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31 marzo 2007
La deconstrucción de la Torre de Babel
Génesis (Noah) 11. (El mundo se divide).

1 Vayehi chol-ha'arets safah echat udevarim achadim. En aquel tiempo todo el mundo hablaba un mismo lenguaje y usaba las mismas palabras.
2 Vayehi benos'am mikedem vayimtse'u vik'ah be'erets Shin'ar vayeshvu sham. Y sucedió que, cuando la gente emigraba desde el oriente, encontraron un valle en la tierra de Shinar, y allí se establecieron.
3 Vayomeru ish el-re'ehu havah nilbenah levenim venisrefah lisrefah vatehi lahem halvenah le'aven vehachemar hayah lahem lachomer. Se dijeron los hombres unos a otros: «Vamos, hagamos ladrillos y cozámoslos en el fuego para endurecerlos». Entonces usaron ladrillos en vez de piedras y betún como argamasa.
4 Vayomeru havah nivneh-lanu ir umigdal verosho bashamayim vena'aseh-lanu shem pen-nafuts al-peney kol-ha'arets. Luego dijeron: «Venga, construyamos una ciudad para nosotros y edifiquemos una torre que llegue hasta el cielo. De esta manera hagámonos famosos, para que no nos dispersemos por todo el mundo».
5 Vayered Adonay lir'ot et-ha'ir ve'et-hamigdal asher banu beney ha'adam. Y descendió Jahvéh para ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hijos de los hombres.
6 Vayomer Adonay hen am echad vesafah achat lechulam vezeh hachilam la'asot ve'atah lo-yibatser mehem kol asher yazmu la'asot. Y dijo Jahvéh: «He aquí que son un solo pueblo y hablan todos un mismo idioma y esto es lo que les hizo comenzar a hacer la obra. Ahora nada les imposibilitará lograr todo lo que se propongan hacer.
7 Havah nerdah venavlah sham sefatam asher lo yishme'u ish sfat re'ehu. Venga, pues, descendamos y confundamos su lengua para que no se entiendan entre ellos».
8 Vayafets Adonay otam misham al-peney chol-ha'arets vayachdelu livnot ha'ir. Entonces Jahvéh los dispersó por toda la faz de la tierra y ellos detuvieron la construcción de la ciudad.
9 Al-ken kara shemah Bavel ki-sham balal Adonay sfat kol-ha'arets umisham hefitsam Adonay al-peney kol-ha'arets. Por eso la ciudad fue llamada Babel, pues allí Jahvéh confundió las lenguas de toda la tierra y desde allí los dispersó sobre la faz de la misma.


«Citando a Benjamin: “El origen, aún siendo una categoría absolutamente histórica, no posee, sin embargo, nada en común con la génesis”. Origen no es exactamente comienzo… El origen es fuente; el comienzo, punto de partida. Con la palabra inicio nombra S. Agustín la aparición del ser humano en el mundo (un mundo que como tal sólo habría tenido, antes de la existencia del hombre, principio).

Benjamin echó mano de la Biblia para articular su teoría del lenguaje. “De todos los seres el hombre es el único que nombra él mismo y el único a quien Jehová no ha nombrado”. No le nombra para no someterlo al poder de la lengua; ésta, por el contrario, brota libremente en él y con ella el hombre denomina al resto de la creación. Nombra a las cosas porque conoce su ser espiritual: el nombre expresa lo que la cosa es. El hombre adámico sólo conocía una sola lengua porque el nombre designaba la cosa. El nombre era conocimiento. Cuando el hombre pretende conocer el bien y el mal, al margen del nombre, abandona el paraíso. En la era postadámica, la nuestra, el nombre ha perdido la capacidad de expresar el ser de las cosas. El hombre trata de crear algo con una palabra propia. Quiere que las cosas sean lo que significa ese nombre que él impone arbitrariamente. En castigo y en su lugar aparece la palabra humana que no expresa lo que las cosas son, sino que sólo sirve para comunicarnos entre los hombres. El hombre inventa ahora muchas palabras para acercarse a ese núcleo de las cosas que ya nos es ajeno desde que quisimos hacerlo a nuestra imagen y semejanza. Esa inadecuación entre el nombre y la cosa explica la pluralidad de lenguas.

Escribe un joven Nietzsche: “El lenguaje no es ni un producto consciente individual ni colectivo… El lenguaje resulta demasiado complejo como para haber sido elaborado por un solo individuo; posee demasiada unidad como para haberlo sido por la masa, es un organismo completo. Por tanto, hay que considerar al lenguaje como producto del instinto... no ha sido la conciencia la que ha presidido la fundación del lenguaje”.

Pero la antinomia entre lo individual y lo universal tiene su origen en el lenguaje. Por tanto, la palabra transforma la singularidad en miembro de una clase, cuyo sentido define la propiedad común. La definición del conjunto es simplemente la definición de la significación lingüística. El ser lingüístico es un conjunto que al mismo tiempo es una singularidad.

