones y hembras, hemos quedado atrapados bajo un mismo disfraz unisexo, prisioneros de una misma alienación. Sin que queramos además reconocer que no puede haber igualdad entre los sexos si no la hay previamente entre las personas.- Libertad. Decimos creer en ella y estar satisfechos de los niveles que de la misma hemos alcanzado, cuando los más beneficiados por esta falsa libertad son, de forma creciente, los más desalmados, entre los que destacan los asesinos terroristas y los que los amparan. Mientras que, como reacción, los demás estamos cada día más poseídos por una fascinación creciente hacia la violencia. Y en cualquier caso, lo que nos queda de libertad para repartir a cada uno de los pobres humanos del montón es una libertad solipsista, onanizada, a la que pregonamos como la gran consecución de nuestra época.- Derechos humanos. Discurseamos impúdicamente sobre ellos sin caer en la cuenta de que solo son tales si protegen efectivamente a toda la humanidad, y que en caso contrario solo son privilegios. Pero nosotros no queremos admitir que vivimos confortablemente en un mundo injusto, al que hemos aceptado como inevitable.- Etc, etc, etc.Esta corrupción de las palabras nos lleva a vivir en un mundo radicalmente falso, en el que la crisis de valores es inevitable. Se desarrolla así una cultura de supervivencia, que es la nuestra. La cultura del ídolo, del ganador, de la moda y lo moderno, del mirar para otro lado o cambiar de acera cuando alguien se nos acerca por la calle dando tumbos, del anhelar esa paz mentirosa y cobardona que es la de la marmota en su madriguera.
Cabría preguntarse si esta situación tiene remedio. Y la respuesta más razonable es que no. Nuestro mundo seguirá sometido a tensiones y desequilibrios cuya resolución se escapa totalmente a nuestras capacidades individuales. Sin embargo, el hecho de que probablemente no tenga remedio no significa que debamos perder las esperanzas. Es necesario que reivindiquemos al gran Platón. Y la forma de hacerlo es exigiéndonos una lucidez que sea capaz de darle a las palabras que empleamos sus significados propios, derivados de nuestra cultura común, no expropiables por ningún poder. Teniendo siempre en cuenta que las palabras más valiosas, las más determinantes de cuál vaya a ser nuestro futuro, son las que simbolizan aspiraciones más que realidades, las que representan ideas platónicas más que sustancias aristotélicas. Volviendo a los ejemplos anteriores, los significados que le demos a los conceptos en ellos expresados, deberían permitirnos comprender que:- Nuestra democracia es imperfecta, lo será siempre, lo que nos obliga a no dejar nunca de luchar por ella.- La educación de los jóvenes debe ser una búsqueda de sus mejores desigualdades y diferencias. Exigente en sus formas y no condicionante en sus contenidos, practicando el oficio del buen ceramista, formando humanos capaces de ser libres y de dar lo máximo de sus capacidades, y no reproduciendo masas.- El camino hacia la solidaridad transcurre por espacios económicos y políticos cada vez más amplios, y no al revés, de manera que este único camino por el que se podrá salvar nuestro mundo está expuesto a todas las intemperies.- La igualdad de los sexos pasa por reconocerle a las mujeres su naturaleza, facilitándoles, antes que ninguna otra cosa, la posibilidad de ser madres y criar hijos con dignidad. Y por hacer posible para hombres y mujeres una verdadera libertad sexual, una pansexualidad madura, respetuosa con el otro y no condicionada socialmente.- La libertad solo es posible cuando está protegida por el brazo fuerte de unas leyes democráticas, administradas eficazmente por jueces independientes y vigiladas en su cumplimiento por lictores sin tacha.- Los derechos humanos solamente pueden contemplarse y evaluarse a una escala planetaria.- Etc, etc, etc.Quizá lo más estimulante del mensaje que el gran Orwell sigue transmitiéndonos hoy es que la literatura en todas sus formas, y la filosofía desnuda y pura, es decir, un Platón despojado de sus ropajes académicos pero con el índice todavía apuntando hacia lo inmaterial de los conceptos, que reflejan aspiraciones del alma más que aristotélicas realidades, siguen siéndonos absolutamente necesarios. Sin olvidar que aunque literatura y filosofía produzcan textos capaces de añadir valor, este valor añadido solo puede provenir del esfuerzo libre del lector que los trabaja. En el futuro internaútico que ya está aquí, leer, aunque sea un hipertexto, pero hacerlo de verdad, con todas las ventanas abiertas, será cada día más subversivo. También, y esto es lo bueno, una de las pocas actividades liberadoras que nos van a ir quedando. Sobre todo si tenemos en cuenta todo lo valioso que se ha escrito ya, y lo que queda por escribir.(Escrito por Olo)
Etiquetas: olo
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A los asturianos no les gustaba el multiculturalismo, almirante. Con lo bonito que era eso de las tres culturas, todos en armonía y tolerándose unos a otros.
