La Tigresa de Cremona, Nuestra Señora de la Música italiana o, simplemente, Mina. Mina Mazzini, lujuriosa y angelical, modesta y exuberante, conservadora y transgresora. Siempre misteriosa y sensual, es considerada la más grande intérprete de la canción italiana. Creadora de un estilo inimitable y camaleónico, la gran mezzosoprano de la música ligera italiana de los años sesenta ha logrado mantener su popularidad hasta nuestros días, a pesar de su voluntaria desaparición de la vida pública hace ya casi treinta años.Desde el comienzo de su carrera en 1958 (tenía 18 años) hasta su repentina y misteriosa retirada de los escenarios, en 1978, su vida se vio marcada por el éxito y la tragedia, la fama y el escándalo. Descubierta por Sergio Bernardini, dueño del local en que comenzó a cantar (La Bussola), Mina se inició en el "
rock-gritado", entonces muy de moda, y empezó a hacerse popular. Pero de este género cambió, a principios de los años sesenta, a un género mucho más refinado (con canciones como "Il cielo in una stanza" de Gino Paoli), que ya será el suyo para siempre. Hasta principios de los setenta fue protagonista de famosos programas televisivos que, durante más de quince años, le hicieron mantenerse en los primeros puestos de las listas de éxitos italianas con canciones firmadas por los mejores autores (de Lucio Battisti a Riccardo Cocciante). Pero entre medias, en 1961, se enamoró del actor Corrado Pani, con quien mantuvo una apasionada relación. El conservadurismo imperante en la sociedad italiana de la época no la vio con buenos ojos porque él estaba casado. La tacharon de inmoral y la mayoría le dio la espalda cuando se supo que esperaba un hijo de Pani. Ella decidió tenerlo y vio cómo se le cerraban muchas de las puertas que antes tenía abiertas. Entre otras las de la RAI, que la vetó una temporada (¡cómo hemos cambiado! Hoy en día sería estrella imprescindible de los programas del “corazón”).
Un año después del nacimiento de su hijo, regresa a los escenarios donde es recibida con gran expectación y reanuda su exitosa carrera. Funda su propia discográfica en Lugano, Suiza, y traslada allí su residencia. En 1970 se casó con el periodista Virgilio Crocco, con quien tuvo una hija. Tras el matrimonio su aspecto comienza a ofrecer cambios importantes: color de pelo, ropa más moderna y paulatina “desaparición” de sus cejas. Dos años más tarde, ya divorciados, Crocco murió en un accidente.A partir de este momento sus apariciones televisivas se volvieron más esporádicas, aunque seguía cosechando éxitos y rompiendo moldes. En agosto de 1978 grabó su último recital en ese “La Bussola” que la vio nacer como artista. En televisión, su última, escandalosa y censurada aparición se produjo el 30 de septiembre en el programa de la RAI “Mille e una Luce”. Entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, el programa finalizaba con un vídeo de Mina interpretando el tema “Ancora, ancora, ancora”. La apasionada y sensu
al actuación de la cantante puso nerviosos a los censores de la época y desde el segundo día de emisión las imágenes “lascivas” fueron hábilmente distorsionadas, quitando primeros planos de la boca de Mina con el fin de que los maridos italianos vieran el programa con... ejem... con “tranquilidad”.Y tras esto, desapareció. Los motivos que le llevaron a trasladarse a Suiza son un misterio. Se habló de problemas de salud, de hastío... Quién sabe si las decepciones en su vida personal pudieron más que las satisfacciones que le generó su enorme popularidad... Ojalá haya encontrado su cielo en una estancia de Lugano.
Ahí continúa a día de hoy. A sus 67 años conserva su misma privilegiada voz, lo que le permite publicar como mínimo un disco por año (ya lleva 101), que graba en su propio estud
io. Desde allí también, en 2001, hizo una aparición sorpresa por medio de Internet, donde colgó un video con una grabación de su álbum “Sconcerto “ que los interesados (si los hay) pueden encontrar en su página oficial. En esa misma web encontrarán parte de esa última aparición televisiva sin “distorsiones”. En Youtube también aparece, pero igualmente en una versión incompleta. Como creo que lo importante no es si la lengua de Mina realizaba movimientos más o menos inadecuados sino poder apreciar en su totalidad su magnífica voz y su magistral última interpretación televisiva de ese maravilloso tema (“ Io ti chiedo ancora/il tuo corpo ancora/le tue braccia ancora/di abbracciarmi ancora/di amarmi ancora/di pigliarmi ancora/farmi morire ancora/perché ti amo ancora”)...
Aquí se lo dejo. Suban el volumen y disfrútenlo (y fíjense en los créditos a color, con el fin de que ocupen más y se vea "menos" a Mina).
(Escrito por Selma)
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