Entre los modelos genéticos del lenguaje es posible distinguir dos clases. La primera corresponde a una explicación ‘naturalista’ o ‘positivista’. La evolución del lenguaje humano está estrechamente ligada a la evolución de los demás atributos fisiológicos y psicológicos de la especie. La lingüística ‘positivista’ insiste que la evolución y el carácter del lenguaje forman parte de un continuum que abarca todas las formas de comunicación en las especies animales y los códigos de comunicación pre o extraverbales. La segunda clase se podría calificar como ‘trascendente’. No niega que el lenguaje esté condicionado por limitaciones fisiológicas. Ni niega los componentes socioeconómicos y ambientales del desarrollo y de la diversificación de las lenguas. Postula un origen del lenguaje fuera y más allá de la evolución humana. Rechaza la hipótesis de un continuum entre comunicación animal y lenguaje humano. El hombre es un ‘animal hablante’ y por ello es superior a la animalidad. Éste es el tipo de ‘explicación’ en la cual el robo del fuego divino por Prometeo deviene una alegoría de la concesión del lenguaje racional a los mortales. En este modelo ‘teológico’ del habla es posible distinguir una visión funcional, ‘logocrática’. Lo que distingue al hombre del animal es el lenguaje, pero éste no es un dato natural ya ínsito en la estructura psicofísica del hombre, sino una producción histórica. Heidegger rechaza constantemente la definición metafísica del hombre como animal racional, el viviente que posee el lenguaje, como si el ser del hombre fuera determinable por medio de la adición de algo a lo ‘simplemente viviente’. El hombre domina y utiliza el lenguaje para fines naturales, pero el hombre no es propietario de la ‘morada del lenguaje’. Para Heidegger, el lenguaje es lo propio del hombre porque éste dispone de un acceso privilegiado al problema del ser. Como el lenguaje es la casa del ser, el deber del hombre es ser el guardián de esa ‘morada’. Hoy una parte considerable de la filosofía se dedica a hacer teoría de la ciencia entendida como metateoría del conocimiento científico. Tras un siglo de filosofía del lenguaje y de lingüística, la esencia del lenguaje se ha desfigurado hasta lo irreconocible… Si para nosotros el venir-al-mundo siempre significa también venir-al-lenguaje, esto quiere decir que, en tanto que llegados al mundo, no tenemos más alternativa que la de atarnos desde un primer momento a un mundo lingüístico donde el peso del mundo presiona a todo nuevo hablante».



«Restaurar el orden natural… se lleva a cabo siempre como una venganza cósmica. Escribe Kojève: “La desaparición del hombre al final de la historia no es, pues, una catástrofe cósmica: el mundo natural sigue siendo lo que es desde toda la eternidad. Y tampoco es una catástrofe biológica: el hombre permanece en vida como animal que está en acuerdo con la naturaleza. Lo que desaparece es el hombre propiamente dicho, el sujeto opuesto al objeto”. Hay una doble apuesta en ese reto veterotestamentario que es la obra propuesta por los hombres como objetivo de su comunidad: una que se articula frente al cielo, que se quiere alcanzar y conquistar, y otra que se extiende por la tierra como marca del dominio. Una torre con la cúspide en los cielos, asentada sobre una enorme base, mientras subía hacia los cielos se extendía también sobre la tierra. El movimiento vertical tenía que ir precedido de una ampliación horizontal en mayor proporción de crecimiento que la elevación hacia la altura. La torre deviene una ciudad, una proyección urbana. La historia que se cuenta, resulta ser la historia de un exilio, fenómeno característico de todo relatar de los orígenes: el origen está en la dispersión. La segunda expulsión, de la ciudad con la torre que se alza contra el cielo, se da contra la obra de hombres. Hace que el hombre pierda su lugar, como en la expulsión del Paraíso. La quiebra de un modelo que apostó a la eternidad, ahora muestra su vulnerabilidad. Pero el fracaso no es acabamiento, es fractura, hacerse pedazos, romperse con estrépito. El fracaso, como el naufragio, deja restos. Son rastros y huellas, trazos y marcas hallados en un paisaje en ruinas. Pues ruina y escombro son, efectivamente, muchas de las certezas de nuestro presente… El suelo propicio para la construcción de un pensamiento nuevo son las ruinas. “El rasgo decisivamente característico de este mundo es su caducidad… La continuidad de la caducidad no puede proporcionar consuelo; el hecho de que surja nueva vida de las ruinas no es prueba de la persistencia de la vida, sino más bien de la muerte… No podemos destruir este mundo porque no lo hemos construido como algo autónomo” escribe también Benjamín.

Un nuevo comienzo equivale a una posibilidad de transformación, un acto de libertad. La primera ciudad, edificada por Caín al este del Edén, fue el primer artefacto, el primer constructo de origen humano, al margen de la economía divina. La ciudad como primera estrategia puramente humana de racionalización de la vida. El terror a la obra realiza en la obra su destino, el abandono de lo realmente construido o la conciencia misma de lo efímero del mismo intento que lo constituye. Así, el abandono de la obra, o la interrupción que ya es la obra, podrían darse como destrucción, como deconstrucción o como olvido. Proliferación y dispersión aquí se constituyen como texto, porque es en el texto justamente donde Babel se alza y se destruye para conservarse en la memoria. Su deconstrucción consiste en el vaciado y reconstrucción de la memoria.

La aniquilación definitiva del hombre en sentido propio debe implicar también, sobre todo, la desaparición del lenguaje humano. Buscando un modo de convivir en una nueva Babel, el arte ha enmudecido ante el terror. De ahí que no haya habido una respuesta ‘plástica’ a la destrucción de las ‘torres’. Más bien parece que no se haya aprendido la lección, desde el momento en que se pretende dar una respuesta cumplida mediante la erección de una nueva torre... el postmodernismo está herido de muerte. Conversión del terror en horror y dispersión del horror. El horror no puede ya obturar la inquietante presencia ubicua del terror… Entonces (en 11-Génesis), y ahora (11-M), una destrucción del espacio… es el fundamento ‘cero’ del terror.
No es el sueño de la razón... sino la razón del sueño la que nos hace edificar torres imposibles».