Almirante Benbow dijo...
Reflexología podal al islámico modo. Para que luego llegaran los asturianos y los echaran. ¡Qué cabrones! Los pelayistas, digo.
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Los pelayistas, esos peperos visigóticos, nunca se persuadieron de las virtudes de la Alianza de las Civilizaciones. Así les fue.
El acervo de la ministra, ay, se ha vuelto acerbo.
schelling dijo...
Lo que ud. diga, mi almirante. No discutiré su autoridad em materia de fragonetas.
Por cierto, ¿no escribió cervantes 'La ilustre fragoneta'? A lo mejor se inspiró en la seat transit con la que iba y venía de Argel.
9 de julio de 2007 1:17
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Y "La española inglesa", una obra llena de anglicanismos.
Maigret de pato a la plancha (en su sangrante punto, por supuesto) y vichissoise. Con un Añil Macabeo de 2006 a su temperatura. Viendo la noche que no quiere ser demasiado cálida. Y los aviones que, a lo lejos, ya columbran Madrid.
(En mi casa.)
((¿Es o no vivir como dios?))
El acervo que se volvió acerbo no se si será vasto, o más bien basto.
Es lo que tiene el mal rollo del "orbayu" y la mala leche que se te pone de comer en el Marcelino, Pan y Vino. Pero seguro que lo de la Reconquista fue sin mala intención, un poco como por casualidad.
Protactínio dijo...
Maigret de pato a la plancha (en su sangrante punto, por supuesto) y vichissoise. Con un Añil Macabeo de 2006 a su temperatura. Viendo la noche que no quiere ser demasiado cálida. Y los aviones que, a lo lejos, ya columbran Madrid.
(En mi casa.)
((¿Es o no vivir como dios?))
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Ya sé lo que quiero ser de mayor: don protactínio.
[205] Escrito por: Protactínio - 9 de julio de 2007 1:23
Maigret de pato a la plancha (en su sangrante punto, por supuesto)
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No sabía yo de su gusto por el inspector, ni que a él le gustara leer la Biblia.
Sólo como un semidios, Pa. Zeus no se habría tomado la sopa esa de nombre homosexual.
Clonclón dijo...
Y "La española inglesa", una obra llena de anglicanismos.
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Más que en una obra de Chesterton.
Almirante Benbow dijo...
Es lo que tiene el mal rollo del "orbayu" y la mala leche que se te pone de comer en el Marcelino, Pan y Vino. Pero seguro que lo de la Reconquista fue sin mala intención, un poco como por casualidad.
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Como contaba Polibio de los romanos: que conquistaron el mundo sin querer, casi en defensa propia. Lo de los asturianos algo parecido, un poquito más abajo, un poquito más abajo...
Con tanto hablar de Carmen Calvo se nos olvida el despedido ministro de Administraciones Públicas, el célebre... el célebre... Sí, hombre, uno así como de gafas, que se parecía a Montilla pero con pelo. Bueno, da igual, pues ése.
