Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales, de las Islas y Tierra Firme del Mar Océano. Archiduque de Austria. Duque de Borgoña, de Brabante, de Milán, de Atenas y Neopatria. Conde de Habsburgo, de Flandes, del Tirol, del Rosellón y de Barcelona.
Señor de Vizcaya y de Molina. Capitán General de las Reales Fuerzas Armadas y su Comandante Supremo. Soberano Gran Maestre de
Jefe y Gran Maestre de
De: Cateto de Pacifistán (alias de un nacional del Reino de España)
Asunto: ¿Qué le está pasando?
Texto: Le recuerdo cuando yo tenía 6 años y Vd. los 38. Era por 1975 y el de las pesetas se había muerto hacía poco. Ahora yo tengo 38 y Vd. ya anda por la tercera edad. No es por nada pero el común de los ciudadanos a su edad ya está retirado…, bueno digamos que de su quinta debe quedar Luis del Olmo todavía al pie del cañón, aunque ciertamente en un estado decadente que debería hacerle cuestionar si no es mejor pasear por el Roc de Sant Gaietà, que ir repartiendo rencor por las esquinas. Por cierto, muy monárquico es este señor multimillonario que se dedica a repartir credenciales de moderado. Piense en eso, por alguna razón las normas de Seguridad Social establecen la jubilación a los 65 y no a los 90. Pues bien, yo seguí su coronación esperando ver que le ponían una corona. Pero no, después de escuchar cosas que no entendía, Vd. suelta un discurso que no entendí, y nunca le pusieron una corona (después me enteré de que en las coronaciones de España no hay corona). Sin embargo mi atención se centraba en un rubiales que tenía más o menos mi edad, y que después le nombraron Príncipe de Asturias, Príncipe de Gerona, Duque de Montblanc, Conde de Cervera y Señor de Balaguer, y Príncipe de Viana, vamos su hijo Felipe. A partir de entonces todas las noticias que recibía de Vd. eran positivas, desde su discurso (que tampoco entendí) ante congresistas de EEUU, hasta anécdotas (no sé si contrastadas) que hablaban de ayudas a motoristas cuando Vd. se escapaba de la Zarzuela en moto (si bien años después viendo en un reportaje de la BBC que Vd. era incapaz de poner en macha una motocicleta dudo de la veracidad de las noticias). El Rey era el Rey y todo funcionaba perfectamente. Hasta que un día dimitió un Presidente de Gobierno que años antes había sido nombrado por el Rey (recuerdo que lo explicaban a los niños de mi edad con un tablero de ajedrez) pero que por lo visto después había sido votado por los españoles (en caso con gran enfado pues les gustaba más un tío joven que hablaba con un acento andaluz peculiar llamado Felipe González). Una tarde una vecina llamó alterada a casa porque en una sesión del Congreso de los Diputados se había producido un “golpe de estado” (a mi me sonaba lo de los golpes de estado de lo que pasaba en Argentina, Chile y Bolivia..). Mi hermano mayor, que tiene la edad del actual Presidente del Gobierno (al cual llamo cariñosamente Monchito por el parecido con el muñeco de
Atentamente
Etiquetas: Cateto de Pacifistán
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