(Confusión de lenguas, Gustavo Doré)

Correspondencias intertextuales
:
*(Agamben, La comunidad que viene, Lo abierto) *(Barja y J. Heffernan, La hipótesis Babel) *(Barrios, Narrar el abismo) *(Cuesta Abad, Juegos de duelo) *(Duque, Terror tras la postmodernidad) *(Lenceros, La modernidad cansada) *(Reyes Mate, Medianoche en la historia) *(Safranski, Heidegger y el comenzar) *(Sloterdijk, Venir al mundo, venir al lenguaje) *(Steiner, Los logócratas)

(Escrito por el Sr. Verle)

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Escrito por: Blogger qtyop - 1 de abril de 2007, 1:10:00 CEST

coño schelling, que ya está reconocido


(seguro)

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:10:00 CEST

"Hozantonio tenía un trató amarillo...."

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:11:00 CEST

mier da, mehe atasdo las espo sas enla cama y me deja do la llaven el pantalon. stoy escribindo esto on una sola mano. mierda. qe algien me ayude.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:12:00 CEST

Eso, Brema, saque usted el cuero negro y los látigos, que los luce usted muy bien.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:12:00 CEST

duele mucho, schelling, stoy escribindo esto con un mano y tratando dequitar la pinza conla bocaa. creoqe lo mejor serade jar describir y quitrme las pinzas conla otra mano.

 

Escrito por: Blogger Perroantonio - 1 de abril de 2007, 1:14:00 CEST

Ya verás. Si al final se va a hacer daño y le va a gustar.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:14:00 CEST

No tengo traje de cuero, Brazil. Me falla el presupuesto: me unto el cuerpo de betún. Tampoco tengo látigos. Uso el cable de la lámpara. Apañao que es uno.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:15:00 CEST

"A los pueblos no los han movido nunca más que los poetas, y, ¡ay del que no sepa levantar, frente a la poesía que destruye, la poesía que promete!"

José Antonio Primo de Rivera. M--29-10-33.

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:15:00 CEST

Iba supercombinado el Hozantonio: el trató amarillo, la camiza azú y los correajes a juego.

No me extraña que se haya convertido en una leyenda en las discotecas.

A ver si va a ser el Brian Ferry, de Roxy Music.

 

Escrito por: Blogger qtyop - 1 de abril de 2007, 1:17:00 CEST

y encima ahora un terremoto sobre Berlín

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:17:00 CEST

¿Cómo, Bremaneur? ¿No le llegó el traje de cuero "Macho Espacial" que le envié por UPS y que compré en el Rastro?

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:17:00 CEST

Descubrí mi lado masoquista un día que caí escaleras abajo. Me repuse, subí y repetí la experiencia tres veces seguidas, hasta que la vecina del segundo salió en bata y me dijo: pobreciño (es de Cangas del Morrazo). Me curó las heridas con vinagre y yo gemía de placer. "Enfermiño", decía, y me vaciaba la botella en una brecha que me abrí en la cabeza, la muy sádica. Ay, lo que le pasa a uno sin salir de casa.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:18:00 CEST

Lo recibí, Brazil, pero me gustó tanto que es el traje que uso de diario. Ya nadie me pregunta la hora cuando voy por la calle...

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:19:00 CEST

¿Macho espacial? ¿O era sólo especial?

 

Escrito por: Blogger Perroantonio - 1 de abril de 2007, 1:19:00 CEST

Y ahora yo, partiéndome el pecho, pregunto: ¿y cuál es la poesía que destruye y cuál la que promete?

Y así empiezan las peleas.

 

Escrito por: Blogger qtyop - 1 de abril de 2007, 1:21:00 CEST

Esta noche (tarde) en el nickjournalarcadianoTV

'Cambio Radical'

Presenta: Brazil
Introducing (con perdón) a Bremaneur

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:21:00 CEST

Evidente, Perroantonio. La poesía de J.A. Montano, por ejemplo, es harto destructiva.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:22:00 CEST

Qtyop, como diría William Munny, sin perdón.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:24:00 CEST

No, no, Macho ESPACIAL... Con purpurina, correajes plateados, cuero ajustado y máscara negra. Me gustó más para Bremaneur que el de Porno Dark Weider. Ya sabe, eso de la espada luminosa...

 

Escrito por: Blogger Neguev and me - 1 de abril de 2007, 1:24:00 CEST

Perro,
divertido el texto de WA, del libro "Como acabar con la cultura de una vez por todas"

Buenas noches a todos. Que siga la juerga maso. Yo como no soy voyeur, me piro

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:24:00 CEST

¿El traje de macho espacial lleva pinzas?

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:26:00 CEST

Es una putada esto de ser masoquista y no tener a nadie que te zurre. Uno se las apaña como puede. Leyendo este blog, por ejemplo. O escupiendo frente al ventilador después de haber comido galletas María (los gargajos salen más asquerosos y uno los recibe con más asco). Apuntando el secador 2000W a las pelotas y aguantar hasta que se prenden los pelos del escroto. Dejar la botella de güisqui en la otra punta de la cocina, descalzarse, tirar cera al suelo y tratar de llegar hasta ella; los resbalones son mortales. Qué triste es la vida del masoca solitario...