[205] Escrito por: Protactínio - 9 de julio de 2007 1:23
Maigret de pato a la plancha (en su sangrante punto, por supuesto) y vichissoise. Con un Añil Macabeo de 2006 a su temperatura. Viendo la noche que no quiere ser demasiado cálida. Y los aviones que, a lo lejos, ya columbran Madrid.
(En mi casa.)
((¿Es o no vivir como dios?))
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Y yo a base de pildoritas, que si vitaminas, que si proteínas, que si sales (y nunca me dejan entrar, pero...). Les voy a pedir a los del catering que se enrrollen un poco más, y me den algo aunque sea liofilizado.
Sí, Clonclón, aquél que le decía a Zapo lo de las cuatro tardes de economía.Lo mandan de vuelta a Valencia, donde el fracaso está asegurado.
Una curiosidad gastronómica, D. Pa. en su lado de las Tierras Raras ¿el guiso de tortas de pastor se llama gazpacho o galianos?
Y nada como ver a Pydyr recortada contra la aurora milenaria, como en un mal poema de Gil de Biedma.
Sé quien me dice, clonclón, que abría los telediarios un día sí y el otro también. Ya lo tengo: jordi sebastián.
[218] Escrito por: schelling - 9 de julio de 2007 1:34
Sé quien me dice, clonclón, que abría los telediarios un día sí y el otro también. Ya lo tengo: jordi sebastián.
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Póngalo en futuro: Jordi Sebashotiar.
Pero ha nombrado ministra a Carma, o sea, que el gobierno será igual de zen
[220] Escrito por: Almirante Benbow - 9 de julio de 2007 1:35
Pero ha nombrado ministra a Carma, o sea, que el gobierno será igual de zen
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Pues a lo mejor con eso de la carma no tienen prisa peros eguirán ingual de zen-utrios.
schelling dijo...
Sé quien me dice, clonclón, que abría los telediarios un día sí y el otro también. Ya lo tengo: jordi sebastián.
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O sea, que yo no puedo hacer leña del árbol caído y usted, en cuanto me descuido, me reduce a astillas un bosque.
Reinhard88 dijo...
Sí, Clonclón, aquél que le decía a Zapo lo de las cuatro tardes de economía.Lo mandan de vuelta a Valencia, donde el fracaso está asegurado.
9 de julio de 2007 1:32
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En dos tardes recupera Valencia para el PSOE, no lo dude usted.
Me ha gustado mucho lo que cuenta el diario independiente de la despedida de la ministra trujillo. Disculpe cronopio, pero es una escena encantadora en la que Zapatero le dice a la ministra que ha sido una amiga para él y que tiene que seguir siéndolo, no van a enfadarse por un cese. Y ella le contesta que cómo se va a enfadar con él y que es una de las cosas más bonitas que le han dicho (no sabemos si a lo largo de su vida en sus ceses como ministra).
A Zapatero le ha faltado valor para nombrar Ministra de Cultura a Pilar Bardem. Con estos complejos, el cine español no levantará cabeza en la vida.
La ministra Trujillo ha llevado con bastante dignidad su ministerio inexistente, las cosas como son.
Clonclón dijo...
A Zapatero le ha faltado valor para nombrar Ministra de Cultura a Pilar Bardem. Con estos complejos, el cine español no levantará cabeza en la vida.
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Bien visto. Son unos maricomplejines. Además, habría que obligar a los españoles a que fueran una vez al mes a ver cine español, bajo pena de prisión.
Se olvida Usía de las kelifinder.
Si no son más de diez años, yo me voy al trullo antes que al cine. Por lo menos conoces gente interesante.
Yo temí por la integridad de Trujillo cuando lo de las "Kelifinder"; durante varios días estuve esperando que un grupo de jóvenes iracundos tomara al asalto el ministerio inexistente al grito de "Le vas a tomar el pelo a tu madre". Una vez se olvidó aquello, sin mayores consecuencias, el resto de su gestión me pareció a la altura de lo que se esperaba de ella.
Almirante Benbow dijo...
Si no son más de diez años, yo me voy al trullo antes que al cine. Por lo menos conoces gente interesante.