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:27:00 CEST

Joé, Perroantonio, que ya no se acuerda, cuando entraba en el conjunto de Susote destructiva.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:28:00 CEST

Sí, y un trató amarillo, Schelling.

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:28:00 CEST

Con todo, la espada luminosa también tiene su punto.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:28:00 CEST

Joooooder. La espada luminosa. Aquí me ha dejado sin habla.

 

Escrito por: Blogger qtyop - 1 de abril de 2007, 1:28:00 CEST

¿sabe un masoquista hacer la O con un canuto?

 

Escrito por: Blogger Perroantonio - 1 de abril de 2007, 1:29:00 CEST

WOODY ALLEN
Para acabar con la filosofía
Mi filosofía

La evolución de mi filosofía se dio de la siguiente manera: mi mujer, al invitarme a probar el primer soufflé que había hecho, dejó caer por accidente una cucharadita del mismo sobre mi pie fracturándome varios pequeños huesos. Acudieron los médicos, hicieron y examinaron radiografías y me ordenaron un mes de cama. Durante la convalecencia, me concentré en la obra de algunos de los pensadores más eximios de Occidente —una pila de libros que yo había seleccionado para eventualidades como ésta. No presté atención al orden cronológico y empecé por Kierkegaard y Sartre, luego pasé rápidamente a Spinoza, Hume, Kafka y Camus. No me aburrí como me había temido; en cambio, me fascinó la energía con la que esas grandes mentes atacaban resueltamente la moral, el arte, la ética, la vida y la muerte. Recuerdo mi reacción a una observación típicamente luminosa de Kierkegaard: «Semejante relación, que se relaciona con su propio ser (es decir, un ser), debe haberse constituido a sí misma, o ha sido constituida por otra». El concepto me arrancó lágrimas de los ojos. ¡Dios santo, pensé, ser tan inteligente! (Soy un hombre con dificultades para escribir dos frases coherentes sobre «Un día en el zoo».) La verdad es que el pasaje me resultó totalmente incomprensible, pero ¿qué más da si Kierkegaard se lo había pasado bien? Súbitamente me convencí de que la metafísica era lo que siempre había querido hacer: tomé mi bolígrafo y empecé en el acto a garabatear la primera de mis propias fantasías. La obra avanzó aprisa y en sólo dos tardes (con tiempo para echarme una siesta), completé la obra filosófica que espero no será descubierta hasta después de mi muerte o hasta el año 3000 (lo que ocurra primero) y que modestamente creo me asegurará un lugar privilegiado entre los pensadores de más peso en la historia. Aquí presento un breve ejemplo del cuerpo principal de tesoros intelectuales que lego a la posteridad, o hasta que llegue la mujer de la limpieza.
I. Crítica de la sinrazón pura
Al formular cualquier filosofía, la primera consideración siem­pre debe ser: ¿Qué podemos saber? Es decir, qué podemos estar seguros de saber, o seguros de que sabemos que sabíamos, si realmente es de algún modo «cognoscible». ¿O lo habremos ol­vidado todo y tenemos demasiada vergüenza de decir algo? Des­cartes insinuó el problema cuando escribió: «Mi mente jamás puede conocer mi cuerpo, aunque se ha hecho bastante amiga de mis piernas». Por «cognoscible», dicho sea de paso, no quiero decir aquello que puede ser conocido por medio de la percepción de los sentidos o que puede ser comprendido por la mente, sino más bien aquello que puede decirse que es Conocido o que posee un Cono­cimiento o una Conocibilidad, o por lo menos algo que puedas mencionar a un amigo.
¿Podemos en realidad «conocer» el universo? Dios santo, no perderse en Chinatown ya es bastante difícil. Sin embargo, el asunto es el siguiente: ¿Habrá algo allá fuera? ¿Y por qué? ¿Por qué tendrán que hacer tanto ruido? Por último, no cabe duda de que la característica de la «realidad» es que carece de esencia. Esto no quiere decir que no tenga esencia, sino simplemente que carece de ella. (La realidad a la que me refiero es la misma que describió Hobbes, pero un poco más pequeña.) Por lo tanto, el dictum cartesiano, «Pienso, luego existo», podría expresarse mejor por «¡Eh, allí va Edna con el saxofón!». Así pues, para conocer una sustancia o una idea, debemos dudar de ella y así, al dudar, llegamos a percibir las cualidades que posee en su estado finito, que están en, o son realmente «la misma cosa», o «de la cosa misma», o de algo, o de nada. Si esto está claro, podemos dejar por el momento la epistemología.
II. La dialéctica escatológica como medio de lucha contra el zona
Podemos decir que el universo consiste en una sustancia y que a esta sustancia la llamamos «átomo», o también «mónada». Demócrito la denominó átomo. Leibnitz la llamó mónada. Por fortuna, los dos hombres jamás se conocieron, de lo contrario se hubiera armado una discusión muy aburrida. Estas «partículas» fueron puestas en movimiento por alguna causa o principio fun­damental, o quizás algo se cayó en algún lugar. El asunto es que ahora ya es demasiado tarde para remediarlo, salvo quizá comer mucho pescado crudo. Por supuesto, esto no explica por qué el alma es inmortal. Tampoco dice nada sobre una vida ultraterrena ni aclara la sensación que siente mi tío Sender de que le persiguen los albanos. La relación causal entre el primer principio (es de­cir, Dios o viento fuerte) y cualquier concepción teológica del ser (Ser), según Pascal, es «tan ridícula que ni siquiera es graciosa (Graciosa)». Schopenhauer llamó a esto «voluntad», pero su médico la diagnosticó como fiebre del heno. En sus últimos años, se amargó por eso o, más aún, por la creciente sospecha de que él no era Mozart.
III. El cosmos por cinco dólares al día
¿Qué es, entonces, lo «bello»? ¿La fusión de la armonía con lo justo, o la fusión de la armonía con algo que sólo se parece a «lo justo»? Quizá la armonía se haya fundido con «la costra terrestre» y eso es lo que nos ha estado dando tantos problemas. La verdad, podemos estar seguros, es la belleza —o «lo necesario». Es decir, lo que es bueno, o que posee las cualidades de «lo bueno», da como resultado «la verdad». Si no lo da, siempre puedes apostar a que la cosa no es bella, aunque aún puede que sea impermeable. Estoy empezando a pensar que tenía razón antes y que todo tendría que fusionarse con la costra. Ah, bueno.
Dos parábolas
Un hombre se acerca a un palacio. La única entrada está guardada por unos fieros hunos que sólo dejan pasar a hombres llamados Julius. El hombre trata de sobornar a los guardias ofre­ciéndoles por un año las mejores partes del pollo. Ellos ni se burlan de su oferta ni la aceptan, sino que simplemente lo cogen por la nariz y se la tuercen hasta que parezca un tornillo. El hombre dice que tiene que entrar a la fuerza en el palacio porque le trae al emperador una muda de calzoncillos. Al ver que los guardias siguen negándose, el hombre empieza a bailar el charleston. Ellos parecen divertirse con su baile, pero pronto se ponen tristes por el trato que el gobierno federal otorga a los navajos. Sin aliento, el hombre se derrumba. Muere sin haber visto al emperador y dejando una deuda de sesenta dólares a los de la Steinway por un piano que les había alquilado en agosto.
Me entregan un mensaje para un general. Cabalgo y cabalgo, pero el cuartel general del general parece distanciarse siempre más. Por último, se arroja sobre mí una gigantesca pantera negra que me devora la mente y el corazón. Me paso la tarde terriblemente angustiado. Por más que lo intente, no puedo llegar al general a quien veo corriendo a lo lejos en shorts y musitando la palabra «nuez moscada» a sus enemigos.

Aforismos

Es imposible vivir la propia muerte con objetividad y, además, cantar una canción.
* * *
El universo no es más que una idea transitoria en la mente de Dios. Es un hermoso pensamiento, aunque bastante incómodo, sobre todo si acabas de pagar el anticipo de una casa.
* * *
La nada eterna está muy bien si vas vestido para la ocasión.
* * *
¡Ojalá viviera Dionisos! ¿Dónde comería?
* * *
No sólo no hay Dios, sino que ¡intenta conseguir un electricista en un fin de semana!

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:31:00 CEST

Qué triste es la vida del masoca solitario...
--------------------------
Puestas así las cosas, lo peor de todo, bremaneur, es no tener acceso al artículo de Vidal-beneyto sobre la derechización del mundo (undécima parte) en El País digital.

 

Escrito por: Blogger Perroantonio - 1 de abril de 2007, 1:33:00 CEST

Susote, Susote... ¿dónde habré oído yo ese nombre?

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:34:00 CEST

Antonio Elorza es el siguiente a salir por la misma puerta que Hermann Tertsch. ¿Que no? Lean:

Publicado en el País, sábado 31 de marzo de 2007

Pensar la izquierda

ANTONIO ELORZA


A fines de los años ochenta, el gran historiador e hispanista francés Pierre Vilar me hacía una reflexión cuya validez se mantiene. En torno al 68, señalaba, la evolución del mundo se presentaba cargada de acentos positivos, y sin embargo se registró una eclosión del pensamiento revolucionario. Veinte años más tarde, las contradicciones del capitalismo, el fracaso del desarrollo económico en el Tercer Mundo, apuntan a la necesidad de una transformación radical, y sin embargo nadie habla de revolución.

Tal vez en la explicación de esa paradoja resida el núcleo duro de la actual crisis de la izquierda, que no puede ser interpretada como simple efecto de la traición a unos ideales todavía vigentes ni como resultado de la hegemonía del pensamiento conservador. Resulta curioso ver cómo supuestos marxistas tienden a adoptar este enfoque cargado de idealismo que, eso sí, les permite cargarse de buena conciencia y apuntalar la consiguiente división maniquea del mundo entre los puros (ellos y quienes son como ellos) y los impuros, todos los que han renunciado al objetivo revolucionario. Tal pureza además es fácil de mantener, ya que en ausencia de perspectivas revolucionarias la profesión de fe tiene ante sí un chivo expiatorio fácil, el antiamericanismo, y carece de riesgos personales. Y como suele ocurrir con las construcciones maniqueas, libera a sus portadores de la incómoda tarea de pensar la realidad. Con ser verbalmente antisistema, casi todo vale, e incluso puede producir ganancias, si nuestro revolucionario (o revolucionaria) trasnochado/a se apunta a la Alianza de las Civilizaciones o, en estos últimos tiempos, a respaldar ciegamente al Gobierno esgrimiendo el espantajo del PP "fascista".