9 de julio de 2007 1:47
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Yo lo cambio hasta por la pena de muerte. No hay ejecución que dure dos horas, por torpe que sea el verdugo.
En ese caso, almirante, no quedará más remedio que pasar cine español en las cárceles (con sesión continua en las celdas de castigo), hasta que les guste y aprecien lo que es nuestro (bueno, más bien de ellos).
No hay por qué recurrir a la coacción para que la gente vea cine español. También está el engaño. Todo consistiría en dejar que la gente compre su entrada para ver "El señor de los anillos" y, una vez los tienes sentados en la sala, les proyectas "Perdona, bonita, pero Lucas me quería a mí".
Escucho asombrado en Cuarto Milenio que en 1972 la policía (Dios mío, los grises) intervenía para detener a los practicantes de la psicofonía (o parafonía, acalra el experto). ¡Toma recuperación de la razón crítica, Arcadi! Me ha faltado una copa para irme entusiasmado a la Plaza de Oriente.
La concordancia del post anterior no es excelente, pero más o menos se entiende.
Qué buena idea, clonclón. Una vez que estén dentro, se cierran las salas para que nadie pueda salir. Lo malo es que los recalcitrantes dejen de ir al cine. Habría que ir a buscarlos a sus casas.
Les he desc ubierto. Tras su crueldad sin límites se encuentran Moriarty y Fu-Manchú. ¿No serán Uds. además antisemitas?
Almirante Benbow dijo...
Les he desc ubierto. Tras su crueldad sin límites se encuentran Moriarty y Fu-Manchú. ¿No serán Uds. además antisemitas?
9 de julio de 2007 1:56
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Es muy fascista por su parte pedirnos explicaciones.
Sí, es que lo mamé de pequeño. Ya le digo que me estaba yendo a la Plaza de Oriente.
Escrito por: Almirante Benbow - 9 de julio de 2007 1:54
Escucho asombrado en Cuarto Milenio que en 1972 la policía (Dios mío, los grises) intervenía para detener a los practicantes de la psicofonía (o parafonía, acalra el experto). ¡Toma recuperación de la razón crítica, Arcadi! Me ha faltado una copa para irme entusiasmado a la Plaza de Oriente.
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La fuerza de la razón nunca resultó tan gris.
Eso, pedir explicaciones es superfascista.
Además, las buenas gentes del cine español tienen derecho a que los demás vean sus películas.
Tengo un amigo que tiene un amigo que tiene un amigo que una vez ha visto una película española y dice que le gustó.
Los skin-heads no se andan con chiquitas: el otro día pillaron a un inmigrante cerca de mi casa y estuvieron pidiéndole explicaciones un cuarto de hora; que por qué había venido a España, que cómo estaba la cosa en su país de origen, que cómo veía la política nacional... Ya pueden imaginarse el mal rato que pasó el pobre.
Germán de Argumosa es filósofo, escritor y conferenciante español.
Ha sido profesor del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Madrid durante muchos años.
Es el Fundador y Director del Instituto Internacional de Investigaciones Parapsicobiofísicas de Madrid.
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En el citado premio de parapsicología de la Asociación Suiza, se le reconoció haber sido el introductor de la parapsicología científica en España y del valor de sus investigaciones en las teleplastias de Bélmez de la Moraleda,
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Colaboró en las investigaciones del Instituto de Psicología y Psicohigiene de Friburgo de Brisgovia (Alemania), que dirigió el profesor Hans Bender.
Es autor de la Teoría de la Convergencia Parapsico-parafísica, esbozada hace más de treinta y cinco años y complementada con su Hipótesis del Consciente Trascendente.
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este es el tipo detenido por los grises. No mepuedo resistir a llamar su atemción sobre el hecho de que colaborara con una de las criaturas de Matt Groening.
Cronopio, ¿no será una leyenda urbana?
Tengo una idea: ya que la gente no quiere pagar por ver cine español, se les podría cobrar el coste de las películas en los impuestos. ¿Qué les parece? ¿No es genial?
No hay cosa peor que una explicación. Si pones atención a una explicación, al terminar puede que hasta hayas cambiado de opinión. ¡Y de eso, nada¡
Les pido disculpas, no sabía que me decía.
Clonclón dijo...
Tengo una idea: ya que la gente no quiere pagar por ver cine español, se le podría cobrar el coste de las películas en los impuestos. ¿Qué les parece? ¿No es genial?
Una idea luminosa. Digna de un productor de cine español.
Había oído hablar de la teoría con el nombre de 'Convergencia i Unió Parapsico-parafísica'. Reclamó el premio nobel de las ciencias paranormales ya.
Almirante Benbow dijo...
Una idea luminosa. Digna de un productor de cine español.
9 de julio de 2007 2:08
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Es que soy productor de cine español. Como usted. Como todos.
Eh, Schelling, Clonclón, Almirante. He estado pensando un rato y...conozco una buena, Calle 42, aunque a lo mejor no es tan española.
¿Iker Jiménez es pariente de Jiménez del Oso?
Cronopio, también es buena Centauros del Desierto. Y sale un mejicano ¿suficiente para darle la nacionalidad?
cronopio dijo...
Es el sobrino tonto.
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No se dice tonto, se dice paranormal.
Yo me refería a productor ejecutivo no mero financista, Clónclón. De los que les dan el Goya porque el Oscar es una horterada como todo lo estadounidense.
Almirante Benbow dijo...
Yo me refería a productor ejecutivo no mero financista, Clónclón. De los que les dan el Goya porque el Oscar es una horterada como todo lo estadounidense.
9 de julio de 2007 2:13
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Ahí le ha dado. Un Oscar no lo queremos ni regalado. Nuestro cine pasa de esas americanadas.
Esta ud. invitado al Aréa 55 para recoger su premio Nobel, Schelling.
Yo salvaría también 'Filadelfia', rodada en una ciudad tan nuestra y con un mensaje comprometido en la lucha contra el sida.
Yo quiero que me dé el Premio Nobel a la Honestidad y la Bonhomía el Dr. Bernat Soria.
Toda película en la que intervenga Antonio banderas se convierte automáticamente en película española.
Salvo El camino de los ingleses, como su nombre indica.
schelling dijo...
Yo salvaría también 'Filadelfia', rodada en una ciudad tan nuestra y con un mensaje comprometido en la lucha contra el sida.
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La de las historias, en blanco y negro. La otra es una mariconada.
Yo no entiendo de cine, pero "El regador regado" debe de ser española también, a juzgar por la calidad de sus diálogos.
http://www.youtube.com/watch?v=WhS75OIfFIg
¡Vayan serenándose los ánimos!
No caerá esa breva, Clónclón.
Es todo un honor tener de Ministra de Sanidad a la Academia Sueca.
Escrito por: Almirante Benbow - 9 de julio de 2007 2:19
schelling dijo...
Yo salvaría también 'Filadelfia', rodada en una ciudad tan nuestra y con un mensaje comprometido en la lucha contra el sida.
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La de las historias, en blanco y negro. La otra es una mariconada.
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Por supuesto. Me refería a esa que ud. dice en blanco y negro, que sale un leopardo y unas viejecitas envenenan a viejos que están solos.
cronopio dijo...
http://www.youtube.com/watch?v=WhS75OIfFIg
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Un tío que toca tan cojonudamente se merece una subvención para rodar su "opera prima". Así sería un hombre del Renacimiento como Victor Coyote O Jordi Moyá.
Bernat Soria promoverá desde el ministerio la investigación con células Progenitor B.
NO la de las viejecitas es "Destino Tokyo"
No se puede decir célula. Lo prohibe la Alianza de Civilizaciones porque transmite una imagen estereotipada de los musulmanes.
Almirante Benbow dijo...
No se puede decir célula. Lo prohibe la Alianza de Civilizaciones porque transmite una imagen estereotipada de los musulmanes.
9 de julio de 2007 2:29
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10/10!!!