Algunos ejemplos. Para tales personajes, sólo desde la tradicional incomprensión propia de Occidente puede ser puesto en cuestión el acceso del país de los ayatolás y de Ahmadineyad a la condición de potencia nuclear. O por citar un caso más concreto y reciente, las declaraciones de la marinera británica capturada serán la prueba de la agresividad británica y no la muestra repugnante de un tipo de presión totalitaria sobre el cautivo, vista 1.000 veces para quien quiera verlo en Irán desde 1979. Mirando hacia casa, no falta quien acepte como colegas a los defensores directos o indirectos del crimen político en Euskadi: santa autodeterminación obliga. Así que a "dialogar" como sea, marginando a las reaccionarias víctimas del terrorismo. Y como los maniqueos vienen bien para la versión simplificada de la política preferida por Zapatero, nada tiene de extraño su presencia y ascenso en medios estatales y allegados.

Es la conclusión de un camino hacia ninguna parte iniciado para la izquierda radical hace casi cuatro décadas, cuando en torno al 68 tuvieron lugar las últimas grandes movilizaciones obreras de la historia europea y con el aplastamiento de la "primavera de Praga" quedó de manifiesto la imposibilidad de reformar el sistema soviético. Además, la crisis de los 70 abrió un proceso en el curso del cual la reestructuración capitalista invalidó las políticas de redistribución al uso en la socialdemocracia. Hubo que abandonar la utopía y repensar la reforma. Sólo que muchos intelectuales de izquierda fueron incapaces de asumir que el fracaso de los comunismos no era sólo técnico, sino que supuso el feliz desplome de unos regímenes tiránicos, con un grado de inhumanidad a veces incomparablemente superior al de la "opresión capitalista". Pensemos en Mao o Pol Pot, o veamos La vida de los otros. Pero el sectario tiene la piel dura. Incluso desde el 89, muchos siguieron y siguen aferrados al clavo ardiendo de Cuba, e incluso sueñan hoy con el modelo de Chávez. A más de uno le convendría la etiqueta de "fascismo rojo". De este modo conservan su cuota en el mercado de las ideas.

La responsabilidad no es, pues, sólo del capitalismo, aun cuando éste en su grado de evolución actual haga más necesaria que nunca la existencia de un pensamiento crítico que tenga su referencia en los que son hoy sus portadores viables, los partidos socialdemócratas y los movimientos ecologistas. Sin servilismo, reconociendo la complejidad de lo real, la frecuente necesidad de criticar a dos bandas, y la exigencia de distanciarse de quienes siguen exhibiendo un rentable radicalismo verbal.

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:35:00 CEST

Por lo menos, puede uno leer el bartiburrillo (también denominado artibaturrillo) de manolito rivas. No crean que es fácil escribir algo sin pies ni cabeza.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:36:00 CEST

Bremanschurren, ¿querer tú que Vanessa suelte hostias con tubo de goma?

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:36:00 CEST

¿Dónde lo habrá oído? No sé, ¿en la espada luminosa con música de pasodobles y pilas?

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:37:00 CEST

Uy, "espada" luminosa...

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:37:00 CEST

¿Undécima de cuántas, Schelling? Eso es para "usuarios avanzados". Esos de pinzas nada, esos se meten la batidora por el culo directamente. Eso es Vidal Beneyto: una batidora de 4000W por el culo y en posición "Gazpacho".

 

Escrito por: Blogger qtyop - 1 de abril de 2007, 1:38:00 CEST

susoste susote, ¿cuándo habré oído yo ese nombre?

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:38:00 CEST

Oigan, hablando de trajes, el otro día vi uno de pirata... Tías, cómo molaba. Pirata, pirata!!!

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:40:00 CEST

¿Susote?

Me parece que era el que confesó en una entrevista con Millás la conversación que había tenido noches antes con su esposa:

-Querida, no te imaginas los cientos de miles de españoles que podrían ser escritores como yo.

-Dirás millones. Pero no se lo digas a tu editor, Susote querido, que te pasas de bueno.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:40:00 CEST

Vanessa, hay que saber manejar los tubos de goma. ¿Es de la lavadora? Me dejo zurrar si te pones el traje de pirata de Brazil. Seguro que sólo ha traido el parche.

 

Escrito por: Blogger qtyop - 1 de abril de 2007, 1:40:00 CEST

susote susote ¿por qué habré oído yo ese nombre?

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:43:00 CEST

Ni el mismo pepín Vidal lo sabrá. es tanta la derechización del mundo que por lo menos necesitará quince o veinte entregas más.

Que harán las delicias de los masocas solitarios sin batidora.

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:45:00 CEST

Imagínense: el traje pirata, con la espada láser, las pinzas y el tractor amarillo como medio de transporte.
Superguay!

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:45:00 CEST

¿Pero Susote no es el que hace las batidoras?

 

Escrito por: Blogger Perroantonio - 1 de abril de 2007, 1:46:00 CEST

Mi hermana me regaló, para mi cumpleaños, hace ya mucho tiempo, un libro de Susote, «Calzados Lola». Y ahí empezó a joderse el Perú.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:47:00 CEST

Y los correajes, Schelling, y los correajes... "Hozantonio, yo quiero asé un corrá"

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:48:00 CEST

Quiá! Susote es un inteleshtual. Escritor e inteleshtual. No sabría manejar ni la batidora ni la espada láser.

 

Escrito por: Blogger qtyop - 1 de abril de 2007, 1:48:00 CEST

señoras, señores, masoquistas, pasoquistas, nosotros y nosotras, fauna varia

buenas noches

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:50:00 CEST

Susote nunca lleva correajes. Ni tirantes siquiera, que le recuerdan a los fascistas malos (redundancia).

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:52:00 CEST

Bremanschurren, yo pega hostias con tubo de goma y clava tacón en pelotas. Yo viste con ropa de plexiglass negra con cremallerras y lee Heidegger y Schopppedhauer.

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:54:00 CEST

Habrá que ir pensando en retirarse como qtyop. Aunque me habría gustado aguantar hasta las tres para escuchar a Brazil recitando a Hozantonio en la disco.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 1:55:00 CEST

Buenas noches, Qtyop. Un cuento real, que diría Javier Cercas:

Hace unos años, la revista para la que trabajaba (je, je) me mandó hacer un reportaje sobre Cicciolina. Actuaba esa noche en una discoteca de Barcelona. Y allá fui. Uno es un pofesional. La chica que vendía las entradas iba vestida de cuero y gastaba látigo. No admitió mi carné de periodista (del Fanzine Vómito), la muy canalla. Entramos (iba con mis amigos: el fotógrafo y el director de arte) y le pedimos que nos azotara. Nos pusimos de cara a la pared, sujetando ésta con las manos, dispuesstos a recibir nuestra dosis de placer, pero la chica sólo se reía jijijiji y no acertaba a dar un latigazo en condiciones. Fue algo decepcionante.

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:58:00 CEST

Decepcionante de verás, bremaneur. Como una novela de Cercas.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 1:58:00 CEST

Buenas noches, Schelling. No se preocupe habrá otros muchos sábados noches. Ya sabe lo que cantaba Antonio Vega: "a eso de las tres algo se acerca y no sé lo que es..."

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 1:59:00 CEST

Y era el Hozantonio, con el tractor, los correajes y el sable láser!

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 2:01:00 CEST

Ya sabe lo que cantaba Antonio Vega: "a eso de las tres algo se acerca y no sé lo que es..."
***
Buen ciego debía de llevar.

Vanessa, yo de acuerrrrdo, perrro solo si tu lees Chopedjauerrr y Jaidegeerrr en alemán. Tú saberrr alemán? Lo imporrrtante es pegarrr fuerrrte en pelotas hasta que yo grrritar como Paul Macarraney y su panda de moñasssss.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 2:02:00 CEST

Vanessa, tía, tanto tiempo sin saber de ti y ahora vienes leída en heideggeres a tirarle los tejos a Bremanuelle... Me vas a poner celosona.

 

Escrito por: Blogger Perroantonio - 1 de abril de 2007, 2:03:00 CEST

Venga, buenas noches a todos. Aunque no sé si voy a poder pegar ojo. Tengo la cabeza llena de pájaras.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 2:04:00 CEST

¿Tirrrar tejas? Buena masoquismo. Tirrar teejas en cabeza. Es masoquismo rrurrrral, Brrrazil, perrrro me vale.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 2:04:00 CEST

Ahí, ahí, Schelling, ahí le ha dado. Hozantonio.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 2:06:00 CEST

La verdad es que estaba pensando una broma fácil con eso de Perroantonio y su cabeza llena de pájaras... Pero me voy a callar que luego viene Hozantonio y me pega con el trató amarillo.

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 2:07:00 CEST

Bremaneur, ud. se apunta a todo: pinzas, batidoras, tejas...

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 2:08:00 CEST

Brema, "un hombre, una tirrrra teja".

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 2:08:00 CEST

A lo mejor bremaneur no ha probado ud. con un tractor amarillo. Quién sabe.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 2:09:00 CEST

Si tú tiene lío con Bremanschurren yo no interrpone. Yo respeta mujerr brasilera de caderra grande, pecho grrande, boca grrande, todo grrande. Pero si tú quiere yo pegar con tubo de goma que ne deja merca y tú goza mucho. 300 leuros. Sauna, massaje, Schoppedhauer.

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 2:12:00 CEST

¿No era choped-hauer? Quizá una marca de embutidos, cortado en finas lonchas con espada láser.

 

Escrito por: Blogger Unknown - 1 de abril de 2007, 2:15:00 CEST

Bueno, ahora sí que me retiro. Que mañana habrá que practicar el swing, si el tiempo lo permite.

Buenas noches.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 2:22:00 CEST

Uy, no Vanessa, querida, lo de los celos era pá joder. Ya tú sabes, para ver por dónde salía. Y no diga esas cosas que me va a meter en un lío... Todavía me estoy acordando de la madre, novia y demás de Adrede.

Buenas noches a todos. Me voy que ya está aquí Hozantonio.

 

Escrito por: Blogger Bremaneur - 1 de abril de 2007, 2:24:00 CEST

Vanessa, hágame el favor de hacer un descuento. 300 euros son muchos euros por un puto tubo de lavadora. ¡¡Un poco más de sofisticación, hostias!!

Buenas noches. Voy a ver si le saco un poco de brillo a la espada luminosa.