En vista de la hora que es, no me queda más remedio que despedirme de uds., no sin antes agradecerles el buen rato que me he pasado. Agradecimiento que hago extensivo al cine español y a los ministros cesados.
Buenas noches
(Claro, Destino Tokio)
Tenga ud buenas noches Dr. Schelling.
Despedida y cierre. Buenas noches, con una sonrisa en la boca.
Yo también debo despedirme y agradecer al cine español los buenos ratos que he pasado no viendo sus películas.
Buenas noches.
Faustine de Morel dijo...
Insomnio. Ay.
9 de julio de 2007 2:42
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Pues llega usted justo después de que se hayan ido los lunnis.
Ya. Ya lo veo. Habrá que leer a Montano.
Buenas noches, Faustine. Estaría un rato hablando con usted, pero mis despertadores (siete) se empecinan en despertarme, a mí y a todo el vecindario, antes de las 7 de la mañana.
Le va a tocar un pie que se lo diga, pero con la risa, se me han olvidado los tres picotazos que traía en el ídem izquierdo. En hueso. Los peores.
Pero ahora me quedo preocupada con el tema de la burra...
No se preocupe, esta noche ya la voy a dar por perdida. Que descanse, cronopio. Y recuerdos a sus siete despertadores, que le guardan el sueño.
Faustine de Morel dijo...
Le va a tocar un pie que se lo diga, pero con la risa, se me han olvidado los tres picotazos que traía en el ídem izquierdo. En hueso. Los peores.
Pero ahora me quedo preocupada con el tema de la burra...
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¿Qué le ha pasado en el pie? ¿Qué le ha pasado a la burra?
A mí en el pie, que en el último momento y sonando la campana, se lo he tenido que sacar de la boca a un mosquito que ahora debe andar buscándome por el dormitorio.
A la burra, que después de darle muchos mimos, se la quieren arrebatar a su dueño. Que dice que es su vida y que le da mucho cariño. Montano lo cuenta muy bien.
:-)
Pd: lo del pie es verídico. Casi no lo cuenta. El pobre. Lo tengo metido en una tila, todo temblón.
Faustine de Morel dijo...
en mi casa los mosquitos no pican. Ponen transfusiones.
Yo sólo estoy haciendo tiempo para echarme por todo lo alto una toalla de baño, entrar en la habitación a por el móvil y acostarme en la cama de uno de mis hijos. Pero todavía es pronto. El bicho ha de estar por fuerza enfurecido, haciendo picados contra el colchón, destrozándome mis preciosas sábanas de hilo. Esas cosas.
Faustine de Morel dijo...
Yo sólo estoy haciendo tiempo para echarme por todo lo alto una toalla de baño, entrar en la habitación a por el móvil y acostarme en la cama de uno de mis hijos. Pero todavía es pronto. El bicho ha de estar por fuerza enfurecido, haciendo picados contra el colchón, destrozándome mis preciosas sábanas de hilo. Esas cosas.
9 de julio de 2007 3:14
....
en las fuerzas armadas ofrecen entrenamiento específico para casos como el suyo.
Destaca la de José, un habitante de Garcíez que le salvó la vida a la burrita Rucia y ahora ella "le salva la vida a él", porque le da cariño. Rucia llevaba un año vagando por los campos, desnutrida, hasta que José la recogió y la cuidó. "Estaba muerta", dice, "y los primeros días le di agua Solán de Cabras, chocolate Valor y fabada Litoral". Pero ahora debe procederse a la subasta de la burra. José confiesa que, si se la quitan, llorará. ¿Alguien en el pueblo se atreverá a pujar contra él? Se lo preguntan a uno que pasa en su coche: "Yo sí, ¿por qué no?".
Ande, acuéstese. No vaya a cogerme tirria cuando la sinfónica le despierte.
Y sí, por noches tan peligrosas como éstas, es por lo que luego se escriben tantas novelas dramáticas sobre las mamás separadas trabajadoras. Por si no lo sabía. Se le parte el corazón a una de no tener un hombre al que despertar para que le estampe un zapatillazo en todo el lomo al jodido mosquito.
Con perdón.
:-)
Es una historia preciosa. De mucho amor. La de la burra, digo.
A mí me sucede lo mismo. Echo de menos una mujer que, maldiciéndome por mi falta de coraje, le estampe al bicho el pneumotorax contra la blanca pared.
A mí los bichos, subido a un tanque.
Pues ya somos dos. Pero no es miedo, es prudencia, :-)
Tendría que ver lo prudente que soy con las cucarachas. De libro, ¿eh? Una prudente de esas de libro. En el primer piso alquilado que tuve ya separada, me salió una ENORME (nunca, nunca se hará la idea de cuánto) y a falta de un spray, la maté a chorretazos de Mistol. Una cosa... y qué cintura tenía la bicha.
Son horribles.
Por cierto, Seu Jorge e Ana Carolina, Ana Carolina e Seu Jorge... Tiene usted buen gusto.
Una canción preciosa, sí. Otro día con más tiempo si quiere le saco a bailarla.
Faustine de Morel dijo...
Pues ya somos dos. Pero no es miedo, es prudencia, :-)
Tendría que ver lo prudente que soy con las cucarachas. De libro, ¿eh? Una prudente de esas de libro. En el primer piso alquilado que tuve ya separada, me salió una ENORME (nunca, nunca se hará la idea de cuánto) y a falta de un spray, la maté a chorretazos de Mistol. Una cosa... y qué cintura tenía la bicha.
Son horribles.
9 de julio de 2007 3:29
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Yo a una mariposa nocturna, en mis años mozos, la disequé con una mezcla de laca y desodorante. Ahí se quedó, quieta, oliendo a Fa y a Isabel Tocino hasta el fin de las vacaciones de mis padres.
Faustine de Morel dijo...
Una canción preciosa, sí. Otro día con más tiempo si quiere le saco a bailarla.
9 de julio de 2007 3:33
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¿Usted y yo solos o nos llevamos de acompañantes a algunos de esos seres rescatados de una enciclopedia de entomología?
Pues se les pregunta, y si se quieren venir, pues que se vengan. Y hagan palmas. O la ola.
Tener público siempre motiva un poco más.
Me temo que le he dado más tiempo del que debería. No obstante, nunca se pierde el tiempo leyendola a usted. Mañana, según lo planeado, mis siete despertadores despertarán a mis vecinos y los vecinos harán lo mismo conmigo. Yo se lo contaré a la noche.
Un placer, buenas noches. Y duerma con ajos y un crucifijo.
Ha sido usted muy generoso. No se me olvida. Gracias, :-)
Que descanse(-mos).
La costumbre de organizar conciertos para concienciar al mundo la inauguró Bob Geldof con su Live Aid de 1985. Tras ver un documental sobre la hambruna en Etiopía, empleó sus contactos en el mundo de la música británica y logró grabar un single con otros artistas cuyas ventas dedicó a intentar aliviar ese problema y que fue un gran éxito en las navidades de 1984. El concierto tuvo el mismo objetivo. Desgraciadamente, el hambre no tenía otra causa que la socialización forzosa a la que la dictadura comunista de Mengistu sometió a la economía etíope. La sequía de 1982 no fue excepcional, y la población de la zona estaba acostumbrada a lidiar con la carencia de agua. Pero en esta ocasión coincidió con un experimento colectivista, el traslado forzoso de gran parte de la población y el establecimiento de las granjas colectivas. Los campesinos no pudieron luchar contra la sequía y las horribles imágenes de las consecuencias dieron la vuelta al mundo.
En aquel momento la retórica era la misma de siempre: la culpa la teníamos los países occidentales porque consumíamos demasiado y por eso los pobres morían de hambre. La solución: darles algo de lo que a nosotros nos sobraba. La organización de Bob Geldof y muchas otras lograron reunir mucho dinero, pero el Gobierno de Mengistu no lo empleó para aliviar la situación de la población etíope. Sin embargo, las conciencias de Occidente sí pudieron descansar. Habían cambiado el mundo.