Yujuuuu, Scheeeeling, ¿en qué habitación se ha metido? Chasss, chassssss, chasssss. Esto que restalla no es el látigo, Schelling. Se lo juro.

 

Escrito por: Anonymous Anónimo - 1 de abril de 2007, 9:25:00 CEST

Lean a Fernando Savater, entrevista en el ABC:

http://www.abc.es/20070401/nacional-nacional/batasuna-legal-volvemos-financiar_200704010302.html

 

Escrito por: Blogger Mel ha desaparecido - 1 de abril de 2007, 9:42:00 CEST

El Defensor del Lector...

Estos últimos diez días han sido especialmente agitados en la sección del Defensor del Lector. La decisión del Partido Popular de sancionar informativamente a este periódico, como al resto de las empresas del grupo PRISA, por las opiniones vertidas por el presidente Jesús de Polanco en la Junta General de Accionistas ha generado numerosos correos y llamadas. En su mayoría han sido de solidaridad con el diario y con Jesús de Polanco. Pero también ha habido lectores que han protestado porque consideran que la intervención del presidente de la empresa arrasa o al menos hipoteca la independencia del diario tanto en su línea editorial como en su línea informativa. Otros, sin duda más identificados con el Partido Popular, se han sentido ofendidos personalmente. Y amplían, en coherencia con la decisión de la dirección de su partido, a todos los medios de comunicación del grupo la responsabilidad de las palabras pronunciadas por su presidente. Con todo el respeto que me merecen los lectores, incluidos los más críticos, intentaré responder a sus quejas, entre otros motivos, porque la dimensión política del anuncio realizado por el principal partido de la oposición dirigido a "todos los ciudadanos, y de manera especial a los accionistas, anunciantes y clientes" del grupo PRISA afecta directamente a todos los trabajadores de este diario y a sus lectores. Si no diferenciamos las opiniones personales de un directivo, por importante que sea, de la actividad ordinaria de los medios de comunicación que preside, mal vamos. Hablemos, por tanto, de independencia y de neutralidad.

La noticia en otros webs

* webs en español
* en otros idiomas
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La regla del juego

La objetividad, la ecuanimidad, la búsqueda de la verdad siguen siendo objeto de debate en las aulas y en los seminarios sobre periodismo. A riesgo de parecer tan pedante como ingenuo, les diré que creo en la búsqueda de la verdad basada en datos comprobados y comprobables. Y creo que es bueno, como pide este periódico a sus redactores, separar los hechos de las opiniones. Así, ofreceremos a los lectores dos servicios: una versión fáctica de la realidad que describimos, lo más completa y ecuánime posible, y una opinión sobre el alcance y consecuencias que pueden tener esos hechos. En los análisis es difícil ser neutral, aunque haya una sincera voluntad de ecuanimidad. Recoger todos los hechos que dan veracidad, coherencia y perspectiva a nuestras narraciones no es fácil. Es lo que diferencia a los buenos de los malos periodistas. Interpretar los datos tampoco es sencillo. Ahí descubrimos nuestros miedos, nuestras pasiones o, sencillamente, nuestros prejuicios. Con sus errores y aciertos, sus prejuicios, filias y fobias, el diario se somete cada mañana en los quioscos al veredicto de los lectores. Ellos, en último término, son los que decidirán si vale la pena seguir comprando esa visión del mundo. Y ahí, en nuestros lectores, está la base de nuestra independencia.

En ese sentido, este diario tiene las espaldas anchas. Ha sufrido atentados, campañas de desprestigio e insidias varias. Algunas tan esotéricas como convertir al primer director en agente del KGB con cuentas cifradas en el extranjero. Está en la hemeroteca del periódico. La mayoría de estos ataques hicieron más fuerte al diario. Era y es el precio del éxito, un éxito que cada día hay que revalidar en los quioscos. Y así llevamos 31 años. Sin arrogancia, pero con orgullo. Con una línea editorial y una línea informativa transparentes, que podrán ser compartidas o no pero que no obligan a nadie más que a los periodistas que tenemos alguna responsabilidad intelectual en el producto. Por cierto, en ocasiones existen contradicciones entre los que hacemos el diario y esa línea editorial e informativa. Contradicciones que a veces se resuelven bien y a veces se resuelven mal. Pero a las que ninguna redacción es ajena.

El periódico mantiene el lema de ser un diario independiente de cualquier poder político, económico, social o religioso, una declaración que escuece a algunos. Sobre todo a los que no han podido someter el diario a sus presiones. Y las presiones han existido y existen. Y el éxito profesional, económico, empresarial ha sido, junto a la voluntad de serlo, el mejor escudo de la independencia de este diario. Todo esto ha sido posible, y no es preciso dar nombres, porque algunas personas que tenían y tienen el máximo poder de decisión han luchado por ello. El periódico, mi experiencia directa se limita a los últimos 25 años, lo han escrito y lo escriben los periodistas. De ellos, de nosotros, es la responsabilidad de lo que se publica o de lo que deja de publicarse. El consejo de administración dirige la empresa, nombra a directores y los puede destituir, pero el diario lo hacen los periodistas, empezando por su director y el equipo profesional que él elige. Una última obviedad: si el periódico tiene mucha o poca influencia depende de los lectores. Son ellos los que hacen grande o pequeño a un diario. Ningún partido político nos sostiene ni nos hunde.

 
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