Más de veinte años después ha sido Al Gore quien ha organizado una serie de macroconciertos simultáneos en varios ciudades del mundo, bajo el nombre de Live Earth. Su objetivo no está tan claro como entonces, pero parece ser un nuevo intento de concienciar al mundo, como lo fue el documental Una verdad incómoda. Pero el problema de predicar al resto de los mortales las virtudes de tal o cual opción moral es que cualquier desviación de ese mismo estándar producirá las inevitables acusaciones de hipocresía. Y aunque esto no haya detenido a Al Gore pese a llevar un estilo de vida que produce mucho más CO2 que el de la práctica totalidad de los habitantes de la tierra, sí que ha producido críticas contra estos conciertos.
Matt Bellamy, el líder de la banda Muse, ya ha bautizado el concierto como "Jets privados por el cambio climático". El bajista de los Artic Monkeys calificaba de hipócrita hacer un evento de estas características cuando se emplea la energía de diez casas "sólo para la iluminación". Hasta Bob Geldof ha criticado a Al Gore por organizarlo. Y es que resulta difícil considerar a algunos de sus participantes como ecologistas concienciados. Madonna, por ejemplo, utilizó un avión privado para su gira mundial de 2006, en el que transportaba a más de cien personas. En su garaje la esperan un Mercedes Maybach, dos Range Rover, un Audi A8 y un Mini. Y no es más que un ejemplo; buena parte de los músicos han empleado aviones privados para desplazarse a actuar, en lugar de tomar líneas comerciales, entre otros muchos actos que no serían reprobables si ellos mismos no los consideraran perjudiciales para el planeta.
Pese a ello, la organización asegura que el macroconcierto no será dañino para el medioambiente porque comprarán "compensaciones de CO2", es decir, destinarán dinero a plantar árboles y construir molinos y paneles solares. Algo que recuerda mucho a las bulas que los pecadores adinerados compraban a la Iglesia para no tener que renunciar a sus vicios. Vienen a decir que ellos sí que pueden calentar la Tierra, pero que pese a ello tienen el derecho de amonestarnos a los demás por hacer lo mismo en una escala muchísimo más reducida. Es un ejemplo más de que la izquierda ha devenido en una mera pose, y lo único que importa a sus practicantes es sentirse a gusto consigo mismos. Los resultados prácticos de sus acciones en la realidad es lo de menos.
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En “1984”, Orwell enfrenta a un miserable individuo humano, una persona corriente, con un mundo dominado por la racionalidad aplastante de la técnica, en el que las palabras no tienen otro significado que el que quiere darles una dictadura tecnocrática: así, la guerra es la paz, la esclavitud es la libertad y la ignorancia es la fuerza. Palabras convertidas en meros instrumentos de opresión, expropiados por un régimen político en el que los inestables y veleidosos individuos humanos han sido racionalizados al máximo, todo ello en nombre de un Gran Hermano cuya autoridad lo justifica todo pero del que, como del Dios de los antiguos, no se tiene constancia de que exista realmente.
Los textos de Orwell han sido proféticos en cuanto a que hoy vivimos en un mundo orwelliano, donde la dominación de lo cándidamente humano por lo racionalmente tecnológico parece no tener fin. El tema es complejo, con muchísimas ramificaciones inquietantes. Me limitaré a considerar el efecto de esta orwellianización sobre nuestras entrañables palabras, esas que han venido siendo las brújulas que nos ayudaban a viajar por la vida. La faz más maliciosa del mundo en que vivimos es la que corrompe el significado de las palabras, esas que constituían lo más auténticamente humano de nuestra caja de herramientas, quedándonos así sin recursos para ir construyendo nuestra verdad. 
Cabría preguntarse si esta situación tiene remedio. Y la respuesta más razonable es que no. Nuestro mundo seguirá sometido a tensiones y desequilibrios cuya resolución se escapa totalmente a nuestras capacidades individuales.
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